Lxs trabajadorxs de la salud que nos encontramos en la primera línea de lucha contra el Covid-19 sufrimos sistemáticamente la pérdida de nuestro salario como consecuencia de la inflación, los tarifazos y las paritarias a la baja.

El “aumento” del 17,5% en 3 cuotas no acumulativo por seis meses, firmado por la burocracia del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), ha sido un mazazo contra nuestros ingresos. Frente a una inflación acumulada que ya superó el 22% en nuestra provincia nuestro poder adquisitivo es cada vez menor y nuestros sueldos se encuentran muy por debajo del costo de la canasta básica familiar. Los esenciales tenemos salarios de pobreza.

A este grave cuadro hay que sumarle el atraso de aproximadamente un 9% establecido durante el 2020 y la situación histórica que vivimos, ya que año tras año nuestros ingresos pierden la carrera contra la inflación.

Sigue la postergación de las prometidas 3 cuotas del bono de 6.500 pesos, que no alcanza de por sí a compensar el poder adquisitivo perdido, y que además se licúa cada vez más. Mientras tanto se siga posponiendo su pago, es la demostración de la política de ajuste que impera en el sector por parte de los gobiernos, con la connivencia de las burocracias sindicales.

La persecución sindical perpetrada por el gobernador Juan Schiaretti contra lxs trabajadorxs que se disponen a enfrentar la política hambreadora es una orientación que no se puede dejar pasar. Y más cuando lxs trabajadores denuncian el estado calamitoso de los hospitales. El hostigamiento por parte del gobierno queda en evidencia con las amenazadas efectuadas contra Verónica Reyes o el intento de llevar a un juicio por desafuero a Estela Giménez, es la muestra de hasta donde pretende llegar este gobierno.

Así las cosas, tenemos una batalla clave frente a la paritaria que se reabrirá formalmente en unas semanas. La situación es insostenible y ya está generando procesos de deliberación con asambleas como las que se desarrollaron en el Hospital Tránsito Cáceres o en la Maternidad Provincial, camino que debemos profundizar para superar la entrega de la burocracia y conquistar un salario digno, tal como hicieron lxs elefantes neuquinxs que con piquetes, paros movilizaciones y un frente único de los hospitales lograron vencer el piso pactado por ATE-UPCN conquistando un incremento salarial superior al 50%.

Vamos por la deliberación de todos los hospitales y un frente único de lucha que supere a la burocracia sindical. Por la defensa de un salario igual a la canasta familiar desarrollemos la acción independiente por $100.000 de básico y cláusulas de actualización. La actividad convocada por el personal del Tránsito Cáceres para el próximo miércoles 7 de julio a las 11hs debe ser el puntapié de un plan de lucha de todo el sistema sanitario. Solo lxs trabajadorxs le podemos dar una salida a la crisis.

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