En la ciudad petrolera de Las Heras se produjo, durante la madrugada del domingo 2 de marzo, un grave incidente de contaminación ambiental que obligó al municipio a evacuar a varias familias de los barrios aledaños que se vieron afectadas.

A las 2 a.m. se produjo la rotura de un caño que traslada agua con químicos hacia los pozos inyectores para la extracción de crudo. Lo que sucedió es lo que pasa regularmente en la industria, el problema es que esta vez fue dentro de la ciudad, una ciudad que fue construida prácticamente encima de los lugares donde se produce la extracción del crudo.

Específicamente lo que se rompió es un acueducto hacia Las Heras cuatro. En el campo hay dos tipos de producción petrolera: la primera (que transporta el hidrocarburo) y la producción secundaria que se encarga de inyectar agua, teóricamente limpia, a los pozos inyectores para extraer más crudo. En esta producción secundaria hay que tener en cuenta que las plantas de agua trabajan con una presión arriba de los 100 kg, datos que sirven para comprender la gravedad constante a la que se enfrentan las y los vecinas/os de la ciudad que deben convivir con la contaminación de las napas de agua, del aire y del suelo producto de la extracción salvaje del crudo.

Este hecho deja a las claras que la desocupación es una decisión política en la zona norte, ya que organizaciones de desocupados como el Polo Obrero hace años vienen reclamando por el ingreso a la industria petrolera a través de la remediación ambiental, asunto que YPF nunca quiso acatar, por más que en la provincia rija la Ley n° 2658 que ampara un plan de monitoreo ambiental y mitigación de las contingencias.

En medio de este grave hecho de contaminación ambiental, del que aún no se conocen cuáles serán las consecuencias reales; se produjeron 2800 retiros voluntarios a causa de la salida de YPF de la provincia y, según lo que plantean los trabajadores del sector, hay más por venir. Algo similar ya ha sucedido con el retiro de Repsol YPF en 2012, y con los retiros voluntarios del 2019 cuando también se produjeron cerca de 3.000 mil retiros voluntarios. Vidal acaba de sacar una ley que plantea una reforma laboral flexibilizadora en connivencia con la burocracia de Sipger que fingió realizar un paro en defensa de los trabajadores, lo que en realidad era un factor de presión al servicio de las nuevas contratistas en su puja con YPF, mientras apoyaba los retiros voluntarios. Estos dejan un tendal de obreros desocupados y del trabajo que antes hacían 3, hoy se debe encargar uno.

En este cuadro, el Partido Obrero propone la nacionalización de los recursos naturales bajo un control de los trabajadores, para mejorar no solo el bienestar social generando puestos de trabajo en la remediación ambiental que tanta falta están haciendo en la región; sino que además, seríamos los trabajadores los que controlaríamos la extracción con el fin de no dañar aún mas el medioambiente como hoy lo hace la expoliación de hidrocarburos.

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