Tras cuatro meses de organización y lucha, les trabajadores de Ciencia y Tecnología han arrancado al gobierno nacional un “subsidio” que extenderá por tres meses los salarios de 1.500 becarios y becarias del organismo, a los cuales querían despedir. La conformación en estos meses de la Asamblea Nacional de Becaries y las medidas de lucha adoptadas durante la cuarentena han puesto un freno al ajuste del autoproclamado “gobierno de científicos”.

Tres movilizaciones al Polo Científico Tecnológico, la campaña realizada en redes sociales, los relevamientos de afectados, un festival virtual con la consigna #NiUnCientificxEnLaCalle que tuvo más de 10.000 visitas, fueron parte de la pelea que sumó apoyos, tanto hacia adentro del organismo como hacia la opinión pública. En la última semana, los medios de comunicación fueron haciéndose eco de esta lucha y hasta la conducción de ATE tuvo que asomar la cabeza en un conflicto que ignoró durante meses.

El triunfo es parcial, ya que los subsidios anunciados por el gobierno recortan un 30% de los salarios prorrogados y no se dice ni una palabra del futuro de quienes trabajan en universidades nacionales u otros organismos de Ciencia y Tecnología. Inclusive el uso del término “subsidio” pone en cuestión la continuidad laboral, ya que intenta ocultar que se trata del sueldo de trabajadores del Conicet.

Pese a esto, lo obtenido es un espaldarazo a la organización y un triunfo conquistado con los métodos de la lucha obrera. Muchas tareas siguen pendientes. Exigimos una prórroga para el conjunto de las becas, necesaria por estar paralizadas la mayoría de las líneas de investigación y un aumento presupuestario. La lucha sigue. ¡Investigar es trabajar!