Por ajustado margen, el congreso de Unter resolvió aceptar la propuesta salarial del gobierno de Arabela Carreras. El debate salarial queda cerrado provisoriamente hasta junio, y pendientes la devolución y el no descuento de los días de paro.

El gobierno de Río Negro, que se alzó con un triunfo mucho menos holgado de lo esperado en las elecciones del pasado 16 de abril, no ha logrado contener de manera definitiva la protesta docente, la cual pretende disciplinar a base de descuentos. Para ello cuenta con una conducción que ha impulsado la aceptación y que utilizará los descuentos como extorsión para frenar cualquier futuro reclamo.

Un aumento arrancado por la lucha, pero insuficiente

La propuesta establece porcentajes mensuales que corren detrás de la inflación y que no logran expresar una real recomposición salarial. Sin embargo, y producto de la lucha colectiva, la última propuesta salarial supera en 10 puntos porcentuales a la propuesta que la conducción Azul Arancibia estaba dispuesta a aceptar en forma anual y por la que militó por su aceptación desde principio de año. Además, la oferta del gobierno no atiende la regularización y funcionamiento de la obra social y el estado edilicio de las escuelas, además de la derogación de una moratoria impositiva que recae sobre los docentes en camino de jubilarse.

El conflicto se desarrolló en un marco de aislamiento. El Frente Estatal en la práctica se convirtió en un frente para aplacar la lucha: cada vez que uno de los gremios “arreglaba” su situación, el resto de las conducciones instaba a sus bases para “bajarse” del reclamo. Otro tanto ocurre con la Ctera, que no promovió una sola acción dentro de la provincia ni fuera de esta para coordinar los reclamos de las diferentes provincias en lucha.

La base docente, protagonista de masivos paros y movilizaciones que superaron el inmovilismo y el boicot abierto de la burocracia, tiene pendiente un balance sobre la necesidad de consolidar su reagrupamiento.

La inflación y la suba de precios ya está por delante de lo que acordó la burocracia, y plantea la necesidad de barrer con la actual dirección del sindicato que apuesta a que la docencia se desafilie y se desmoralice para seguir manejando arbitrariamente a Unter en favor de los gobiernos de turno.

La suba del dólar, y por lo tanto de la deuda pública, y la subordinación del presupuesto al repago de esta estafa, plantean nuevos ataques contra las y los trabajadores estatales de conjunto y a nuestras condiciones de vida. Mientras se debatía en el congreso de Unter, el dólar arañaba los 500 pesos y se hablaba de una inflación para abril del 10%. Ante ello, hay que fortalecer la organización. Al calor de esta lucha, es importante seguir profundizando los debates y consolidar los frentes únicos independientes de la patronal y de sus partidos políticos, para que sean la referencia de la lucha y la recuperación del sindicato.

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