Políticas
30/4/2024
Media sanción a la Ley Bases: las fuerzas del cielo se llevan los derechos obreros
Diputados aprobó un paquete reaccionario que confisca los salarios y a los jubilados mientras beneficia a los capitalistas.
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Foto: Fede Imas @ojoobrerofotografia
Por más anunciada que haya sido, la media sanción tanto de la Ley Ómnibus como del paquete fiscal propuestos por el gobierno, no dejan de ser escandalosas. En un marco donde solo la izquierda se movilizó frente al silencio cómplice del peronismo y la CGT, se aprobó una de las legislaciones más regresivas de la historia argentina. Es, como denunció en el propio recinto la diputada Romina Del Plá, “una biblia con los mandamientos del gran capital” a costa de los trabajadores.
A diferencia de lo ocurrido en el mes de febrero, esta vez el gobierno salió airoso tanto de la votación en general como de las votaciones en particular. Pudo constituir una mayoría junto con los radicales, el PRO, los bloques de gobernados y de Pichetto que le permitió no tener casi en ninguna votación menos de 140 votos. Solamente en los más reaccionarios como la restitución de ganancias y la derogación de la moratoria previsional se vio alterada esa mayoría aunque ninguno de los bloques mostró una ruptura significativa que permitiese evitar semejantes atropellos
El paquete entero muestra una coherencia interna en favor de las patronales (y en particular de los sectores más concentrados, por sobre las empresas más pequeñas) y la derogación de derechos que los trabajadores conquistamos en más de un siglo de lucha y organización. El DNU 70/2023, cuya vigencia se sostiene gracias a la no convocatoria de la Cámara de Diputados para derogarlo, completa el combo normativo oficialista.
Luego de la caída de la ley en los primeros días de febrero el gobierno cambió de estrategia. En este caso decidió que en lugar de que el debate pasara por el Congreso, sus comisiones y el propio recinto, la discusión se diera en la Casa de Gobierno, articulando con los bloques colaboracionistas la letra fina de la ley para que una vez que entrara a la Cámara no tuviese modificación ni demora alguna. Una clave para eso fue el acuerdo con los gobernadores, y no solo los del PRO y el radicalismo, a cambio de algo de caja (por la suba de impuestos copartícipepables) y ventajas para los capitalistas que dominan las economías provinciales; los peronistas de Catamarca y San Juan votaron el régimen colonial de entrega de los recursos a los pulpos mineros, entre otros.
En pos de este trámite exprés el gobierno terminó presentando un dictamen sin el capítulo penal ni educativo de lo que había sido el texto original, pero incorporando uno laboral que, aunque busquen matizarlo, es un ataque en regla a los derechos laborales.
Como contamos en Prensa Obrera, se indulta de multas e intereses punitorios a las patronales que hayan cometido el delito de no registrar o registrar incorrectamente a sus empleados, se extiende el periodo de prueba, se habilita a las patronales a despedir por discriminación siempre y cuando compensen monetariamente (negando la reinstalación de los trabajadores despedidos), y se crea un sistema de cese laboral que reemplazaría las indemnizaciones.
Por otro lado, se trató juntamente con la Ley Bases el paquete fiscal, casi idéntico al que estaba incluido en el proyecto original. El texto tiene la virtud de mostrar con nitidez el carácter de clase, regresivo y confiscatorio de la política oficialista: el mismo día que se derogó la moratoria jubilatoria se le otorgó una moratoria fiscal a los evasores fiscales, con cómodos planes de pagos y grandes reducciones sobre sus deudas.
A la vez, en el mismo cuerpo normativo en que se grava a un millón de trabajadores con la restitución de lo que era la cuarta categoría de Ganancias -que implicará una caída nominal de su salario en una economía de alta inflación- se le otorga una baja del principal impuesto al patrimonio (Bienes Personales) a las 120.000 personas más ricas del país.
Probablemente lo que se modifica sobre este tributo sea uno de los peores cambios que se votaron en toda la jornada. Consiste básicamente en tres cuestiones: la baja progresiva de la alícuota y la eliminación de la categoría más alta; el aumento del mínimo no imponible de 11 a 100 millones de pesos; y una oferta promocional para que aquellos que paguen cinco años por adelantado (en función de su patrimonio a fin de año pasado) tengan un blindaje fiscal hasta 2038. Un verdadero escándalo.
Por si todo esto fuera poco, el paquete fiscal también incluye un blanqueo de capitales que es un premio a los fugadores, a quienes Milei denominó héroes. Quienes han cometido un fraude consciente contra el fisco son premiados por cada gobierno con la posibilidad de blanquear lo que han negreado, pagando tasas ínfimas, sin tener que ingresar el dinero al país, y sin que tengan que explicar el origen de los fondos. Esto último da lugar a todo tipo de sospechas en torno a la posibilidad de ingreso del dinero narco al país, cuando Santa Fe, por ejemplo, se ha convertido en un narco Estado.
El complemento perfecto para este esquema es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, un caudal para que quienes blanqueen su dinero puedan además beneficiarse de un plan tributario, cambiario y aduanero para aquellos que inviertan más de 200 millones de dólares gocen de una ley hecha a medida para ellos.
La izquierda, el sindicalismo combativo y asambleas populares rechazaron en la calle esta ofensiva, denunciando la borrada de la CGT. Dentro de la sesión, la legisladora del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Romina Del Plá, denunció cada uno de estos puntos y hasta desenmascaró a los bloques que hablan en defensa de conquistas como la educación pública y sus universidades pero permitieron que cayera la sesión para tratar su presupuesto al día siguiente de la enorme movilización universitaria; fue lo que despertó reacciones como las del bloque de la UCR.
A este plan de guerra contra los trabajadores tenemos que derrotarlo con la movilización popular, organizando cada reclamo y preparando las condiciones para una huelga general que entierre la motosierra de Milei y el FMI. Este planteo de clase, socialista y movilizador fue el que coronó nuestra intervención en esta jornada oscura de descarga de la decadencia de la Argentina capitalista y sus políticos sobre las espaldas de millones de trabajadores y jubilados, y de entrega semicolonial de nuestras riquezas.
