La Unidad Piquetera se reunió con el ministro de Desarrollo Social, Zabaleta

Hay cuarto intermedio hasta el lunes. El movimiento piquetero independiente volvió a movilizar hoy.

Reunión entre la Unidad Piquetera y funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social.

La Unidad Piquetera, que ganó las calles con el acampe de la semana pasada, tuvo una reunión con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. Luego de las reiteradas negativas del funcionario a atender las demandas de los desocupados, en un momento donde la crisis social se cuantifica con la estremecedora cifra de 17,5 millones de personas en condición de pobreza en el país, la masividad de la jornada piquetera comprometió al gobierno a recibirlos, e incluso a otorgar algunos paliativos (insuficientes) como el bono de $6.000 al Potenciar Trabajo o el aumento del 50% a la Tarjeta Alimentar.

Por lo pronto, la reunión pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes, donde el gobierno analizará las propuestas acercadas. En la reunión, la Unidad Piquetera reafirmó que la lucha de fondo es por el trabajo genuino, por abrir los cupos de los programas sociales y universalizarlos en medio de la catástrofe social, así como de ampliar las partidas alimentarias para comedores y merenderos populares en los que se alimentan miles de familias trabajadoras del país; y que su provisión ha sido un flanco de ataque permanente del pacto de ajuste en marcha. No por bonos o dádivas que no resuelven una aguda crisis de fondo.

En estos mismos momentos, el movimiento piquetero continúa movilizado de hecho por la libertad de Sebastián Copello, dirigente del Polo Obrero de Jujuy, y Juan Chorolque, del MTR – 12 de Abril de la misma provincia. Esto no es casual. La lucha piquetera en momentos donde acucia cada vez más el hambre se convirtió en un factor central de tensión en la situación política, y todos los gobiernos y el arco del régimen patronal cerraron filas para atacar a los desocupados.

Pasando de los atropellos y las persecuciones del radical Morales en Jujuy, lo propio hace Larreta reclamando la baja de los planes sociales a quienes participen de movilizaciones, en sintonía con lo que hizo el propio gobierno de manera arbitraria e infundada contra manifestantes que estuvieron en el Congreso contra el pacto con el FMI; lo que a su vez es un planteo defendido a viva voz por los Milei y los Marra con su “brigada antipiquetera”, pero también por Sergio Berni, por lo que las chácharas de Máximo Kirchner (y el kirchnerismo en general) no pasan de una pose.

Frente a este cuadro es crucial que los trabajadores desocupados continúen en las calles. No solo por la libertad de todos los presos por luchar, sino para que este cuarto intermedio del gobierno hasta el lunes no quede en una maniobra para dilatar las reivindicaciones más esenciales. El hambre que hay en los barrios no puede esperar. Redoblemos la movilización popular hasta conquistar el trabajo genuino, la garantía de que todas las familias obreras del país puedan comer y la universalización de los programas sociales hasta entonces. Que tengan claro los gobiernos que si no hay respuestas a estos reclamos urgentes, el movimiento piquetero independiente ganará las calles todas las veces que sean necesarias para lograrlo.