Sindicales
10/5/2025
La reforma laboral también avanza por una vía judicial inconstitucional
El Tribunal Superior de Justicia de la CABA (TSJ), se prepara para fallar contra los trabajadores y a favor de la impunidad de los Macri.

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TSJ de CABA
El fallo ´Levinas´ (Gabriel), de la Corte Suprema de la Nación CSJN, dictado a fines de 2024, y que habilitó a dicho operador mediático a recurrir en el Tribunal Superior de Justicia de la CABA (TSJ) una sentencia en su contra de la Cámara Nacional en lo Civil1 -en el marco de una demanda que le inició la familia del célebre artista León Ferrari a raíz de una disputa por unos dibujos que el periodista vendió y no rindió- abrió una compuerta hacia la reforma laboral y la impunidad del macrismo, tal como lo previmos en el 2020 en Prensa Obrera. Veamos:
Como es de público conocimiento, el TSJ es controlado de punta a punta por el PRO de Mauricio Macri, del mismo modo que los gobernadores “feudales” del PJ lo hacen con sus Cortes provinciales. Así, ni bien la Corte dictó el fallo ´Levinas´, el TSJ recibió casi simultáneamente la causa del Correo Argentino que tramita ante la Justicia Nacional en lo Comercial contra la familia Macri, causas de la Justicia Nacional del Trabajo con apelaciones de la parte patronal y la causa donde se condenó por gatillo fácil al expolicía Chocobar.
Los expedientes elevados no son pocos, por el contrario, el TSJ “ha recibido un total de 1.010 causas enviadas por la Corte Suprema, de las cuales hay 921 que son casos laborales. La mayoría son recursos de empresas de seguros y ART, por los intereses de las indemnizaciones fijadas en su instancia respectiva” (Infobae, 2/5).
El Fallo Levinas, y la doctrina que la Corte introdujo con él, tienen un claro carácter inconstitucional, porque la Constitución Nacional coloca a la Justicia Nacional de la Capital Federal (Fuero Laboral, Penal, Civil y el Comercial), como uno de los ámbitos de interés del Gobierno Federal, al cual no se le puede incorporar un órgano de revisión superior ajeno si no es por la vía de una ley del Congreso Nacional. Es decir que la Corte se apropió de una facultad privativa del Poder Legislativo.
Los macristas, autodesignados defensores de la “República”, salieron a festejar esta flagrante violación a la división de poderes emanada de los cortesanos con el engrosamiento de la estructura del TSJ, ya que rápidamente crearon “las Secretarías Judiciales de Asuntos Civiles y Comerciales, y la de Asuntos Laborales, y nombró a los funcionarios a cargo. A su vez, el tribunal designó a los secretarios que ocuparán las vacantes en la Secretaría Judicial de Asuntos Originarios y de Relaciones de Consumo, y la de Asuntos Contencioso-Administrativos y Tributarios” (ídem Infobae), y también, compraron nuevos edificios.
Pero el avance unilateral de la Corte y del gobierno de la Ciudad no se limita ahí, dado que, al comienzo de este año, el Consejo de la Magistratura de la CABA lanzó concursos públicos de magistrados para la creación de un Fuero del Trabajo de la Ciudad, que intentará arrogarse las competencias relativas al derecho individual del trabajo que son exclusivas de la Justicia Nacional del Trabajo, hasta tanto una ley del Congreso Nacional disponga lo contrario.
En total, los cargos que se pretenden crear suman “diez (10) jueces de Primera Instancia del Trabajo; seis (6) jueces de la Cámara de Apelaciones del Trabajo; un (1) fiscal de Cámara ante la Cámara de Apelaciones del Trabajo; dos (2) fiscales ante los Juzgados de Primera Instancia del Trabajo; un (1) asesor de Cámara ante la Cámara de Apelaciones del Trabajo; y un (1) asesor tutelar ante los Juzgados de Primera Instancia del Trabajo” (Justicia Primera, 16/2).
Que la Corte Suprema incurra en una manifiesta ilegalidad al incorporar al TSJ como órgano revisor de la Justicia Nacional, en particular la del Trabajo, y que el gobierno de la Ciudad avance impune e ilegalmente en la creación de un Fuero del Trabajo propatronal, pone de manifiesto que no se está frente a una mera componenda entre los cortesanos y el Pro, sino que se trata de una política de conjunto de la burguesía contra los trabajadores.
