Universidad

14/6/2021

Psicología UBA

Importante plenario de Apel Salud Mental

Con las luchas de salud y educación; por la democratización y la independencia de los bloques de la Facultad y los gobiernos.

En la Facultad de Psicología de la UBA se están desarrollando importantes debates. Con el fin de desenvolver una postura de independencia política, Apel Salud Mental, la agrupación hermanada a la CSC que nuclea a trabajadores y graduados del ámbito, convocó a un plenario virtual el sábado pasado por la tarde. En él participaron los voceros y protagonistas de las luchas del momento: contra el aumento del monotributo, contra el cierre de las concurrencias en la Ciudad, por el fin de los filtros al egreso en la Facultad, por el salario de los prestadores de discapacidad y por los reclamos de la docencia universitaria.

¿Qué pasa en la facultad?

La novedad política es que el bloque de las camarillas que responden más directamente al kirchnerismo decidió hacer una apuesta en Psicología. En alianza con viejos sectores de la facultad (lleva como candidato al exdecano Raúl Courel), conformaron una lista alternativa a la de la gestión para las elecciones del claustro de profesores, lo cual no ocurría desde 2001. Sin embargo, la lista no fue oficializada -es decir, no pudo participar de la votación- debido a interpretaciones cruzadas sobre los requisitos formales, los cuales habían sido aprobados (por todos los bloques) en Consejo Superior. Esta vulneración de un derecho democrático fue denunciada por Apel.

La elección del claustro profesoral fue solo un primer episodio. La fuerza que responde al actual decano Jorge Biglieri, con lista única, consagró la totalidad de los consejeros. Pero el sector “opositor” en profesores ni se disolvió ni se circunscribió a su claustro, sino que tendió lazos con las agrupaciones kirchneristas de estudiantes y graduados -además de la gremial docente Feduba (Conadu). La lista “opositora” está utilizando sus figuras con mayor peso académico para apuntalar la conformación de un bloque político a nivel facultad. Se trata de un intento de que el descontento con la gestión actual no se canalice en transformaciones de fondo, sino que sea desviado hacia el apoyo a una de las alas de los privatistas de la UBA.

¿Qué programa?

La lista “opositora” presentó una plataforma que busca generar una polarización -artificial- con la actual gestión. Con las distancias del caso, emula la idea del “frente anti-Macri” de 2019. Se trata de una impostura: las únicas críticas que elevan con nombre y apellido son aquellas que, como las designaciones de profesores y las cajas de recursos propios, atienen a las pujas entre las camarillas.

Pero lo importante es lo que no dicen. No hay ninguna impugnación al regresivo Estatuto Universitario ni, por ende, a sus consecuencias para la conformación antidemocrática de los órganos de cogobierno (como los reaccionarios claustros profesorales -solo cargos de jerárquicos- y graduados, en vez de conformar un claustro único docente) ni de la estabilidad laboral del personal de la UBA, siendo que esta institución se niega a reconocer plenamente el CCT de docentes universitarios.

La Ley de Educación Superior del menemismo, que reforzó el andamiaje antidemocrático y privatista, tampoco es criticada, aunque sí se explicita un apoyo a su figura más emblemática, el organismo de la CONEAU. Esta discusión es relevante en Psicología UBA porque es la única del país que, gracias a la lucha estudiantil y docente, no está acreditada. El debate sobre el presupuesto universitario, que pauperiza a los trabajadores de la UBA y limita la producción científica y académica, no es considerado.

Por último, a pesar de los recientes dichos de la ministra Vizzotti sobre el deterioro de la salud mental en pandemia, no hay referencias ni al escenario de colapso sanitario y a la ausencia de cualquier tipo de medidas gubernamentales en salud mental, ni a la situación de los trabajadores de la salud.

Desafíos

El plenario de Apel trazó una línea de demarcación con los dos bloques en pugna, basada en los planteos históricos del movimiento universitario: democratización, aumento presupuestario, estabilidad laboral, rechazo a las contrarreformas educativas, independencia política y una universidad al servicio de las mayorías. También, se planteó la necesidad de reforzar, con esta orientación, el trabajo de nuestro frente PEF hacia las elecciones de este año.

Las resoluciones adoptadas, la participación en las actividades como la de concurrentes en el Centro Ameghino, la periodicidad de los encuentros de la agrupación, la salida de un blog y el empadronamiento masivo de graduados, apuntan a contribuir a la clarificación de la situación de la facultad y al reagrupamiento del activismo.