En doce provincias la docencia va al paro de no inicio de clases, en rechazo a la paritaria de pobreza firmada por la burocracia de Ctera, que sancionó un 33,5% de incremento salarial para el primer semestre y lleva el salario inicial a marzo a los $130 mil. Las medidas también son en repudio de los ofrecimientos de las paritarias provinciales, muchas de las cuales estuvieron aún por debajo de la de Ctera; entre ellas Jujuy 20% y CABA 30%, gobernadas por la derecha de Juntos por el Cambio, donde las representaciones de Ctera en esas jurisdicciones no rechazaron.

En Río Negro se votó paro de 72 horas (del 27 de febrero al 1 de marzo), en un congreso de Unter dominado por la oposición antiburocrática que logró los dos tercios de los sufragios exigidos para tomar medidas de fuerza.

Hay paros por 48 horas en cuatro provincias. En Santa Fe el ofrecimiento del gobernador Perotti fue rechazado por mayoría aplastante -30 mil a 703- en un clima de lucha que retoma el ánimo de la base docente del gran plan de lucha del 2022. En Santa Cruz el congreso de Adosac resolvió parar, en la provincia de Alicia Kirchner el salario inicial es de $110. Los autoconvocados de La Rioja, a través de su recientemente fundado sindicato Duar, también define hoy salir a la huelga. En Misiones la medida fue convocada por el sindicato MPL.

En siete provincias los docentes paran por 24 horas. En Córdoba hay un gran proceso de lucha dominado por delegados antoburocráticos frente a un gobierno que no define siquiera un porcentaje. CABA no inicia este 27/2 por una medida convocada por Ademys ante la parálisis total de UTE-Ctera. También Formosa, Chubut, Chaco y Jujuy.

En Neuquén, donde se viene de masivas y combativas asambleas de las seccionales multicolores, hay paro también el 1 de marzo por el comienzo de la causa Fuentealba II.

En la provincia de Buenos Aires un encuentro provincial de la Multicolor debatirá el lunes 27 con mandatos de escuela qué medidas adoptará, en el marco de un rechazo a la paritaria firmada por Baradel en la provincia, expresado en las seccionales conducidas por la Multicolor en Tigre, Marcos Paz y Bahía Blanca, y una bronca generalizada en las escuelas. Las asambleas de Suteba del jueves 23 de febrero, que aprobaron la entrega de llevar el salario inicial del cargo testigo a $142 mil en agosto, fueron minoritarias y desconocidas para la mayoría de la docencia, y no representan bajo ningún concepto la voluntad de la mayoría de la base docente bonaerense.

Extendamos el no inicio a todo el país

La paritaria de pobreza que el 17 de febrero firmó la burocracia sindical de Sonia Alesso y Roberto Baradel provocó en cuestión de días un generalizado repudio, y planes de lucha en marcha en doce provincias.

Entró en crisis por la rebelión de la base docente el operativo del Ministerio de Educación nacional de Jaime Perczyk, del Ministerio de Trabajo de Kelly Olmos, del de Economía de Sergio Massa y de la burocracia sindical de Ctera.

Las razones de este repudio van mucho más allá del salario de pobreza que plantean conjuntamente el gobierno peronista y la oposición derechista de Cambiemos. Las paritarias de Ctera son una nueva ofensiva contra la educación pública y la docencia que pretende imponer un retroceso de 139 años, llevando a la educación a la situación por detrás de la ley 1420 de educación nacional, y a las condiciones salariales y laborales de la docencia a 65 años antes de las conquistas del Estatuto del Docente, conseguidas por una huelga indeterminada de 45 días.

Esta ofensiva histórica es exigida por los capitalistas y el FMI, y se suma a los salarios de pobreza que obligan a la docencia a trabajar como mínimo doble turno para cubrir los gastos básicos de una familia, con la quinta hora en primaria, una jornada laboral de 11 o 12 horas (incluyendo traslados), violando la jornada laboral. Devalúan el secundario y la educación superior con reformas regresivas, y avanzan en el desfinanciamiento educativo con presupuestos miserables que además serán actualizados al valor de un índice trucho de inflación del 60%, como se pretende con los salarios.

Una avanzada contra la escuela pública que tiene a la burocracia de Ctera como coejecutora del ajuste, cuando ya no se puede ocultar el desastre al que han llevado a la educación todos los gobiernos capitalistas desde hace 40 años.

El XV Congreso de Tribuna Docente, realizado el reciente fin de semana, ya en su convocatoria de diciembre denunciaba esta realidad, llamaba a enfrentar el ajuste educativo del gobierno de los Fernández y Massa, los gobernadores y el FMI y a preparar el no inicio 2023. Una orientación constatada en tiempo real, y que Tribuna Docente asumió votando impulsar en todo el país, junto a un plan de lucha con continuidad.

La situación abierta pone muy de manifiesto la responsabilidad de los sectores combativos y antiburocráticos, y en especial de la Multicolor, que deben convertirse resueltamente en un canal de impulso y organización que extienda esta lucha a todo el país en defensa de la educación pública y de la docencia.

¡Fuera el 33,5% de pobreza de Ctera! ¡Por $200 mil de salario inicial, todas las cifras en blanco al básico, 100% de aumento en todas las categorías, indexado por inflación! ¡No a las reformas antieducativas! ¡No a la quinta hora ni a la precarización laboral! ¡Nacionalización de la educación y presupuesto equivalente al 18% del PBI!

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