Sindicales

7/10/2021

CGT Córdoba: un congreso extraordinario para encubrir a los responsables de la reforma laboral

Por un congreso de delegado-as con mandato de base para derrotar el ajuste.

José Pihen, secretario general de la CGT Córdoba.

Sin que mediara más que un comunicado, la CGT regional Córdoba, que congrega a 69 sindicatos, se apresta a realizar un congreso extraordinario este jueves 7 de octubre en el predio de Camioneros de la localidad serrana de Casa Grande. Su objetivo es “debatir, fijar posición e impulsar la movilización frente a proyectos de eliminación de la indemnización por despidos incausados y otros referidos a las organizaciones sindicales y las obras sociales”.

El texto de convocatoria que emitió la central dirigida por el legislador schiarettista y secretario general del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), José Pihen, se refiere a los proyectos para eliminar las indemnizaciones que presentaron el senador nacional Martín Lousteau (UCR) y el diputado macrista Héctor Stefani; pero prosigue con una crítica a intendentes y jefes comunales por su responsabilidad en precarizar a trabajadores dentro del Estado a través de becas o contratos precarios con sueldos miserables de entre 10 y 15 mil pesos.

El congreso de la CGT se desarrollará en el marco de la crisis que atraviesa el gobierno de Alberto Fernández luego de las Paso. La burocracia sindical atinó movilizar para apoyar al presidente después de la derrota, pero de inmediato se alineó con el recambio ministerial y la asunción del nuevo gabinete derechista. Recordemos que el nuevo jefe de gabinete, Juan Manzur, había votado la reforma previsional en 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, lo que suscitó una verdadera rebelión obrera para derrotarla. En ese entonces, la CGT acordó con el gobierno de Macri los 14 puntos de la reforma que intentaron concretar junto a la reforma previsional. Luego de las enormes jornadas del 14 y del 18 de diciembre, que fueron brutalmente reprimidas (y por las cuales aún continúan procesados  Cesar Arakaki, Daniel Ruiz y encarcelado Sebastián Romero), la reforma laboral se “archivó”. Sin embargo, las patronales avanzan ahora con una reforma laboral de hecho, fábrica por fábrica, convenio por convenio; y las conducciones de la burocracia sindical de todo pelaje avalan esta afrenta.

En Córdoba, el blanco fueron los convenios de municipales (Suoem), Luz y Fuerza y UTA. En el caso del Suoem, con el intendente Martín Llaryora se avanzó sobre uno de los estatutos más preciados para la clase obrera cordobesa, el municipal, a través del programa de “servidores urbanos” o “chalecos celestes”. Con este programa de incorporación de monotributistas y trabajadores nucleados en cooperativas se reemplazó el trabajo estable de planta por un salario que apenas supera los 10 mil pesos, con el objetivo de evadir el pago de aportes, a la par en que  se modificó el salario y las condiciones de trabajo de los efectivos.

Durante la pandemia, las movilizaciones de los y las municipales contra estos y otros ataques de Llaryora fueron masivas y duramente reprimidas. En el caso de UTA, también. Con respecto a Luz y Fuerza, el gobierno de Juan Schiaretti anuló conquistas de los trabajadores y, tras el afán de años de descuartizar el convenio a través de la Justicia, avanzó con la causa judicial contra la Comisión Directiva e intervino el combativo sindicato lucifuercista, avalado por el gobierno de Fernández y con el silencio ominoso de la CGT. Toda la denuncia a esta política de aplicación concreta de la reforma laboral en sindicatos estratégicos es cuidadosamente omitida en el documento de convocatoria al congreso cegetista. Incluso, la denuncia de Pihen a la precarización dentro del Estado es una impostura total, porque es el propio SEP y la propia Uepc (sindicato docente) quienes la permitieron.

La burocracia sindical cuestiona la reforma para la tribuna pero la acompaña con su firma sector por sector, como se ve en el acuerdo Smata- Toyota. Por eso, con esta convocatoria local, Pihén, Juan Monserrat de la Uepc y el Smata pretenden desligar al gobierno nacional y al provincial por su apoyo a esta medida antiobrera, y endilgársela al macrismo. A la vez, ocultan su propia responsabilidad en la situación de pobreza, de pulverización del salario y de ataque a los convenios colectivos que atraviesa el movimiento obrero cordobés.

Como se ve, el PJ-kirchnerismo ya se encuentra en la misma ruta de reforma laboral que agita el candidato de Macri-UCR, Luis Juez, o que agitan también los Milei- Espert. Solo el Frente de Izquierda – Unidad plantea que no pase esta reforma. Es necesaria la ruptura de las organizaciones obreras con el gobierno y asambleas en todos los lugares de trabajo para darle una salida obrera a la crisis. Denunciamos que la parálisis de la CGT es cómplice de que ganen espacio en la situación política los planteos antiobreros del gobierno y la derecha. Vamos por la unidad de trabajadores ocupados y desocupados en un congreso de delegado-as con mandato de base para votar un plan de lucha. El reciente plenario de la CSC debatió y votó un pliego de resoluciones para impulsar esta perspectiva.