Los fabriqueros de Fanazul, trabajadores de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) bonaerense y del Senasa convergieron hoy en una enorme jornada de lucha contra los despidos en el Estado, una de las manifestaciones más agudas del plan de guerra de Macri contra los trabajadores.

Un poco antes del mediodía, los trabajadores del Senasa, que enfrentan 130 despidos, realizaron una protesta en las inmediaciones del Aeropuerto Nacional de Ezeiza. A ellos se sumaron los empleados de la UEP, en lucha contra el intento de Vidal de imponer la disolución del organismo y por la recontratación de más de 100 despedidos, quienes vienen de desarrollar un contundente paro el jueves 11 –que incluyó una movilización al Ministerio de Educación provincial y la Gobernación, con el apoyo de otras juntas internas y el Suteba Ensenada. Los fabriqueros de Fanazul, por su parte, arribaron en caravana desde el interior al piquete de los trabajadores del Senasa en la autopista Ricchieri. Finalmente los estatatales se dirigieron al Ministerio de Defensa (del cual depende Fanazul), donde tuvo lugar un acto.

"Los sindicatos argentinos están siendo puestos a prueba. Después del 14 y el 18 tenemos otra fuerza para encarar la lucha. Vamos por la reincorporación de los compañeros, que no pase la reforma laboral. Vamos por un paro activo nacional" @nestorpitrola en la caravana de Fanazul pic.twitter.com/4x7TH1UVNt

— Prensa Obrera (@prensaobrera) 17 de enero de 2018

"Estamos en una ofensiva en la cual el gobierno es la vanguardia de los despidos en el país" @solanopo legislador del #FrenteDeIzquierda, esperando la caravana de los trabajadores de #Fanazul pic.twitter.com/6WHp6QfaI6

— Prensa Obrera (@prensaobrera) 17 de enero de 2018

En la jornada de lucha estuvieron presentes también estatales de diversas seccionales de ATE Provincia de Buenos Aires (La Matanza, Moreno, Berazategui, Ezeiza). Cabe mencionar especialmente la presencia de los estatales de Quilmes, que venían de la toma del municipio (ver nota).

En resumen, la jornada fue un resumen de las tendencias a la rebelión contra el ajuste y los despidos que anidan entre los trabajadores públicos.

Fanazul

Los trabajadores de Fanazul, la fábrica de explosivos cuyo conflicto se ha transformado en uno de los más importantes contra la ola de despidos entre los estatales, habían protagonizado el domingo una caravana contra el cierre y los más de 200 despidos hacia la puerta de la planta de la que participaron aproximadamente 200 vehículos. El acto culminó con una suelta de globos y palomas protagonizada por los hijos de los fabriqueros. Al llegar la caravana a las puertas del lugar, éste se encontraba totalmente custodiado por la Policía Federal, tal como viene sucediendo desde el 28 de diciembre. La diputada Romina Del Plá participó de esa jornada.

El vicejefe de gabinete, Mario Quintana, recibió a solas al intendente de Azul, Hernán Bertellys (Cambiemos), pero no ha recibido en cambio a los trabajadores.

El PO local ha planteado en un comunicado “que se impulse una Asamblea Popular convocando a todas las organizaciones populares, políticas, sociales, sindicatos y comisiones internas, que resuelvan un plan de lucha para lograr la reapertura de la fábrica y la reincorporación de todos los trabajadores”.

Néstor Pitrola, que acompañó la caravana de los obreros de Fanazul del miércoles, dirigió allí unas palabras a los trabajadores: “ATE está siendo puesto a prueba; los sindicatos en Argentina están siendo puestos a prueba; pero creo que después del 14 y el 18 de diciembre tenemos otra fuerza para encarar la lucha: los hemos golpeado, han tenido que archivar momentáneamente la reforma laboral. Vamos por la reincorporación de los compañeros, que no pase la reforma laboral, y a quebrar los topes de las paritarias”. Fue aplaudido por los luchadores al sostener que “vamos por un paro activo nacional, pasemos por arriba a los traidores de la CGT”.