Sindicales

26/4/2021

Córdoba: trabajadores de la salud vuelven a parar el 30 de abril

Con la acción independiente se puede quebrar el ajuste salarial y jubilatorio.

Lxs trabajadorxs de la salud de la provincia de Córdoba vuelven a parar el próximo 30 de abril. El planteo de un salario de $70.000 de básico es uno de los reclamos que impulsan la medida de fuerza, además, se rechaza el pluriempleo y se exige la incorporación de más personal y el pase a planta permanente para terminar con la precarización.

La acción de lucha es la continuidad de todo un proceso que viene surgiendo desde el corazón de las bases, fue su impulso el que arrancó los paros y la defensa de lxs trabajadorxs frente a las respuestas persecutorias por parte del gobierno. En este punto, vale citar las asambleas y cortes en el hospital Transito, en rechazo al traslado de la médica de Lujan Suárez.

En efecto, la reacción del gobierno, mediante aprietes y traslados, busca regimentar una protesta que crece atizada por el ajuste salarial y una inflación que ubica a trabajadores esenciales por debajo de la línea de la pobreza.

Sin dudas, a fuerza de asambleas, cortes de calles y paros, se está instalando el reclamo de lxs trabajadorxs de la salud en la agenda mediática. En ese sentido, La Voz del Interior, en su edición del 25 de abril, sacó una nota titulada “Covid-19: los sueldos del sector salud, con un retraso similar al de la prepandemia”, el texto toma denuncias presentadas largamente por el colectivo del personal de los hospitales.

La citada nota menciona que “en el sector público provincial, la suba del salario en blanco promedio entre febrero de 2020 y 2021 fue de apenas 19,7%”, este porcentaje “representa 16,4 puntos menos que la inflación del año que pasó, que cerró en 36,1%”. Los últimos datos pertenecen a La Caja de Jubilaciones.

En tanto que en el sector privado la mencionada fuente da cuenta que “el salario promedio en el sector es de 48.640 pesos”. Un dato clarificador de la situación en las clínicas privadas es que “una enfermera de piso que trabaja en una clínica privada desde 2015 gana hoy en mano 42.225 pesos”, muy por debajo de la línea de pobreza. Esto en el caso de que cobren al día. En la Clínica Chutro, por ejemplo, sus trabajadores salieron a la calle para reclamar sus haberes.

El gobierno, en su defensa, argumenta que el “sector tuvo un aumento del 25 por ciento promedio”, lo que sumado a los bonos, el salario de un trabajador de la salud “superó por dos puntos a la inflación”, afirmación que no se condice con la realidad. De todos modos, el gobierno queda en evidencia por las sumas en negro establecidas en bonos que no aportan a las jubilaciones.

En donde hasta ahora el gobierno no ensayó ninguna defensa es en el estado de situación de residentes médicxs. Sucede que reciben una paga de $34.600, y, aún con la realización de guardias de 10 o 12 horas, no llegan a cubrir el costo de la canasta básica. Sobre este sector, el oficialismo ejerce presión negándoles derechos elementales.

Vale señalar que la paritaria firmada por la burocracia sindical convalidó la mencionada perdida salarial, y, para peor, ya se prefigura que este año salarios y jubilaciones también estarán muy por detrás de la inflación. De ahí la justeza del reclamo de quienes están en la primera línea.

Tomado de conjunto, el sistema de salud público y privado funciona bajo condiciones de precariedad laboral, pluriempleo, y, en su mayoría, con trabajadores bajo la línea de pobreza, aún en plena pandemia. En este marco, el anuncio del gobierno de incrementar más camas sin nombrar el personal necesario que las atienda da cuenta de toda una orientación de quienes gobiernan.

La huelga en Neuquén marca un camino

Hace más de 55 días que lxs trabajadorxs de la salud de Neuquén vienen reclamando por una agenda similar a la que tienen sus colegas en Córdoba. La huelga en la provincia patagónica fue tomando fuerza, al punto de arrancar una mesa de negociación y de quebrar la política de techo salarial.

La lucha es el resultado de una autoconvocatoria, creada por fuera de la burocracia sindical que está metida a fondo con la política de pacto social con los gobiernos ajustadores.

En este escenario, es claro que la huelga de Neuquén obligó al gobierno a sentarse a discutir el salario. Consiste en un método de organización que sobrepasó a la burocracia sindical, el cual coloca a las y los trabajadores como protagonistas. Así forjaron una dirección independiente con la que sostuvieron un plan de lucha que recoge los reclamos más sentidos desde el corazón de las bases.

La huelga de Neuquén marca toda una perspectiva a recorrer para conquistar los reclamos pendientes. Todo el apoyo al paro de las y los trabajadores de la salud cordobeses, cuidemos a quienes nos cuidan.