Utilizando como caballos de Troya un extenso reclamo de la docencia del nivel medio: la estabilidad laboral mediante la titularización de sus cargos y la creación de algunos cargos nuevos, el proyecto avanza en el salario por mérito, vapulea la antigüedad docente, establece la obligatoriedad de denominados “tramos formativos” y cristaliza a las conducciones escolares en roles gerenciales corriéndolas de las tareas de coordinación pedagógica.

En la apertura del año legislativo, el Jefe de gobierno Horario Rodríguez Larreta anunció un proyecto de reforma laboral docente, es decir una reforma del Estatuto del Docente el cual viene siendo manipulado per se. El proyecto fue presentado a través de la legisladora Thourte, quien es parte del radicalismo y nobel presidenta de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la Legislatura porteña, el proyecto es acompañado por la totalidad de Juntos por el Cambio.

Argumentos arbitrarios para una reforma que no aporta soluciones

El proyecto legislativo se presentó con argumentos tales como la falta de preparación de la docencia para cargos directivos, terminar con la preponderancia de la antigüedad, y con la falta de motivación docente para la formación. Este proyecto expresa una honra a intereses que no atienden los problemas profundos de un sistema educativo que se encuentra vaciado por las diferentes y sucesivas reformas educativas (eliminación de las juntas de clasificación docente, resolución 174/12 para el área de primaria, NES, Secundaria del -sin-Futuro, Unicaba, entre otras) y que encontraron el marco jurídico nacional en las leyes como la Ley Nacional de Educación y la Ley de Educación Superior. Y por lo tanto, surge de objetivos muy ajenos a los intereses pedagógicos de docentes y comunidades que hoy realizan diagnósticos sobre los cuales el gobierno de la Ciudad no hace mención, como los problemas pedagógicos derivados de la grave situación social. Las cifras últimas dadas a conocer por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la CABA, marcan que sólo en febrero la canasta básica alimentaria aumentó el 10%, esto sin duda refracta sobre las comunidades que llegan a las escuelas bajo circunstancias que en múltiples casos son de gravedad y multicausales. Quienes hoy quieren aplicar una reforma al Estatuto son quienes provocan estas condiciones de vida por lo tanto de trabajo de la docencia.

“Ascenso horizontal” y salario por mérito

El punto más promocionado de la reforma es la posibilidad de ascender “sin salir del aula” y sin necesidad de asumir tareas de conducción. En concreto, se crean dos figuras nuevas en primaria: Maestro Especialista y el Maestro Coordinador de Trayectorias Escolares (aunque este último ya existía de cierta forma en el MATE) y la figura del Preceptor Tutor en media. Estos cargos representan una vía alternativa para el ascenso respecto a la tradicional vía jerárquica. Por caso, se supone que una maestra de primaria podría optar por ascender a “maestra especialista” o “coordinadora de trayectorias” en lugar de a Secretaria. Para ello deberá aprobar un curso, cuyo formato y contenido determinará el Ministerio de Educación. En este caso, cobraría un salario básico un 15% mayor que el de una secretaria y similar al de una vicedirectora. Claro que en ningún lado se establece cuantos de estos nuevos cargos se crearán ni cómo se repartirán entre todas las escuelas de la Ciudad.

Por lo pronto, el proyecto establece que para que un docente pueda trasladar estos cargos a otro establecimiento deberá contar con previa autorización del Ministerio de Educación. O sea que el gobierno se reserva la atribución de definir en qué escuelas estarán estos docentes.

Más allá de estos nuevos cargos de “ascenso horizontal”, el proyecto establece en su artículo 16º que “el Ministerio de Educación podrá otorgar incentivos salariales a aquellos docentes que realicen los cursos de perfeccionamiento que éste determine”. Esta orientación además está explícitamente establecida en los fundamentos del proyecto, donde se toma como ejemplo las reformas en Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú que “han incorporado salarios diferenciados según desempeños”.

Tenemos que rechazar está política que apunta a consagrar un salario inicial miserable, obligando al docente a pagar por cursos de escaso valor formativo para lograr un sueldo decente. Hay que decir además que la idea ampliamente difundida de que la carrera docente actual premia la antigüedad por sobre la capacitación es esencialmente falsa. Las sumas fijas y el tramposo salario mínimo garantizado que el gobierno impuso en los últimos años con la complicidad de la burocracia sindical, han destruido la escala salarial a tal punto que durante los primeros 10 años de ejercicio un docente suma $0 por antigüedad y durante los siguientes 10, tan solo un 20% (un abismo del 120% que dice el Estatuto).

CEOización de las conducciones

La posibilidad de ascender con un salario mayor en estos caminos alternativos pone en cuestión la carrera docente tal como la conocemos. Por ejemplo, según el proyecto de ley una maestra especialista jornada completa cobraría más que una vicedirectora. Esto es un fuerte disuasivo para que docentes con más experiencia quieran tomar cargos de conducción. Al mismo tiempo, la reforma reduce los plazos necesarios para el ascenso de 3 años a 1 en el cargo anterior. El gobierno no quiere directivos con muchos años de experiencia docente (que en muchos casos no es solo experiencia de enseñanza, sino también de organización y de lucha), sino directivos formados como administradores o gerentes de sus establecimientos. En esta línea, el proyecto agrega al artículo 67 del Estatuto que “el Ministerio de Educación podrá disponer de tramos de formación obligatoria para la cobertura de interinatos y suplencias de los cargos de ascenso”.

En este sentido, podemos decir que la contracara del “ascenso horizontal” es la formación de una capa separada de la docencia que asuma las tareas de conducción en clave gerencial. No por casualidad, la primera carrera que abrió la Unicaba es la Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas.

