“David gana a Goliat”. Con esta referencia bíblica en el título, un medio europeo daba cuenta este fin de semana de la histórica victoria de los trabajadores de los depósitos de Amazon en Staten Island, Nueva York, que han logrado poner en pie el primer sindicato en el gigante del comercio electrónico en los Estados Unidos. La consulta entre los empleados arrojó 2.654 votos a favor y 2.131 en contra.

Para llegar a esta instancia, un núcleo de activistas despedidos inició previamente un proceso de recolección de firmas, superando las 2.000. Así lograron que la Junta Nacional de Relaciones Laborales lanzara la convocatoria.

La patronal realizó una feroz campaña contra la sindicalización de los trabajadores, incluyendo reuniones obligatorias para explicar a los empleados por qué no necesitaban agremiarse. Son conocidas las condiciones de superexplotación que imperan en la empresa del multimillonario y viajero espacial Jeff Bezos.

El triunfo logrado en Nueva York es aún más importante si se tiene presente que una consulta previa en Bessemer, Alabama, había sido derrotada por 1.798 votos contra 738. Debido a la injerencia patronal en los comicios, la Junta Nacional de Relaciones Laborales ordenó su repetición, que se llevó a cabo entre febrero y fines de marzo, y en la que lamentablemente volvió a triunfar la empresa, aunque esta vez por una diferencia más estrecha (993 votos en contra, 875 a favor).

El proceso de organización en Amazon se ha contagiado a otras grandes compañías, como Starbucks, donde los trabajadores de una pequeña sucursal de Buffalo, Nueva York, votaron mayoritariamente a favor de formar el primer sindicato en la firma gastronómica.

La organización sindical se vuelve clave frente a la espiral inflacionaria actual en los Estados Unidos, la mayor en 40 años.

Viva la lucha de los trabajadores. Abajo la precarización laboral.