Sindicales

28/2/2024|1687

El rol de la lucha salarial (y jubilatoria)

¿Alcanza con las paritarias? ¿Alcanza el plan de lucha piquetero?

Paro ferroviario

En el momento de escribir estas líneas tres sindicatos aeronáuticos paralizan la aviación argentina: APA, Upsa y Apla. La semana pasada no corrió un solo tren por el paro fraternal. Paró también Atsa (sanidad) y de manera desigual pararon los docentes de todo el país por la decisión (tardía) de Ctera.

No faltó algún medio mileísta que titulara que la CGT no hace paro general, pero eligió desgastar al movimiento obrero mediante paros por las paritarias. Es al revés, la burocracia sindical se deja desgastar gremio por gremio en el marco de una ofensiva general que requiere una respuesta general.

Es que el eje de Milei, aún en medio de la crisis política con los parlamentarios y los gobernadores, aún sin resolver su crisis de gabinete y la configuración definitiva de su gobierno, es seguir redoblando el rodrigazo, con más tarifazos, más motosierra y licuadora y presentarse a la apertura de sesiones con una batería de leyes antiobreras, contra los trabajadores ocupados, contra los desocupados y contra los jubilados que han perdido un 30% en tres meses. Destruye el Potenciar Trabajo, cero alimentos a 45.000 comedores, desenganche de los planes sociales y decreta un salario mínimo de recontra indigencia.

Semejante ajustazo que no tiene antecedente desde la dictadura genocida y aún más, está derrumbando la actividad económica ya en caída libre en el último mes del año, cerrando un año de caída y augurando que vamos a centenares de miles de despidos en breve tiempo. Ya serían unos 150 mil directos e indirectos en la construcción, tenemos tres mil despidos industriales en Tierra del Fuego, 4.000 petroleros en la picota en Chubut, retiros voluntarios para 400 mecánicos sólo en Toyota mientras otras plantas suspenden, el anuncio de cierre por un mes desde el 18 de marzo de Acindar, los 60.000 despidos en el Estado que anunció Milei, con cierres directos como el INADI y otros más gruesos que se preparan. Sumemos los despidos en Bridgestone, conciliados por los paros del Sutna, pero en el marco de una ofensiva patronal y tantos otros como los tres mil del ajuste anunciado por el gobernador Zamora en Santiago del Estero que se replicarán en todas las provincias que reproducen el ajuste que a su vez se descarga sobre los municipios.

¿Qué relación tiene este cuadro con los salarios? Es que es de manual que en este cuadro de recesión aguda y despidos masivos, que siempre atacan al activismo, las paritarias están condenadas a la baja, por motivos de relación de fuerza, por motivos de ajustes empresariales, porque el Estado está a la cabeza de una operación combinada de despidos y rebaja de salarios reales por licuación.

Pues es lo que está ocurriendo. El otrora gremio combativo de Camioneros, nos referimos a su base, que supo protagonizar movilizaciones masivas y paros importantes, ha firmado, por ejemplo, una paritaria a la baja que convalidó un aumento del 12,5% en enero y del 21% en febrero, con salarios promedios de escala pelada (sin viáticos ni extras en las rutas) en un promedio de $600.000 en febrero. Firmó sin lucha aumentos para marzo y abril, pero lo perdido, perdido está y veremos el futuro. Es un botón de muestra, porque la Uocra firmó 20% para enero; la UOM 25,5% sobre una pérdida fuerte en 2023 con salarios de pobreza en el convenio; Comercio pactó un importe no remunerativo para enero para disimular la caída histórica en las escalas, que también pierden aunque sume presentismo, porque quedó debajo de la línea de pobreza de enero que es la friolera de $596.823 según el Indec. Las excepciones son contadas con los dedos de la mano: el Sutna y su paritaria indexada hasta marzo, Bancarios que pasa el millón o aceiteros en niveles similares. Pero son las excepciones que confirman la regla: salarios, jubilaciones y planes sociales están siendo demolidos. Y se viene la caída de subsidios total para la clase media en la tarifas de servicios con cualquier excusa, además de que 800 mil trabajadores perdieron el salario familiar por desactualización de los topes y las prepagas están poniendo en jaque el sistema entero de salud porque impacta en las Obras Sociales sindicales.

Las centrales vienen el 8 de marzo y el 24, para eludir el paro nacional y el plan de lucha

Lo ha reconocido Daer, las paritarias van a la baja. Además Andrés Rodríguez firmó un 12% en febrero para los estatales, dividiéndolos de toda lucha con el resto de gremios del sector y del resto del movimiento obrero. O sea que la propia burocracia lidera con sus firmas la licuadora de Milei. En la parte privada dicen “prioricemos el salario” ante la ola de despidos, en la parte estatal “prioricemos los puestos de trabajo” ante aumentos recontramiserables. No defienden ni una cosa ni la otra.

Por eso hubo carnereaje en el paro ferroviario de parte de la Unión Ferroviaria y otros y después en el paro aeronáutico de parte de Apta y AAA. Por eso ATE mutó su paro del 26 a una “jornada” inexpresiva, donde, por ejemplo, la Comisión Interna del Inti ni se reunió para discutir (y ni hablar de transmitir) la modalidad de la lucha de la “jornada”. Una mentira clásica del centroizquierda sindical: un no paro.

La estrategia de la CGT y con ellas las CTAs, es eludir el paro activo nacional y un plan de lucha. Anunciaron que movilizarán el 8 de marzo y el 24 de marzo, bienvenidos a nuestras luchas históricas, pero lo hacen para eludir un plan de lucha. Levantaremos esas banderas con el Plenario de Trabajadoras y la izquierda y con Memoria, Verdad y Justicia el 24 de marzo, como las levantamos el 24 de enero.

La lucha salarial es vital, es central. Es el punto de partida contra el DNU, contra las leyes que vengan desdoblando la ley ómnibus (o la insistencia en la misma ley), contra el protocolo, contra todo. La lucha es de conjunto para potenciar la lucha sectorial, sea fabril o de gremio. Desde el clasismo tenemos que intervenir, en cada batalla salarial, impulsar las que no se dan, unir el ahora plan de lucha unificado del movimiento piquetero con los sindicatos, movilizar con todo en jubilados. Por eso enarbolamos, con la misma fuerza que lo hicimos en las jornadas de diciembre y enero, el planteo de paro general activo y plan de lucha. Cada lucha debe preparar la reacción de conjunto para voltear el plan Milei.

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