El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta viene desarrollando una ofensiva contra los trabajadores municipales mediante la degradación salarial y una mayor flexibilización laboral. El congelamiento salarial, el pago en cuotas del aguinaldo, las refuncionalizaciones, la extensión de las contrataciones precarias (18 mil monotributistas en el Estado porteño) y la posibilidad de rescisión a fin de año son algunos hitos de esta política. El incumplimiento de la paritaria docente que pesa sobre la planta transitoria tiene este trasfondo. La plataforma de esta política tiene como una de sus vigas maestras a la Ley de emergencia económica, votada unos meses atrás con un fuerte descontento entre los municipales y una movilización independiente a la Legislatura que logró un recule parcial en el pago salarial diferido.

En el Ministerio de Educación se expresa con claridad esta política antilaboral. El repudio generalizado al baile de Fabián Capponi en las oficinas del nuevo edificio no se limitó a su accionar por fuera de cualquier protocolo sanitario. Sucede también que su figura está asociada al cierre de programas, la precarización laboral y los aprietes, que vienen ganando terreno en la Dirección General a su cargo y más allá. Un apriete a gran escala se dio en el último tiempo mediante el programa de servidores públicos, con el cual se conminó a trabajadores a tomar tareas de riesgo sin la protección y remuneración adecuada, a la vez que se extorsionó a otros a flexibilizar sus tareas bajo la amenaza de ser transferidos allí.

Los auxiliares de portería son un caso testigo del ataque al salario y las condiciones de trabajo. Sus ingresos están en el piso de la menguada grilla salarial del escalafón general, por debajo de la línea de pobreza. Bajo el amparo de la Ley de emergencia económica no se ocupan los cargos vacantes de las Plantas Orgánicas Funcionales (POF) ni se reemplazan con nuevas designaciones las bajas de personal. Este vaciamiento es la antesala de la tercerización, que viene con salarios aún más bajos y convenios más desfavorables. Como tubo de ensayo la tercerización ya se implementó en la limpieza del nuevo edificio del ministerio, donde se adjudicó a una empresa asociada al jefe de gabinete Felipe Miguel un contrato de 20 millones de pesos.

Como se ve, los negocios y los ataques a los trabajadores municipales son dos caras de una misma moneda. Así sucede en la Dirección General de Administración de Recursos, donde fue removida una gerenta del área, que ocupaba su cargo a través de la carrera administrativa, y dos arquitectos, desmantelando el plantel profesional. Posteriormente fue puesto en disponibilidad, en total irregularidad, uno de los trabajadores que rechazaba las medidas. Una de las empresas que la nueva gerencia debería controlar es Mantovana, con un prontuario escandaloso de licitaciones. En fin, un desfile de negocios a costa de los derechos laborales de la planta permanente.

Hoy la mayoría de los trabajadores del Ministerio cumple funciones bajo teletrabajo, otra plataforma de flexibilización laboral donde una parte de los costos de producción se trasladan al salario (congelado). Las facturas de luz, internet, telefonía, así como la compra o reparación de computadoras, cargan con jornadas laborales que en algunos casos se prolongaron, a la par de las tareas domésticas y de crianza. La Ley de teletrabajo se aplicaría recién en tres meses. Mientras, los funcionarios organizan guardias innecesarias en las oficinas y planifican una vuelta al trabajo presencial sin ningún abordaje que dé cuenta de la crisis sanitaria en su peor momento. La pandemia mostró, asimismo, que la mudanza del edificio a la Villa 31 no fue parte de ninguna urbanización, solo otro negocio.

¿Con qué herramientas contamos para enfrentar la degradación salarial y la flexibilización? Los sindicatos deberían ser un instrumento básico, pero a causa de sus conducciones resultan un bloqueo. La lista Azul y Blanca que dirige la gremial Sutecba firmó una paritaria corta y a la baja, dejó pasar el congelamiento salarial y el pago diferido del aguinaldo. Es cómplice de la política de Larreta y, para ocultarlo, ahora publicita la promoción horizontal dentro de una carrera restrictiva, con baja evolución salarial, y donde quienes más progresan son los amigos de Amadeo Genta. La junta de ATE, dirigida por la lista Verde y Blanca, se declara opositora pero no lo muestra en la acción, con una completa pasividad.

La entregada permanente y la parálisis tienen un cauce común. Si algo comparten la Azul y Blanca de Sutecba y la Verde y Blanca de ATE es su aferramiento al gobierno nacional, cuya política para los estatales nacionales también incluye congelamiento salarial y pago en cuotas del aguinaldo. Desde Tribuna Municipal defendemos la independencia política de los sindicatos respecto de los gobiernos, como un cimiento para que sean verdaderas herramientas de organización de los trabajadores. Es precisa una intensa deliberación entre los trabajadores del ministerio para organizarnos en defensa del salario y nuestras condiciones de trabajo. Con esta y otras notas buscamos dar un aporte en este desarrollo.

• Reapertura de la paritaria municipal. Aumento salarial de emergencia y actualización mensual por inflación. Bono de 20 mil pesos por tarea presencial.
• Pase a planta permanente de los contratados y de la planta transitoria bajo el convenio más favorable.
• Aprobación sin recortes de las estructuras del Ministerio de Educación y las dependencias descentralizadas para el personal bajo ley 471.
• Derogación del programa Servidores Públicos. Basta de aprietes y refuncionalizaciones forzosas. Por la reposición en sus puestos del personal desplazado en la DGAR.
• Financiamiento de herramientas y servicios de teletrabajo. Respeto de la jornada laboral y del derecho a desconexión.
• Basta de tercerización y vaciamiento para los auxiliares de portería. Incorporación de personal y pase a planta de todo el personal tercerizado.
• Por protocolos sanitarios para las tareas presenciales discutidos por los trabajadores. Insumos completos y de calidad. Testeo y aislamiento para los contactos estrechos.