Universidad
2/5/2024
FILO UBA: de dónde venimos y hacia dónde vamos
Esto fue solo el comienzo.
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Asamblea en la Facultad de Filosofía y Letras
Desde el inicio de clases se abrió un verdadero proceso de deliberación y movilización en filo. Lo muestran las más de 300 clases públicas, el cacerolazo educativo del que formaron parte más de 1.000 docentes y estudiantes, la vigilia y la nutrida columna que salió de Filosofía y Letras rumbo a la histórica marcha educativa.
Después del 23 de abril, el movimiento, todavía en estado de desarrollo, ingresa a una nueva etapa donde la discusión de la orientación política, y con ella la consolidación de la organización estudiantil, deben estar en el centro de la discusión.
¿Con las autoridades o con los estudiantes a la cabeza?
Como alertamos, las autoridades de la UBA usarán la enorme demostración de fuerza de la marcha educativa para buscar un acuerdo con el gobierno. Mientras las autoridades radicales se reunirán secretamente con el gobierno, sus diputados no dieron quórum en la sesión para tratar la emergencia presupuestaria en la universidad. Los peronistas, por su parte, simplemente se embarcaron detrás de las negociaciones de los radicales. Esto es una señal de que los acuerdos que buscan no van en la línea de resolver las demandas planteadas por el movimiento, sino que las mueve sus intereses de camarillas.
Esta alerta debe motivar un debate dentro del movimiento, la necesidad de dar una lucha independiente de las autoridades. No podemos tener un movimiento atado a las órdenes de los decanos y rectores, porque cuando llegue el momento ellos no dudaran en entregar la lucha. Esto nos demanda construir un movimiento docente y estudiantil masivo que pueda torcer el rumbo y continuar la lucha.
El Colectivo de Filo expone su adaptación al régimen universitario
Las organizaciones estudiantiles cooptadas e integradas a las gestiones ponen sus recursos para que no se desarrolle una diferenciación ni delimitación política en ese sentido. Un ejemplo de esto es que en Filo, El Colectivo rechazó marchar dentro de la columna de la FUBA con una bandera de arrastre con una diferenciación política de las autoridades radicales. Esta orientación es contraria al desarrollo de un movimiento de lucha, coloca a los estudiantes y docentes en el mismo campo que las autoridades radicales y kirchneristas, mientras sus intereses son contrapuestos.
Las organizaciones del Colectivo (Mella, La Cámpora, Evita) se adaptaron al régimen universitario y no pueden encabezar un movimiento contrario a los intereses de este régimen. El hecho de haber compartido un camino común hasta acá es circunstancial, todavía está fresco en la memoria del estudiantado cómo durante 4 años mantuvieron el Cefyl paralizado en pleno ajuste y votaron el recorte horario de la gestión en el Consejo Directivo. Necesitamos colocar otra perspectiva para el movimiento: recuperar nuestros estudiantes y federaciones para que sean independientes y de lucha.
Si unimos a la izquierda, fortalecemos al movimiento
La izquierda no intervino unificadamente en este proceso de lucha ni ha fijado una intervención común. Es notorio que el Ya Basta-Nuevo Mas demostró sus límites a la hora de intervenir en un campo común con todas las fuerzas de la facultad, teniendo como resultado de ello querer imponerse por sobre el resto y actuar sectariamente con la izquierda. Esta actitud fue repudiada por el conjunto de lxs estudiantes, y creemos que es momento de que el Nmas escuche y reflexione sobre estos errores para construir una intervención común hacia adelante. Por su parte, el resto de la izquierda actuó de forma oportunista buscando apoyarse en el genuino reclamo de les estudiantes para actuar sectariamente contra el Nmas, desviando la discusión central de cómo impulsar la lucha hacia cómo le pegamos a esta agrupación.
Llamamos a dejar las riñas y avanzar en las discusiones que consoliden y construyan al movimiento. La izquierda tiene que estar a la altura de las circunstancias.
Por nuestra parte, asumimos el compromiso de poner todos nuestros esfuerzos en la profundización de un proceso de deliberación que sea el puntapié para trazar una orientación política independiente del movimiento de lucha.