Larreta y Acuña usufructúan el vaciamiento provocado por sus políticas

Las carencias en las escuelas son múltiples y diversas, el gobierno apuesta a la aceptación de esta reforma en la carrera de ascenso ante la saturación de problemas que deben atender las conducciones escolares actuales y la docencia de los cuerpos ejecutores, quienes afrontan problemas que van desde el cielo raso que se cae, los problemas sanitarios, los problemas de aprendizaje producto del hambre y la desidia estatal que no brinda los servicios profesionales necesarios para atender los problemas cognitivos y emocionales que se desprenden de graves situaciones sociales, hasta les pibis que se quejan de hambre, las madres víctimas de violencia de género, las familias que quedan en situación de calle, etc.

Es ante este estado de situación que el oficialismo se monta para llevar a cabo una reforma laboral nombrando a lo sumo dos o tres docentes más por escuelas estalladas de una realidad que señala que en el país más del 60 % son pobres, sin embargo, la medida alcanzaría a las escuelas que el gobierno porteño considere como “vulnerable” para nombrar docentes en los cargos a crearse. En tanto ya anunciaron que las escuelas privadas pueden abstenerse de la creación de los mencionados cargos, es decir abstenerse de contratar docentes que cubran tales cargos, sino en general cargos de similares características y funciones ya existen en las escuelas privadas y son los ingresos extras de lxs docentes para llegar a fin de mes. De esta manera le ahorran las costas de los nuevos cargos a las patronales. Pero a la vez este planteo profundiza la escisión entre la docencia de gestión pública de la privada, en tanto hay excesivas demandas en común.

Cabe destacar que los desmanes educativos, responsabilidad directa de Larreta y Acuña, provocados por el desfinanciamiento presupuestario, los recortes y ajustes permanentes de años de una política contraria a la educación, sumada a la falta de entrega de dispositivos y conectividad de los últimos dos años, pandemia mediante, provocando una deserción importante, y mientras la ministra estigmatiza a los “perdidos en los pasillos de las villas”, les niega vacante por falta de construcción de escuelas a miles de cientos de pibxs, nada de esto se subsana con políticas ajenas a dichas necesidades. Es preciso el nombramiento de docentes, tal como se ha venido reclamando, para conformar parejas pedagógicas por salas, grados, cursos y comisiones.

La formación docente debe ser con relevo de tareas y puntaje con una fuerte inyección presupuestaria a la Escuela de Maestros y postítulos dictados en los terciarios, aumentando el presupuesto para éstos últimos, y la docencia de uno y otro deben ser titularizados. Con esta reforma, Larreta pretende establecer un salvoconducto por el fracaso de la UniCABA en la que las carreras ni siquiera tienen Educación Sexual Integral. Una estafa y un fraude para eliminar los 29 institutos de formación docente. En la UniCABA pretenden formar docentes para una educación gerencial que aporte a la formación de personas con las denominadas habilidades blandas, es decir, adaptadxs a un mercado laboral hiper precario y flexible en el caso de poder insertarse en el mismo y solventar apenas la reproducción de las condiciones materiales de vida.

Reforma laboral en todas las jurisdicciones, y la extorsión a la docencia vulnerada de manera histórica

La reforma anunciada viene en un caballo de Troya: la titularización de la docencia del nivel medio largamente vulnerada desde hace 10 años en sus derechos a la estabilidad laboral, al ingreso, permanencia y ascenso en la carrera docente, derechos todos consagrados en el Estatuto Docente que ahora Larreta-Acuña quieren reformar. Es decir, el proyecto es extorsivo al extremo, e intenta abrir una grieta en el colectivo docente, enfrentando a quienes el gobierno ha lesionado con su incumplimiento en los concursos contra el conjunto del sistema educativo. Pero Larreta-Acuña no pretenden combatir ni reparar los acuciantes problemas de falta de titularización, tanto la docencia de diferentes programas del área socioeducativa, como los equipos de orientación escolar, como la docencia del nivel superior, permanecen en las márgenes de los derechos a concursos, traslados y ascenso. Una jugada tramposa por parte de un gobierno que lejos está de garantizarle a la educación pública un desarrollo al servicio del pueblo trabajador.

El anuncio de apertura de sesiones debiese haber sido la titularización docente irrestricta, a lo sumo tratarse por separado, sin atar un reclamo tan genuino a la reforma laboral que no representa intereses educativos reales ni diagnósticos que emanen de lo que expresa la docencia que está en las escuelas y sus comunidades, sino todo lo contrario, Larreta ya está en la carrera 2023, y por ello como clara señal al FMI y a la burguesía, alineó su tropa a nivel nacional para que vote a favor, junto a peronismo y kirchnerismo, del saqueo que implica el pacto de coloniaje con el FMI en detrimento de quienes viven de su trabajo .

Está reforma sólo tiene como sustento agudizar las condiciones para seguir horadando las conquistas de docentes y estudiantes y ser un “modelo a seguir” de reforma laboral, por parte de otros sectores de trabajadorxs.

La docencia, estudiantes y comunidades nos tenemos que preparar y exigir un plan de obras de infraestructura escolar con un seguimiento de una comisión de control de familias, estudiantes, docentes y sindicatos; nombramiento de docentes para trabajar en pareja pedagógica, nombramiento de profesionales de EOE, inmediata titularización y regularización de listados, de docentes de medias, técnica, superior, socioeducativo, equipos de orientación. El Frente de Izquierda Unidad ha presentado en dos ocasiones, desde el año 2019, proyectos de titularización que traducen y demuestran que la estabilidad laboral de la docencia no se realiza a través de una reforma foránea a las escuelas, lxs estudiantxs, la docencia y las comunidades.

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