El jueves 16 se realizó la charla-debate virtual titulada “Chile, en las vísperas de la elección presidencial”, a pocos días del ballotage del domingo, que definirá el próximo presidente del país trasandino. Participaron Olivia Campos (Fuerza 18 de Octubre), Patricio Guzmán (Socialismo Revolucionario), Natalia Reyes (Chilenxs residentes en Argentina), y Pablo Giachello (Partido Obrero argentino).

La segunda vuelta enfrenta al candidato ultraderechista José Antonio Kast y al referente de centroizquierda, Gabriel Boric. En la primera ronda, Kast ganó con el 27,9% de los votos, contra el 25,8% de su rival.

Campos planteó la necesidad de votar contra el pinochetista Kast, cuya llegada al Palacio de la Moneda conduciría a un recrudecimiento de la represión y de todos los ataques contra las masas. Aclaró, sin embargo, que el llamado a votar por Boric no debe confundirse con ninguna solidaridad política con su espacio. Al respecto, detalló el rol jugado por el dirigente del Frente Amplio en los acuerdos de noviembre de 2019, que le permitieron al presidente Sebastián Piñera sobrevivir a la rebelión popular que estalló en octubre de ese año.

Fue precisamente el papel desmovilizador y desmoralizador jugado por la centroizquierda, sostuvo Campos, lo que posibilitó el crecimiento del referente ultraderechista. Puso como ejemplo de esa política desmoralizadora al vaciamiento político de la Asamblea Constituyente, que había despertado grandes expectativas populares. La centroizquierda la subordinó al Ejecutivo y el parlamento y renunció a tomar medidas de fondo y liberar a los presos políticos.

Guzmán señaló que “la rebelión de octubre cambió todo”; abrió un nuevo escenario político. Indicó que Piñera estuvo a punto de caer, pero se salvó gracias al pacto con la oposición. Coincidió en el llamado a votar contra Kast, sin dar ningún aval político a Boric. Sostuvo que la Constituyente en curso “no es una verdadera Constituyente”, y criticó el proceso de persecución y despojo de sus tierras contra la comunidad mapuche. Actualmente, el territorio del Wallmapu se encuentra militarizado, debido al estado de excepción dictado por Piñera y convalidado por el parlamento.

Reyes comentó el proceso de organización de los residentes chilenos en Argentina y se refirió al pujante movimiento de mujeres del país trasandino, al que calificó como uno de los afluentes de la rebelión de 2019. Ese movimiento tiene entre sus principales batallas el reclamo del aborto legal, que acaba de ser bloqueado en el parlamento. Natalia denunció los planteos misóginos y oscurantistas de Kast. Uno de sus referentes, inclusive, llegó a expresarse en contra del voto femenino.

Giachello abordó la crisis de dirección que vive la clase trabajadora chilena. A partir de las grandes movilizaciones de estudiantes secundarios de 2006 (el pingüinazo), se produce una recomposición del movimiento de masas, que incluye las luchas de los universitarios y las movidas contra las AFP, pero no se estructuró una dirección política independiente. Cuestionó al Partido Comunista, que se integró al gobierno de Michelle Bachelet. Y, al igual que los otros oradores, criticó el pacto de noviembre entre la oposición y Piñera.

Giachello hizo también una referencia al cuadro latinoamericano, inscribiendo la rebelión chilena de 2019 dentro de un proceso que incluye a Ecuador, Colombia y Paraguay, entre otros. Esos levantamientos, dijo, son la respuesta frente a las políticas fondomonetaristas de los gobiernos para transferir el peso de la crisis sobre las masas. Y plantean el desafío de estructurar partidos revolucionarios que las puedan llevar a la victoria.