La Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores Radio Nacional Buenos Aires llevó adelante el lunes 13 de agosto, hasta la noche de esa jornada, un paro contundente. Fue una medida de lucha ante la falta de convocatoria a una mesa paritaria luego de que pasaran 113 días del vencimiento del acuerdo paritario, como así también por el pase a planta permanente.

Luego de lanzada la medida, la empresa anunció oficialmente el pago de un bono de 2.000 pesos a cuenta de la paritaria, una reacción arrancada a la patronal con el paro y que es una señal de análisis en el contexto de la paritaria cero en la TV Pública y los más de 350 despidos en la agencia de noticias nacional Télam.

Así las cosas, con la paritaria vencida, las burocracias de Aatrac (Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones) y Ajeproc (Asociación del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de las Comunicaciones) salen al rescate de la empresa diciendo que “se están reuniendo”. Sea o no cierto, la realidad es que el salario sigue retrocediendo. A esto se suma el vaciamiento que el Gobierno está llevando a cabo en los medios públicos.

El proceso de vaciamiento que se inició ni bien asumió Macri –en una línea de continuidad con la precarización del kirchnerismo– obligó a todas las radios del interior a elegir con cuál frecuencia se quedaban para emitir programación propia mientras que la otra, sea AM o FM, debía retransmitir LRA1 –es decir los contenidos producidos en Buenos Aires. El ataque sin prisa ni pausa prosiguió en enero de este año con el despido de 16 compañeros contratados y continúa con el extendido plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas.

En las provincias, ya no hay suficientes trabajadores para que esas emisoras transmitan con programación propia, por lo que aún en las frecuencias que deberían transmitir las realidades locales, se ven obligadas a conectar con LRA1.

En los sitios más recónditos, Radio Nacional es el principal medio de comunicación virtualmente interactivo que tiene la gente, ya sea para informarse o hasta como complemento o sustituto del teléfono, el correo, Internet, los mails u otras vías disponibles en los centros urbanos, pero de las más escasas y con capacidades más débiles de soportar los rigores climáticos en algunos puntos del país.

Los únicos que entendemos la necesidad de contar con la radio y el rol social que ella cumple somos los trabajadores. Por eso nos pronunciamos en defensa de la independencia de contenidos de cada una de las 49 emisoras que Nacional tiene en todo el país. Este jueves, la asamblea volverá a reunirse para evaluar los siguiente pasos de lucha.

Por el inmediato aumento del 25%.

Contra el vaciamiento de los Medios Públicos.

En defensa de Radio Nacional.