Por caso, el operador del PJ porteño, Juan Manuel Olmos, siempre impulsó esta perspectiva, a la par que aceitó con Daniel Angelici la repartija de cajas en la Justicia de la CABA.
Traspaso de la Justicia Nacional y lucha
Los judiciales siempre fueron un obstáculo al Traspaso de la Justicia Nacional a la CABA, dado que la masa de trabajadores siempre comprendió que el traslado a la Ciudad de Buenos Aires implicaba un ajuste salarial y un cercenamiento de la carrera judicial. De ahí el surgimiento de poderosos movimientos de lucha en la Justicia Nacional que confrontaron y derrotaron al macrismo durante su presidencia de 2015-2019, con el método de la huelga y la movilización.
Sin embargo, luego de un año y monedas de la gestión de Milei, la pérdida del salario alcanzó, con la complicidad de la Corte, un 35% neto de caída. Y, mientras la baja salarial se produce en la Justicia Nacional y Federal ante un Piumato que cada vez más luce impotente, la Justicia de la Ciudad -sensiblemente inferior en cantidad de personal- obtuvo aumentos salariales de acuerdo de la inflación. De ese modo, la diferencia salarial que siempre fue favorable a la Justicia Nacional, se invirtió.
Y, esta inversión de la ecuación salarial ahora es utilizada por la patronal para convencer a los judiciales nacionales de la conveniencia de un traspaso a la Ciudad. Sin embargo, resulta claro que se trata de una zanahoria. Porque en la medida que un traspaso aumente exponencialmente la planta de personal de la Justicia de la CABA, los salarios comenzarán actualizarse a la baja, como ocurre con los municipales, los docentes o los trabajadores de la salud, perjudicando por igual a los judiciales de la Ciudad y a los nacionales.
¿Y la CGT?
La cuestión del TSJ como órgano revisor de la Justicia Nacional del Trabajo solo fue tomada de palabra por la CGT, coherentemente con su actuación nula en la defensa de los trabajadores durante el gobierno del FdT, de Macri y ahora con el fracasado pacto de colaboración con Milei que avanza de lleno contra los sindicatos inclusive.
Pero esta modificación judicial no se trata de una cuestión privativa de los trabajadores que viven y/o trabajan en CABA, ya que, al ser la Ciudad la Capital Federal, la gran parte de las patronales del país tienen sus domicilios legales allí, lo que determina que sea el territorio de la Ciudad el competente para que los trabajadores inicien juicios.
Como se ve, la cuestión es grave, porque la clase capitalista, que ha llevado a la clase obrera a la precarización laboral y a convivir con el incumplimiento patronal permanente, ahora pretende reducir a su mínima expresión el último reducto del Estado burgués donde el trabajador puede reclamar por un derecho conculcado.
Es que, como ya dijéramos, que el TSJ “comience a intervenir como órgano de alzada del conjunto de la justicia nacional, haría, por ejemplo, que todas las sentencias favorables que los trabajadores obtengan en la Cámara Nacional del Trabajo se puedan dar vuelta en el TSJ, cobrando éste un carácter casatorio a favor de las patronales.” (Prensa Obrera 12/10/2020). Y, tal se aprecia, también sería la vía por la cual el operador de la “ficha limpia” que no fue, se libraría de las consecuencias judiciales de sus desfalcos en el Correo Argentino.
Este cepo que las patronales le quieren colocar al reclamo judicial de los trabajadores, de igual manera que al cepo a las paritarias que impone Milei, hay que derrotarlo con el método de la huelga general activa de los trabajadores.
1En la Capital Federal, siempre existió la Justicia Nacional, dividida en cuatro fueros (Penal, Civil, Laboral y Comercial), la que convivió con la Justicia Federal. A partir de la reforma constitucional del '94, se dio autonomía a la Ciudad y se le permitió la creación de una Justicia de tipo vecinal, regulada por la llamada ley “Cafiero”, a partir de la cual se creó una Justicia en lo Contencioso Administrativo y Tributario y otra en lo Contravencional y de Faltas.

