Sindicales

4/6/2021

salarios

Paritarias 2021: las únicas tres por encima de la inflación se arrancaron luchando

El Sutna, los vitivinícolas y los estatales de Neuquén marcan el camino para defender el salario.

Un artículo publicado el jueves 3 en Clarín recoge, uno por uno, cuáles fueron los montos de actualización salarial en cada una de las últimas paritarias. El ranking lo encabezan los trabajadores vitivinícolas, que conquistaron un aumento del 57% luego del enorme paro nacional con jornadas de movilizaciones y piquetes en la puerta de las bodegas. Una experiencia que se replicó fuerte en distintas provincias como Mendoza, Salta y San Juan.

Se hace llamativo que el Sutna clasista y combativo, que cerró la segunda paritaria más alta con un 54% asegurado y una cláusula de un 5% por encima de cualquier salto inflacionario, fue completamente borrado del ranking que elaboró Clarín. Pero ello no oculta que el sindicato del neumático, una vez más desde que la antiburocrática lista negra lo recuperó de las manos de la burocracia sindical, cerró un acuerdo de mejora salarial con los métodos del clasismo. La deliberación de los trabajadores de cada fábrica y las acciones de lucha en todas las plantas volvieron a demostrar la efectividad de la organización de la clase obrera por sus reivindicaciones.

Luego se ubican los estatales de Neuquén, que con los “elefantes” de la salud a la cabeza protagonizaron una verdadera rebelión provincial, marcada por una huelga histórica, movilizaciones masivas y cortes en las rutas estratégicas del petróleo. Así fue que lograron un aumento del 53,09%. Los autoconvocados neuquinos han sido otra enorme demostración de cómo derrotar a la inflación quebrando la tregua de la burocracia sindical con los métodos históricos de la clase obrera.

Estas tres fueron las únicas paritarias que culminarán el 2021 habiendo obtenido un aumento porcentual por encima de la línea de inflación. Sucede que mientras las burocracias sindicales se comprometieron con el “acuerdo de precios y salarios” a un techo paritario cercano al 30%, en concordancia con la estimación oficial de inflación anual de 29% proyectada en el Presupuesto 2021, los números reales desmienten esta perspectiva y las colocan en off-side.

Para el mes de mayo, la inflación acumulada en el año fue a raíz de un 22%. Manteniendo este ritmo, el año terminaría con un acumulado del 50%. Por ello es que todos los demás acuerdos aseguran una pérdida salarial para los trabajadores.

La burocracia, que quedó completamente expuesta en primera línea por tamaña entrega, ahora busca adelantar las cláusulas de revisión acordadas o concertar nuevas reuniones para discutir aumentos superiores. Las propuestas rondan fundamentalmente la línea del 40%. Es una decisión motivada por el descrédito al que serán sometidas entre los propios trabajadores de culminar el año con un aumento que redondee un vapuleado 30%, incluso habiendo paritarias muy por debajo del mismo.

Sin embargo, queda claro que así y todo el horizonte es asegurar una pérdida respecto a la inflación. Un caso emblemático es el de Sergio Palazzo, de la Asociación Bancaria, que ahora reclama mayores aumentos y hasta amenaza con ir al paro; pero fue a principio de año el primero en poner la firma al 29% ofrecido por el gobierno intentando tensar a todo el arco de la burocracia a seguir su camino. El burócrata tiene miedo de pagar caro el precio de la entrega salarial, combinada con el malestar que pudo generar las avanzadas de los banqueros sobre los trabajadores y la ausencia de cualquier protocolo real una vez declarado el sistema bancario como esencial.

Contra los acuerdos a la baja que resuelve la burocracia sindical a espalda de los trabajadores, una pata clave en toda la política de ajuste fondomonetarista del gobierno, el Sutna clasista y combativo, los estatales de Neuquén y los vitivinícolas delinean un horizonte claro. Las asambleas, la deliberación por lugares de trabajo, los paros, las movilizaciones y los piquetes son la llave para destruir la tregua y defender el salario frente a una inflación descontrolada. Y esto plantea también la necesidad de una nueva dirección en el movimiento obrero, para recuperar los sindicatos de la burocracia sindical y democratizarlos bajo estos mismos métodos.