Educación

26/2/2021

Paro docente el 1° de marzo en CABA

Hay contagios en 88 "burbujas", falta de presupuesto y salarios miserables.

Secretaria gremial de Ademys

Willy Monea, Ojo Obrero Fotografía.

En la Ciudad de Buenos Aires está finalizando la tercera semana de aperturas de escuelas, la segunda con presencialidad parcial de estudiantes, y ya se demuestra la falta de condiciones que veníamos denunciando.

A la ausencia completa de parámetros objetivos epidemiológicos compatibles con la reapertura escolar (8.000 casos diarios nacionales y 1.000/900 casos en CABA), que denunciamos oportunamente con una acción frente al Consejo Federal de Educación, se le suma una infraestructura en crisis y una falta de previsibilidad en la aplicación de los protocolos que hacen que cada escuela “haga lo posible”.

Esto resulta en casos de Covid confirmados y sospechosos y en cierre de “burbujas”.

Según un informe del propio Ministerio de Educación, difundido por el diario La Nación el 25 de febrero, se han cerrado 88 burbujas de un total de 45.000 contando públicas y privadas y, aunque parezca poco, lo que no cuenta el Ministerio es que proliferan los casos donde se aplica mal el protocolo no aislando a los trabajadores, presionando para no cerrar las escuelas o burbujas y, además, sin contar que aún no se ha incorporado el nivel medio y superior a la actividad.

Junto a todos estos problemas se ha registrado que varias escuelas no pudieron abrir las burbujas porque no tienen aulas y espacios disponibles para mantener la distancia social, aireada de forma adecuada o sencillamente no tienen ni puertas o ventanas. Se informan, pero no se abren efectivamente. Con lo cual se va a profundizar la desigualdad educativa en el distrito que tiene hasta el 55% del sistema educativo privatizado.

Por otra parte, hay un desconcierto en las familias trabajadoras que tampoco pueden garantizar una escolaridad reducida sin dispensas para justificar en sus lugares de trabajo. Esto último afecta de mayor manera a las trabajadoras y es donde se ve con crudeza la presión de las patronales y empresarios detrás de estas reaperturas que para ahorrarse el costo de estas licencias.

El impacto que ha causado el “vacunatorio vip” y la privatización de las vacunas para las obras obras sociales está provocando indignación en las escuelas que reclama que la docencia sea contemplada en el cronograma. Mientras el 70% del personal de salud no está vacunado, el burócrata sindical Amadeo Genta, que regentea la obra social de la docencia de CABA, fue alevosamente vacunado. El reclamo del plan de vacunación respetando los tiempos de inmunización se ha colocado a la orden del día.

Sin presupuesto

Cuando señalamos qué hicieron los gobiernos durante todos estos meses para preparar las condiciones y marcamos las responsabilidades políticas de Fernández y Larreta en estas reaperturas prematuras, denunciamos que los presupuestos de ajuste están al servicio del acuerdo con el FMI y el pago de la deuda externa. Una orientación común de todos los bloques políticos que hunde a la educación año, tras año.

En un reciente informe de la ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) se evalúa de cara a las aperturas qué recursos destinó el gobierno de la Ciudad y ratifica las denuncias que venimos haciendo. Respecto a infraestructura escolar señala que “este ciclo presupuestario prevé una asignación de $1.140.411.496, lo que la convierte en la asignación más baja de los últimos 9 años e implica un 71,5% menos que el crédito vigente para el año 2020” ( ACIJ, febrero 2021).

Durante el transcurso del 2020, por ejemplo, el Ministerio de Educación de CABA decidió reducir el presupuesto destinado al programa de mantenimiento escolar. En concreto, durante el año pasado desvió fondos por un monto total de $518.332.381, que equivale a un 14,14% de lo previsto originalmente, que no fueron destinados a mantener en condiciones las escuelas públicas de la Ciudad. (ACIJ, febrero 2021).

Además, se realizó una cuestionada compra de purificadores de aires carísimos (licitación directa de $ 82.900.000, a 150 mil pesos por equipo, 25 mil los filtros renovables) y sin validación alguna, para las aulas sin ventilación natural, sin readecuación de los espacios áulicos, sin medidores de dióxido de carbono, que no atiende a las recomendaciones de los especialistas de no habilitar aulas sin ventilación.

A este cuadro, debe sumarse que, el 28 de diciembre del 2020, el GCBA decidió desviar $371.986.122 del Plan Sarmiento y dirigirlos a la órbita de la Dirección General de Escuelas de Gestión Privada. Sin dispositivos ni conectividad nuevamente se va a reeditar el drama del 2020 de miles de desconectados, a pesar del esfuerzo de los estudiantes y docentes.

El salario, una pelea nacional

El panorama se completa con la falta de oferta salarial. El gobierno nacional parte de 27.500 pesos miserables. Nicolás Trotta ha reunido la paritaria nacional sin oferta alguna, mientras avanzan cierres unilaterales a la baja en las provincias que ya están en pie de lucha por este tema.

En CABA las dos cuotas otorgadas de manera desfasada del acuerdo paritario del 2020 y el bono otorgado en febrero, llevaron el salario inicial de jornada simple a $ 36.500. A la falta de cargos para acompañar pedagógicamente a las y los estudiantes se pretende aumentar la precarización laboral con salarios a la baja.

Ademys Multicolor llevó el planteo de recomposición salarial de lo perdido frente a la inflación del año pasado y lo estimado para este año, no menor a 50%, de un aumento del 50% para llevar el inicial a 55.000 pesos y su actualización por inflación. Todo el pliego votado en una asamblea del sindicato.

Un contraste enorme con la burocracia sindical de Ctera que apoya al gobierno en todos los planos y está entregando nuevamente el salario docente dispuestos a aceptar el techo salarial del 29% planteado por el ministro Martín Guzmán.

Continuidad del plan de lucha

En la ciudad de Buenos Aires la dirección de la UTE-Ctera y demás sindicatos han avalado estas reaperturas sin condiciones. Han llegado al límite de desdecirse de sus propias declaraciones mediáticas con el único objetivo de bloquear la organización del gremio. Su integración al gobierno nacional y el apoyo a los pactos entre Trotta y Acuña no les permiten ni amagar con una acción.

El único sindicato docente que rechazó tempranamente la falta de condiciones para las reaperturas es Ademys. La realización de un no inicio de 72 horas votado en una masiva asamblea demostró cómo deben intervenir las y los trabajadores de la educación, colocando en primer lugar los reclamos y la exigencia de condiciones.

La continuidad para el 1° de marzo, empalmando con las seccionales opositoras y autoconvocatorias del resto del país, y las acciones de denuncia callejera intentan abrir un canal para luchar que aún no ha madurado en el gremio, pero que debemos acompañar demostrando la necesidad de intervenir de forma independiente de las burocracias y los gobiernos para defender la educación, la salud y el salario.

Los 10 puntos impulsados por Ademys y propuestos por Tribuna Docente son un programa de reivindicaciones concretos que refuerzan la perspectiva que somos los y las trabajadores quienes debemos imponer las condiciones y el control de las mismas.

Llamamos a toda la docencia, estudiantes y familias que se sumen al paro del 1° de marzo y a la reunión abierta de organización de esta pelea por la defensa de la educación pública el próximo 5 de marzo a las 18hs por zoom.