Sindicales

7/10/2021

Importantes debates en el plenario de la Coordinadora Sindical Clasista

El reciente plenario de la Coordinadora Sindical Clasista realizado en el Amba fue escenario de un debate muy profundo acerca de las tareas del movimiento obrero en la etapa actual.

Los compañeros del Polo Obrero (Gabriela De La Rosa y Eduardo Belliboni) señalaron un aspecto clave en la lucha actual contra la reforma laboral que quieren imponer las patronales: la campaña furibunda de los capitalistas y el gobierno para eliminar los planes sociales, no para reemplazarlos por trabajo genuino, sino para evitar que sean un piso salarial entre los sectores más descalificados y desprotegidos de tareas agrarias, de la construcción y otras, en blanco y en negro. Por otro lado como parte del ajuste de cuentas fiscales y, por fin, para pasar por un período esos fondos a subsidios a las patronales. Todo un plan antiobrero.

Los planes sociales fueron y son arrancados por el movimiento piquetero como parte de la lucha de fondo por trabajo genuino, es decir, bajo convenio y ante la ausencia de un seguro al desocupado. En un país con desocupación estructural, masiva y creciente, desde hace décadas, suplieron en parte al seguro al desocupado.

Para la derecha son un simple gasto que alimenta vagos “sin cultura del trabajo”, para el gobierno peronista son una traba para la “reactivación productiva de la industria” que pregona, en base a plantillas de trabajadores que ingresen a las fábricas directamente precarizados y con salarios de indigencia. Así lo declaró el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, abanderado en la ofensiva contra los planes sociales, que trasparentó que el gobierno “no descarta la posibilidad de una reforma laboral” y que tampoco “tiene problema en que se discutan convenios laborales que en muchos casos son viejos” (Bae, 5/10). Toyota marca ese camino, como se explicó ampliamente en el plenario.

Quebrar esta ofensiva contra la eliminación de la asistencia social a los desocupados, e imponer el acceso a trabajo genuino, es un punto estratégico común para ocupados y desocupados en la lucha contra la reforma laboral en curso y la que vendría.

Varios analistas de la burguesía han planteado este punto como uno de los choques al interior del oficialismo que paraliza al gobierno, como la lucha abierta con los movimientos sociales integrados al Frente de Todos, por la disputa de los recursos del Ministerio de Desarrollo Social entre el Movimiento Evita y los punteros del PJ. Sobre la eliminación de los planes se expidió también Alberto Fernández en la Convención de la Cámara de la Construcción que se realizó en la Sociedad Rural. Del otro lado de la grieta, el exintendente de San Miguel, Joaquín de La Torre, ex PJ hoy integrante de Juntos, sostuvo que uno de los motivos de la derrota del peronismo es que los punteros perdieron el control del “territorio” a manos de los movimientos sociales.

La resistencia de la CGT a integrar a la Utep (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) en su seno es un reflejo, en parte, de esta ofensiva, a pesar del papel de contención que vienen jugando el “Evita”, Barrios de Pie y la CCC y su apoyo a la reforma laboral. Rodolfo Daer, el burócrata de la Alimentación, les cerró la puerta: “los estatutos son muy claros y es para trabajadores organizados dentro de una rama de actividad” (Infogremiales, 6/10)

La lucha de la Unidad Piquetera impulsada por el Polo, que el 13 de octubre volverá a la carga por sus reclamos, está colocada en el centro de la situación política, como una vanguardia multitudinaria y combativa del movimiento obrero contra el ajuste del gobierno, la oposición derechista, la burocracia sindical y el FMI.

Las y los compañeras/os del movimiento obrero ocupado se sumaron a los planteos de los compañeros del Polo. María Demateis, de Textilana, y las compañeras que la acompañaban, explicaron muy claramente cómo el avance en flecha de la desocupación en Mar del Plata envalentonó a la patronal de Mauro Sergio para profundizar los ritmos de producción a niveles insoportables, con salarios que apenas superan la línea de pobreza. Romina Del Plá recordó cómo Juan Manzur capitaneó en el 2017 el apoyo mayoritario del PJ a las leyes antiobreras de Macri, contra la jubilación y de reforma laboral, que la movilización popular enfrentó masivamente en las calles. Daniel Rapanelli puso de manifiesto la avanzada en la reforma laboral docente que está aplicando el gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, con cargos precarizados, sin continuidad laboral y salarios de pobreza.

Miguel Bravetti desnudó el verso de la reforma laboral como salvación para generar empleo agitado por todos los candidatos patronales, con datos oficiales de la OIT que demostraron que en 63 países que se avanzó a fondo con las reformas de los convenios, el empleo y el salario cayeron aún más, con la complicidad de la burocracia de los sindicatos. Y desnudó el “modelo dinamarqués” que constituye un paraíso de la flexibilización laboral. Ileana Celloto, secretaria general de la AGD-UBA, denunció al gobierno por incumplir con la cláusula gatillo conquistada por los docentes universitarios mediante la huelga, completando otro aspecto que derrumbó el discurso de las burocracias de la CTA-Yasky y de la CTA-Godoy de que con el peronismo los salarios le ganarían a la inflación. Celotto marcó “el costo en el bolsillo de la estatización de los sindicatos”.

Las luchas obreras en desarrollo, muchas de las cuales estuvieron presentes en el plenario de la CSC, el repudio al ajuste antiobrero y a la colaboración de la CGT y de las CTAs, y el retroceso electoral del gobierno son la expresión de una experiencia en una parte de los trabajadores con el peronismo.

Se está desenvolviendo una importante vanguardia obrera que empalma con la gran votación de un millón y medio de votos de la izquierda con el FIT-U a la cabeza, que abre una situación más favorable para intervenir en los centenares de elecciones que ya se han largado en todos los sindicatos, como lo demuestra la gran elección de la Lista Multicolor en el gremio docente de Neuquén (Aten) y la recuperación y defensa de las juntas internas de Aluex y de Morvillo de parte de la Naranja Gráfica, una antesala de la gran elección que realizará la combativa lista Negra del Sutna en las próximas elecciones del 25 de octubre. Otras experiencias como Almafuerte en UTA también fueron mencionadas, donde logra emerger una lista de activistas honestos y combativos la burocracia retrocede o pierde.

Como parte de esa vanguardia, la CSC-PO votó una campaña militante en el movimiento obrero para multiplicar la votación del FIT-U en las elecciones de noviembre que nos refuerce para enfrentar en cada lugar de trabajo la reforma laboral. Ese fue el otro de los debates de peso, abordados por varios oradores. Gabriel Solano caracterizó a la derrota del 12 de setiembre como el traspié de un gobierno que se dice nacionalista y popular, pero que capituló ante el FMI y los bonistas, y gobierna para los capitalistas mientras hunde en la pobreza a la mitad de la población. Néstor Pitrola marcó que “con la colaboración de clases del peronismo y la burocracia perdemos” y destacó la intervención política en los barrios y en las fábricas, que amplió la influencia de la izquierda y el clasismo de cara a un momento clave para el movimiento obrero, antes y después del 14 de noviembre.