El Ministerio de Trabajo acaba de frenar el aumento de los trabajadores bancarios. Aunque la paritaria firmada es de sólo el 20%, que según todas las previsiones estará por debajo de la inflación prevista del 2017, el gobierno se excusa en el impacto inflacionario que tendría el aumento. Su decisión es imponer el techo del 18% en cuotas para el conjunto del movimiento obrero. 

 

Triaca argumentó que el acuerdo no está vigente porque la patronal de los bancos extranjeros no lo ha firmado. Pero lo cierto es que fue el propio Banco Nación quien operó abiertamente con sus nuevas autoridades para bloquear la aplicación del aumento. Su vicepresidente, Enrique Szewach, le pidió a Triaca que anuncie que la paritaria no está vigente.

 

El argumento del impacto inflacionario de una paritaria del 20% es una patraña. Un criterio opuesto se utiliza para las privatizadas, que recibirán en las próximas semanas aumentos tarifarios que llegarán hasta el 80%. Otro tanto ocurre con las petroleras que serán premiadas con aumentos trimestrales durante el 2017. 

 

La capacidad de la patronal bancaria está fuera de cuestión. Durante el año 2016 las ganancias de los bancos superaron todos los récords. Con la devaluación primero, y con las altas tasas de interés de las Lebac en segundo lugar, los bancos tuvieron beneficios superiores al 60% anual. 

 

A pesar de que el anuncio coincidió con la reunión de la CGT en Mar del Plata, no se conoce pronunciamiento alguno de repudio a la resolución del Ministerio de Trabajo. El gremio bancario sí amenazó con un paro para el día lunes aunque aún no ha sido formalizado. 

 

Es necesario una respuesta del movimiento obrero para derrotar esta decisión del Ministerio de Trabajo empezando por un paro inmediato del gremio bancario.