Sindicales
5/11/2020
Río Negro y Neuquén: las burocracias de la fruta boicotean la lucha por la zona desfavorable
Los y las trabajadoras rurales y del empaque cobran salarios que caen bajo la línea de pobreza y sufren altos índices de desocupación, mientras la precarización se profundiza.
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Alrededor de la lucha por la zona desfavorable la burocracia de la fruta, que como se ha conocido alrededor de esta lucha se encuentra pegada y asociada hasta la médula al estado y las patronales, suspendió la jornada de lucha por la zona desfavorable que se iba a realizar hace unos días en la localidad de Cervantes, provincia de Río Negro.
El argumento habría sido que el secretario general de Soefrnyn (empaque) Marco Bielma no podía estar presente por problemas personales. Así y todo se cae de maduro que la jornada podría haberse realizado con toda normalidad, como venía realizándose con las normas de seguridad correspondientes, pues lo importante detrás de esta lucha es el acompañamiento de los y las trabajadoras, y no la presencia o no de un secretario general. De esta maniobra y este boicot a la lucha por la zona desfavorable, entre los rurales y empacadorxs organizadxs se comenzó a debatir con mucha más fuerza, camino a la cosecha, una salida propia e independiente que pueda superar a la burocracia, que traba y no organiza la lucha, ni convoca a asambleas, en un proceso de recuperación del sindicato a manos de los y las trabajadoras.
Del “no vamos a levantar la cosecha” a “no hay que perjudicar a las economías regionales”
La lucha que decían venir llevando las burocracias sindicales estallo por lo aires. Señales de esto, antes de levantar la jornada por la zona desfavorable fueron las dos entregas paritarias ocurridas en estos meses. Por un lado la paritaria de pobreza para la tarea de poda, y por otro la paritaria de pobreza para peones generales. Estas ya habían sido señales claras de que intereses defienden las burocracias de la fruta, tanto Uatre, Soefrnyn y Sthimpra. En Soefrnyn por ejemplo el cierre de la paritaria esta atrasado ya 4 meses. Además, hay que sumar que durante todos estos meses desde que refloto en las calles el reclamo por el plus de zona desfavorable, las burocracias no han organizado ni asambleas ni plenarios generales para debatir y votar un plan de acción y lucha unificado. Esta metodología es la que si se ejecuta en Villa Regina, realizando asambleas democráticas y resolutivas en un sector combativo que quiere recuperar el sindicato.
Al día de hoy un trabajador o trabajadora rural cobra no más de $30.000 en su escala más baja, que son la inmensa mayoría de la masa laboral del sector. Los y las empacadoras solo trabajan días para esta fecha, y en su mayoría se encuentran desocupados y desocupadas. Si sumamos la precariedad, la tercerización y el trabajo en negro a los bajísimos salarios, y la escala inflacionaria, que sumada a la devaluación que se viene realizando de hecho puede terminar de depreciar como nunca antes en la historia los salarios, la situación se complejiza absolutamente para los y las trabajadoras.
No tiene que ser una sorpresa para los y las trabajadoras de estos sectores que la burocracia de la fruta pasasen luego de estos antecedentes anti obreros, que modifican de hecho el convenio colectivo de trabajo, del “no vamos a levantar la cosecha” a “no hay que perjudicar a las economías regionales”, sino que tiene que permitir sacar conclusiones. Esas conclusiones ya se debaten en el sector combativo e independiente de trabajadores y trabajadoras rurales y del empaque de Villa Regina, que analizan como continúa el plan de lucha. De conjunto se acuerda con que el plan de lucha tiene que seguir, en las calles, por la zona desfavorable y todos los derechos, pero también por sacar a la burocracia de los sindicatos, para ponerlos verdaderamente al servicio de las luchas.
Vamos por la huelga general de cara a la cosecha
Dado que la burocracia de la fruta traiciona a los y las trabajadoras una y otra vez, ya sean en paritarias, o por el reclamo de la zona desfavorable, de cara a la cosecha, se plantean algunas tareas. En primer lugar, seguir masificando las asambleas en los lugares de trabajo, los cuales deben reproducirse de manera general para acercar el debate a las masas laboriosas de la fruta. En segundo lugar, además de volcar todas estas conclusiones al movimiento obrero que la burocracia haya abandonado la huelga general, no dice que no vaya a ocurrir. En términos estratégicos es el momento del año donde puede provocarse una fuerza tal que se contrarreste la fuerza del Estado, la patronal y las burocracias. Solo la huelga general podrá hacer que se sienten a negociar por todo lo que se niega, sea la zona desfavorable, trabajo en blanco y un salario digno.
En este último aspecto, es decir el salarial, ya se afirma en la realidad que más del 50% de los y las trabajadoras que incluso tienen un trabajo bajo convenio colectivo de trabajo están por debajo de la línea de pobreza, y puede ser peor. Las condiciones que se están incubando en la economía argentina son mucho más graves que aquellas que provocaron la mega devaluación del año 1985 bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. Es decir, la economía de la clase trabajadora que hoy no llega ni a la mitad de la canasta básica familiar puede incluso empeorar en muy poco tiempo.
Convocamos a todos y todas las trabajadoras rurales y del empaque a estar en estado de alerta. Hay que realizar todas las asambleas necesarias para poder organizar camino a la cosecha, lo que tiene que culminar en una gran huelga general en todo el movimiento obrero de la fruta hasta arrancarle al estado y la patronal cada uno de los derechos que nos niegan. Por un congreso de bases de todos y todas las trabajadoras de la fruta para comenzar un plan de acción y lucha unificado en toda la provincia de Río Negro.
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