Universidad
13/4/2021
UNLP: comienza un nuevo semestre sin condiciones entre la segunda ola y el ajuste
Ante el agravamiento de la crisis y de la pandemia, es urgente que se destinen los recursos necesarios para garantizar la permanencia.
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UJS-PO La Plata
A un año del inicio de la pandemia y del comienzo de la virtualidad donde las autoridades universitarias no garantizaron las condiciones de acceso para estudiantes y docentes, llegamos a un nuevo semestre donde se profundizan las problemáticas precedentes.
A pesar de que el presidente de la UNLP -el radical Fernando Tauber- intentara instalar la idea de una supuesta “normalidad”, durante el 2020 fue imposible disimular que unos 20 mil estudiantes se quedaron afuera de la universidad. Esto debido a la falta de recursos para garantizar la permanencia, además de viabilizar un ajuste con restricciones en las becas, falta de conectividad y equipos, ausencia de regímenes de cursada virtual, arbitrariedades en exámenes, entornos virtuales colapsados, el cierre del Comedor y el Albergue Universitario y con la falta de regularidad académica para todes les estudiantes, entre otros reclamos.
Las condiciones que se impusieron con la virtualidad y todas sus consecuencias, están relacionadas directamente con el ahogo presupuestario que sufre la universidad y la arbitrariedad en su ejecución, que terminaron impulsando la deserción en las facultades como en Humanidades, donde abandonaron sus estudios más de 4 mil estudiantes el año pasado.
Es claro que en este cuadrolas autoridades aprovecharon para ir a fondo con su política de amoldar la matrícula al recorte del presupuesto 2021 de la universidad que realizó el gobierno de Alberto Fernández, aún en la situación extraordinaria que atraviesa la población con la pandemia del Covid-19, que dieron como resultado los números récord de deserción y la desaprobación de exámenes masiva debido a la orientación del “sálvese quien pueda”.
Finalmente, esas son las consecuencias del apoyo al rescate de la deuda externa, que fue saludada por el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y defendida por el vicepresidente de la UNLP, -y ahora candidato a la presidencia- Martín López Armengol (Télam 20/05) que representa al ala más derechista de la universidad, apoyado en su lanzamiento por representantes de Adulp, Atulp y la FULP(Sitio UNLP 9/4).
Entre otras cosas, para pagarle al FMI se reforzará la ofensiva privatista basada en el establecimiento de aranceles, convenios con grandes empresas y precarización laboral, a lo que se suma la nueva posibilidad de hacer todo tipo de negociados con la educación a distancia.
Por otro lado, la propaganda lanzada en la UNLP, que monta un relato sobre la supuesta aplicación de políticas de contención de la crisis, choca directamente con la realidad diaria de les estudiantes que somos rechazados en las becas que solicitamos o que nos encontramos a la espera de una respuesta que nunca llega.
Durante el 2020 -según datos de la UNLP-, se entregaron 498 equipos (Sitio UNLP 7/10), lo que contrasta con la matrícula de más de 100 mil estudiantes de la universidad, sin contar los 5 colegios que dependen de la casa de estudio. Estos números pintan de conjunto el alcance de las medidas que Tauber y el resto de las autoridades de la UNLP intentan hacer pasar como un éxito.
Mientras que el último año fue de deserción masiva, la FULP y los Centros de Estudiantes, conducidos por el Frente de Todos y por la Franja Morada, se valieron de la pandemia para evitar cualquier instancia de organización y salieron a propagandizar las medidas insuficientes para “combatir” la crisis de las que se jacta la Universidad. Lo único que los mantuvo ocupados fue la “Asamblea Universitaria” realizada el mes pasado que tuvo un carácter antidemocrático y a espaldas de la comunidad educativa con el fin de prorrogar los mandatos de sus propios Consejeres. Las agrupaciones ligadas a las autoridades y al gobierno desisten de organizar a les estudiantes mientras atraviesan una de las peores crisis en la historia de la Universidad.
Sigamos el camino de las juventudes piqueteras
En Argentina donde 6 de cada 10 jóvenes y el 42% de la población se encuentra en la pobreza, cada vez más sectores de la juventud de los barrios golpeados por el hambre y el ajuste no se quedan en la pasividad que proponen las direcciones sindicales y estudiantiles y se organizan de manera independiente en el movimiento piquetero. Este último viene proporcionando un gran canal de lucha para miles de jóvenes que fueron excluidos de su derecho a estudiar en la virtualidad a partir de falta de conectividad, exigiendo al gobierno nacional que garantice los recursos necesarios para poder cursar.
Esto lo demuestran las últimas jornadas de lucha donde destaca la ocupación del Ministerio de Educación por conectividad y computadoras, que logró el compromiso de Trotta de tener una reunión en la que se podrán llevar los reclamos.
Las corrientes de izquierda e independientes de la universidad deben confluir y fusionarse con los sectores más explotados y excluidos de les trabajadores de nuestro país que se encuentran luchando por un aumento presupuestario que permita satisfacer también las demandas que tenemos en las Universidades. La UJS viene acompañando este proceso de las juventudes piqueteras que hoy marcan el camino de cómo hay que plantarse para conseguir los reclamos, es por esta vía que el movimiento estudiantil puede salir del inmovilismo al que lo someten sus direcciones tanto a nivel nacional en la FUA (Franja Morada), como en La Plata con la FULP (Frente de Todos).
Les estudiantes necesitamos que se universalice y que se aumente a $10.000 las becas Progresar, así como su compatibilidad con los programas sociales; conectividad y Wifi; equipos y netbooks para acceder a internet. Pongamos de pie todos estos reclamos en cada una de las facultades.
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