Sociedad

10/12/2020

Abusos eclesiásticos

El fiscal pide la prisión preventiva para el cura abusador Raúl Sidders

Los abogados patrocinantes de Rocío también pidieron una pericia psiquiátrica y psicológica al procesado.

El fiscal que investiga los abusos perpetrados por el cura Raúl Sidders contra Rocío, exalumna del colegio San Vicente de Paul de La Plata en que el sacerdote era capellán, solicitó al juez a cargo de la causa que establezca la prisión preventiva del imputado, quien se encuentra detenido en la DDI de la capital bonaerense. La joven, hoy de 27 años, denunció penalmente que fue acosada y abusada en reiteradas ocasiones, dentro del colegio, cuando tenía entre 11 y 14 años.

Sidders quedó aprehendido el 1 de diciembre, luego de que el juez de garantías Carlos Agustín Crispó hiciera lugar al pedido de detención cursado por el fiscal Álvaro Garganta. El cura declaró por más de cuatro horas, durante las cuales no se privó de manifestarse contra el derecho al aborto y afirmar que  “en el colegio les explicaba a las chicas el orden natural, matar a un chico por nacer va a ser siempre un asesinato”. Reivindicó además el programa televisivo “re picante” que conducía en un canal de cable local, denominado Ave María Purísima, el cual fuera levantado tras una sentencia del Inadi por la presentaciones realizadas advirtiendo el contenido misógino, xenófobo y apologético del genocidio y el terrorismo de Estado de la dictadura.

Luego, los abogados patrocinantes de Rocío, Pía Garralda y Juan Pablo Gallego, presentaron un escrito al fiscal en el que reclamaban que se dicte la prisión preventiva y se rechacen los pedidos de la defensa para morigerar las condiciones de detención, atendiendo que se trata de un hombre de 59 años con absoluta libertad ambulatoria, amparado por el Arzobispado de La Plata y el Obispado de Iguazú, con cargo de capellán castrense en una fuerza del Estado nacional y domicilios en las cercanías de la Triple Frontera, quien además ya se fugara de su domicilio en la localidad bonaerense de Bella Vista cuando fuera ordenada su detención.

A este pedido hizo lugar Garganta, acreditando el carácter veraz y coherente del testimonio brindado por Rocío, el cual resulta también “compatible con el ‘trastorno de estrés postraumático’ como consecuencia de agresión sexual”, coincidente a su vez con la declaración testimonial de la psicóloga que la atiende. En su escrito, el fiscal fija que aquellos hechos constituyen en principio las figuras delictivas de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de su realización doblemente agravado (por resultar en un grave daño en la salud mental de la víctima y por ser el autor ministro de culto), y corrupción de menores agravada por ser la víctima menor de trece años.

Al mismo tiempo, los abogados de Rocío requirieron la realización de una exhaustiva pericia psiquiátrica y psicológica que determine los rasgos de personalidad de Sidders. En los procesos que atravesaron otros curas abusadores como Julio César Grassi y Eduardo Lorenzo, esta instancia fue fundamental para determinar su culpabilidad y el perfil psicópata de los mismos. Sería un paso fundamental. Por último, también reclamaron que comparezca el exarzobispo platense Héctor Aguer, señalado por el propio Sidders como conviviente. Aguer, del ala más reaccionaria de la Iglesia Católica, no solo ampara al cura procesado sino además podría decirse que fue una suerte de padrino político del mismo.

De esta manera, avanza el proceso contra un protegido de la jerarquía clerical, la cual debe responder por el encubrimiento de estos años y por todos los actos cometidos en el colegio confesional. Como señaló la propia Rocío, estos pasos son el fruto de la lucha colectiva, apoyada en las organizaciones de mujeres y de los colectivos de sobrevivientes que enfrentan la impunidad de los abusos eclesiásticos, que seguirá con fuerza falta lograr la condena efectiva de Raúl Sidders.