Durante esta semana se están realizando reuniones  entre los cuerpos de delegados del Sutpa (peajes) y las empresas concesionarias de los accesos. Esto se debe al proceso de automatización de las estaciones mediante la instalación de sistemas que posibilitan el control remoto de las vías y la gestión de las estaciones.

Además de esta implementación, se habilitará el audio de todas las cámaras de seguridad, inclusive de las cabinas, lo que implica un avasallamiento de la intimidad de los trabajadores y las trabajadoras. Este tipo de intromisiones roza lo ilegal.

Estas novedades vienen acompañadas de una rediscusión de las dotaciones de todas las estaciones de la Panamericana y del Acceso Oeste. ¿Quién decidirá la continuidad del plantel de trabajo? ¿Qué mandato  el gremio y su cuerpo de delegados llevarán a dicha reunión? ¿Qué grado de legitimidad tienen para decidir sobre nuestro futuro laboral?

El Sutpa debe convocar de inmediato a asambleas por sector para poder discutir todas estas cuestiones y organizar la defensa de los puestos de trabajo. No parece lógico que una de las actividades que más ganó en los últimos 3 años (cotización récord en la bolsa de valores de sus acciones, suba de tarifas exorbitantes y magros aumentos salariales en comparación) pretenda ahora hacernos creer que necesita reducir personal. Es una impostura de  grandes proporciones, inadmisible.

Mientras en Capital el sindicato de comercio entrega los puestos de trabajo en pos de una reubicación incierta e ilusoria, el Sutpa está dejando pasar la gran oportunidad (¿adrede?) para organizar a un conjunto de trabajadores enorme, de casi 1000 empleados sólo en Panamericana. Sería una masacre laboral que todos estos trabajadores quedaran en la calle.

Ningún despido en los accesos. Recomposición salarial inmediata e indexación por inflación. Asamblea ya por sector y deliberación y votación de un plan de lucha por la defensa del salario y de los puestos de trabajo.