La federación es un paso adelante para el movimiento estudiantil de la UNA, ya que abre el camino a una lucha común de todos los departamentos contra la ofensiva antieducativa del macrismo y su aliada, la rectora kirchnerista Sandra Torlucci.

Pacto Macri y autoridades K

Adelantándose al llamado de Macri a auto-ajustar la universidad pública, el Consejo Superior aprobó una suerte de “ley de superpoderes” a Torlucci para avanzar en el recorte presupuestario y de la planta docente, la quita de becas, el reforzamiento de los ingresos expulsivos (Cino), los cupos en las materias y el achicamiento de sedes en pos de “cursadas virtuales” en los departamentos de Música y Multimediales.

A pesar del “anti-macrismo” que pregonan ante los medios, la rectora y los decanos están a fondo con la reforma antieducativa de Macri: han retomado la auto-evaluación en todas las carreras ante la menemista Coneau (órgano de ajuste y privatización universitaria), amoldan los nuevos planes de estudios según el sistema de créditos (por ejemplo en Visuales), preparan el recorte de los títulos de los profesorados que dicta la UNA e impulsan pasantías precarizadas en los centros culturales y teatros de la Ciudad (CC San Martín, Colón, Cervantes). No es casualidad que la UNA haya sido sede para el “balance de la declaración de Cartagena y aportes a la CRES 2018”, el encuentro de autoridades para las reformas anti-educativas del Banco Mundial en Latinoamérica.

En la otra cara de la moneda, el Consejo Superior aprobó impulsar en un 50% el crecimiento de los recursos propios de la UNA, es decir, exponenciar sus negociados alrededor de los posgrados (algunos superan los $40.000) y los centenares cursos de extensión “abiertos a la comunidad”. Éstos buscan ser “articulables” con las licenciaturas que sufrieron el vaciamiento de su contenido específico (técnicas como litografía, vitrofusión y fotografía sólo se dictan en forma paga). Lo mismo sucede con el ingreso eliminatorio que promueve “cursos de apoyo” para no quedarse afuera (“Danza Clásica/Contemporánea para principiantes” está por encima de los $700 por mes).

Movimiento estudiantil  

El movimiento estudiantil en la UNA tuvo un impulso a raíz de la lucha por justicia por Santiago Maldonado y por Fuera Bullrich, que logró coordinar una campaña común de todos los centros de estudiantes en grandes asambleas y movilizaciones. Este movimiento inter-departamental contra la represión a la juventud continuó luego contra el proyecto local de la rectora para aprobar un “Reglamento de Convivencia Estudiantil”. El mismo copia un protocolo “a lo Bullrich” contra el activismo universitario, estableciendo sanciones (incluso la expulsión) por “alterar el normal funcionamiento académico” –lo que incluiría tomas de sedes e interrupción de consejos– o “difamaciones” por redes sociales.

A lo largo de estas jornadas, quedó a la vista de todos los estudiantes el potencial y capacidad de convocatoria de las acciones unificadas de los centros. Es por esto que resulta un paso atrás el rechazo a la federación de algunos sectores, como la Chekspeare de Dramáticas (Juventud Guevarista), al argumentar que la Funa es “burocrática”. La federación es todo lo contrario: expresa la coordinación de todos los estudiantes que se manifestó en el festival por Santiago Maldonado en la sede de Loria. Durante el lanzamiento del congreso, los centros impulsaron una reunión para abrir la participación y convocan a una asamblea general que, a su vez, propondrá nuevas asambleas en todos los departamentos en el inicio de clases y durante los cursos de ingreso. Por esto, invitamos a los estudiantes de Dramáticas a dejar de lado este freno de su conducción y sumarse a un plan de lucha a votarse en este congreso.  

El gran desafío de la UJS y la izquierda, siendo la primera fuerza de la universidad, es entonces expresar esa mayoría en la Funa y su congreso para pelear por una dirección independiente de las autoridades y el gobierno; ante el armado del kirchnerismo (Nuevo Encuentro- La Mella) cuyas agrupaciones expresan en cada departamento la adaptación a las autoridades y las diversas camarillas universitarias.

Con esta perspectiva, llamamos a todos los estudiantes a participar masivamente de este congreso y su plenario general que pondrá en pie a la Funa, nuestra herramienta para defender la formación artística gratuita. Por el ingreso irrestricto, la triplicación del presupuesto, contra la persecución política y gremial, para derrotar la reforma antieducativa de Macri y las autoridades.

Organicemos un movimiento de estudiantes independiente de las autoridades y el gobierno. ¡Adelante la Funa!