El miércoles 25, en la inauguración de la Ciudad Judicial de Villa Regina -vallada de policías y con el Coer a la vuelta de la esquina-, rurales y empacadores organizados de la localidad se presentaron con banderas y bombos exigiendo al poder político provincial y nacional que allí se encontraba el reconocimiento y otorgamiento inmediato del plus de zona desfavorable, entre otros reclamos. También se hicieron presentes trabajadores del empaque, de la bodega y de las cámaras de frío de la fábrica La Reginense, a quienes el propio gobierno provincial adeuda salarios luego de intervenir la empresa, a la vez que sigue sin dar ninguna certidumbre respecto de las fuentes laborales.

Se agrieta la contención de las burocracias sindicales

Como en el caso de las autoconvocatorias de hospitalarios de la provincia (que están en un proceso de organización independiente provincial de las conducciones de ATE y Upcn), en la autoconvocatoria de rurales y empacadores (la cual se solidifica en agrupaciones como la reciente de los trabajadores del empaque, de bodega y de cámaras de frío de la fábrica La Reginense) se lee que las bases intentan romper la contención de las burocracias sindicales de sus respectivos gremios. Es un punto de unidad junto con los reclamos que llevan adelante y el método de asambleas, las cuales no sólo desconocen y sobrepasan en cierto grado a sus direcciones sindicales, sino que enfrentan a todo el régimen político que durante décadas los ha explotado. Un trabajador rural organizado sostuvo: “no nos callamos más”.

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Un trabajador de La Reginense contó durante la jornada: “estamos abandonados por nuestras direcciones. Todo es un manejo político alrededor de la fábrica”, haciendo referencia a los reclamos por salarios que vienen llevando adelante hace 6 meses. También, mientras realizaban la protesta, trabajadores rurales se acercaron y denunciaron que, en una fusión de firmas frutícolas de la zona que buscan monopolizar gran parte del alto valle de Río Negro, ante el reclamo y pedido de la ropa, de las inspecciones sindicales y del pedido de asambleas, reciben persecución. Es decir, cada vez son más los trabajadores de estas centrales sindicales de la provincia que denuncian a sus conducciones, a la patronal y sus relaciones con los “políticos”, y se organizan y luchan de manera independiente.

Mientras este sector enfrenta a su propia conducción del sindicato, como los rurales de Villa Regina exigen la renuncia de su secretario general Pablo Cariman, de conjunto los sectores manifiestan “estar hartos” y se le plantan al poder político local y provincial pero también nacional. Se ha salido a marcar la responsabilidad política de la pobreza que atraviesan los y las trabajadoras relacionadas a estas actividades y del no pago de la zona desfavorable. También que hace años se favorece a una patronal frutícola enriquecida desde el propio poder político de turno. Los y las trabajadoras realizan una experiencia acelerada con el nuevo gobierno, que durante estos meses ha negado el plus por zona desfavorable, convalida paritarias de pobreza, niega el acceso a una vivienda digna mediante la represión y se han dado el plan mediante asambleas para luchar por la recuperación de sus sindicatos mientras avanzan a la conquista del plus por zona desfavorable.

Un elemento que también evidenció otro quiebre llegó una vez finalizada la inauguración, luego de que Prensa Obrera y Gabriel Musa, concejal del Partido Obrero de General Godoy y corresponsal del periódico entrarán codo a codo junto con Marta y Daniel, delegados de rurales organizados, y con Juan y Ricardo, trabajadores de La Reginense, a una breve reunión con el senador nacional Weretilneck, a quien le volcaron todos sus reclamos. Esas breves reuniones dejaron entrever para los y las trabajadoras las relaciones del poder político con varios medios de comunicación de la zona. Al salir manifestaron a Prensa Obrera que “algunos medios solo siguieron la inauguración y no los reclamos de la clase trabajadora”. De hecho, comentaron que incluso algunos habían distorsionado los reclamos sin siquiera haberse acercado a preguntar cuales eran.

Se exige un paro general de todo el movimiento obrero de la fruta

El régimen de promesas incumplidas y engaños, de hambre y saqueo, está siendo cuestionado duramente por este sector organizado del movimiento obrero de la fruta. Comprende cada vez más que ya no es solo la burocracia sino también el poder político frente al Estado los que han favorecido durante décadas a la patronal. También que muchas veces son los propios funcionarios, con subsidios millonarios y condonación de aportes patronales, quienes desfinancian, por ejemplo, las obras sociales.

Camino a la temporada de cosecha fue Daniel quien frente a decenas de trabajadores manifestó: “acá entregamos nuestro petitorio que tiene, entre otros puntos, el reconocimiento de la zona desfavorable que nuestro secretario Cariman no reclama. Los políticos son todos responsables de negarnos este derecho y, como lo dijimos hace meses, sino hay zona desfavorable, no se levanta la cosecha”.

Como desde el primer momento, el plus por zona desfavorable ya, el pago inmediato de los salarios atrasados y trabajo genuino los ganamos en las calles. Todo el apoyo.

 

 

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