Sociedad
17/7/2024
Milei se lanza a la privatización de los clubes de fútbol
Aprovechando el bicampeonato de América, reglamentan la habilitación de las sociedades anónimas deportivas.
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El presidente argentino.
La Inspección General de Justicia reglamentó dos artículos del DNU 70 dispuesto por Milei en diciembre pasado que habilitan a que los clubes de fútbol se transformen en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). El gobierno nacional da un nuevo paso en su intento por avanzar en la privatización de los clubes, una medida que habilita todo tipo de negocios en el mundo del fútbol y que atenta contra los intereses de los hinchas.
“Que, atento a lo dispuesto en los artículos 346 y 347 del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 70/2023 (…) debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en sociedades anónimas; así como simplificarse la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para el desarrollo de su actividad en la República Argentina”, reza el comunicado emitido por el Boletín Oficial.
Para terminar de darle lugar a las SAD, solo quedaría que se apruebe un proyecto de ley presentado por La Libertad Avanza. Algunos sostienen que la medida terminará por ser judicializada cuando algún club quiera convertirse en sociedad anónima y seguir dentro de la AFA, cuyo líder Claudio Tapia se manifestó en contra de las SAD porque defiende el modelo actual de negocios de los cuales naturalmente usufructúa una tajada de dinero.
La conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas implicaría el copamiento de capitales extranjeros en la vida económica y social de los clubes. Los grandes capitalistas, jeques árabes y fondos de inversión internacionales son hoy los grandes beneficiarios de este esquema, que existe por ejemplo en el fútbol inglés. Actualmente, los clubes argentinos son asociaciones civiles, organizaciones administradas por comisiones directivas electas por sus socios. En el régimen SAD, los accionistas e inversores pasarían a ser los mandamases de los clubes, dejando pintados a los socios.
La implementación del esquema SAD convertiría a los clubes en subsidiarios de los grupos empresarios que controlan los clubes europeos, y haría primar en ellos, en toda la línea, la lógica capitalista de la obtención de ganancias. En los clubes también se practican otras disciplinas deportivas; además funcionan como centros sociales de esparcimiento. El dominio total del capital en los clubes permitiría que los empresarios cierren disciplinas o los lugares de distención y ocio a los que asisten los hinchas si es que no obtienen por su explotación una ganancia acorde a sus apetitos. Incluso aumentaría la posibilidad de que los clubes vayan a la quiebra –si no son rentables.
Uno de los objetivos principales de los inversores interesados en el SAD es vender jugadores por muchísimo dinero a las principales ligas del mundo (u otras en las que están invirtiendo millonadas, como en Estados Unidos, Qatar o Arabia Saudita), pero hoy esos futbolistas logran formarse en la mayoría de los casos gracias a la dinámica social de los clubes. Las SAD, en cambio, van a restringir deportiva y socialmente a los clubes, y más aún la participación de los trabajadores y los hinchas.
Recientemente, Milei defendió su política fustigando contra la AFA, diciéndole a sus dirigentes que los jugadores de la Selección Argentina pertenecen a clubes SAD –lo que sería una demostración de su superioridad. Pero omite que cada uno de ellos proviene de los clubes de barrio que él ataca y desfinancia y que asimismo se formaron en clubes profesionales que irían hacia un desguace si avanzara la iniciativa privatizadora que promueve. Cuando Milei dice que el SAD colocaría a los clubes argentinos en el nivel de clubes europeos como el Manchester City miente. Esto, porque justamente se formarían jugadores para ser exportados directamente a clubes como el City. Además, el club más exitoso es una asociación civil deportiva: el Real Madrid.
Detrás de todo esto subyace una disputa por los negocios que actualmente reinan en el fútbol argentino. Las gestiones actuales se caracterizan por desenvolver una política de vaciamiento y desarrollo de negociados en los clubes detrás de los cuales operan empresarios y burócratas que hacen enormes ganancias con la publicidad y los canales de televisión. En el medio también están metidos los barrabravas y todos sus chanchullos. El SAD llevaría todo esto al paroxismo.
En esta línea pronegocios, Milei lanzó hace poco una ofensiva judicial contra Fútbol Libre, la plataforma que muchísimos trabajadores que no tienen dinero para contratar packs de fútbol de cable utilizaban para ver los partidos. Y desenvuelve medidas a favor de las empresas de televisión y en contra de los trabajadores atentando no solo contra su derecho a mirar los partidos de fútbol sino de acceder al ocio en general.
Los socios y los hinchas nos tenemos que organizar para derrotar el intento de avanzar en la implementación de las SAD y también para desplazar a los burócratas que actualmente dirigen los clubes, que deben ser nuestros.