Mujer
11/8/2025
Otoño Uriarte: el tribunal de impugnaciones absuelve a los cuatro condenados por su desaparición y femicidio
El fallo evidencia una Justicia atravesada por fuertes intereses políticos.

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Otoño desapareció cuando tenía 16 años.
El Tribunal de Impugnaciones de Río Negro (TIR), por unanimidad, acaba de revocar el fallo judicial del Tribunal de Cipolletti, que solo meses atrás condenó a cadena perpetúa a los cuatro imputados acusados de desaparecer y asesinar a Otoño Uriarte en 2006 en la localidad de Fernández Oro, provincia de Río Negro.
Los condenados Maximiliano Lagos, José Jafri, Néstor Cau quedarán en libertad, mientras y Germán Ángel Antilaf seguirá preso por otras causas.
Los motivos
El TIR argumenta, luego de tomar los reclamos de las cuatro defensas de los acusados, que las pruebas que se juntaron durante el juicio desarrollado este mismo año no fueron suficientes. Puntualizó así en algunas pruebas genéticas y odorológicas, y testimonios orales que según su visión no son concluyentes para sostener la condena.
"El fallo se había sustentado en indicios surgidos de pruebas genéticas, pericias odorológicas y algunos testimonios orales, pero sin indicios firmes", fue parte de la nueva definición. Se agrega de esta manera un manto más de impunidad a un caso plagado de irregularidades políticas,judiciales y policiales.
20 años de impunidad
El caso de Otoño fue desestimando intencionalmente desde un comienzo por las instituciones del Estado bajo el gobierno radical de Miguel Saiz, el último de este signo en el gobierno. Gobernó la provincia desde el 2003 al 2011. Los demás, hasta hoy, solo pueden entenderse como una continuidad de los negociados que aflojaron en Río Negro en aquel momento.
Innegablemente estas se encuentran relacionadas con todos los negociados ilegales: desde la trata de personas hasta el narcotráfico, negociados también del actual régimen de gobierno.
La familia pidió desde el primer momento que el caso se encuadrara en trata de personas. Otoño no solo había desaparecido, sino que comenzaban a aparecer pruebas que relacionaban al poder político-judicial de la época, y la policía detrás del caso de Otoño.
Más allá de ello, este nunca fue investigado como trata de personas. Solo intervinieron comisiones de investigación relacionadas a la justicia, política y policía provincial. El caso nunca tomó por así decirlo, estatus federal. Otoño desapareció el 23 de octubre del 2006, y apareció el 26 de abril del 2007.
Sin embargo, cuando el caso tomó relevancia nacional debido a las marchas de la familia y quienes acompañamos desde un primer momento, y llegaron los medios de comunicación masivo, quedó mucho más claro que estábamos en presencia de una red de trata de personas.
Otoño estuvo desaparecida seis meses en una zona con muchos lazos ilegales y paraestatales, demostrando que dichas redes están presentes. La joven fue desaparecida, y tratada (primero viva, luego muerta) durante seis en un radio de km de no más de 40 km, entre las localidades de Fernández Oro y Cipolletti, donde finalmente apareció su cuerpo.
Sufrió dicha trata, y sufrió tres heridas de arma blanca (según la autopsia sobre lo que pudieron recuperar de su cuerpo). Fue arrojada al canal y quedó atrapada por una compuerta que debía desaparecerla completamente. No lo lograron.
Ese fue el comienzo de un caso plagado de desviaciones investigativas, obstrucciones, ocultamientos y pérdidas de pruebas.
Para Otoño la verdad
Desde el Partido Obrero repudiamos enérgicamente las definiciones de una justicia que sigue embarrando la cancha. Desde el comienzo la investigación estuvo en manos de quiénes también debían ser investigados. Muchos de aquella época se encuentran hoy ocupando cargos políticos centrales en el gobierno de Juntos Somos Río Negro.
El actual régimen demuestra con este fallo que vive de la impunidad, de negociados ilegales, de los pactos de silencio en el propio Estado, del desvío y obstrucción de las investigaciones. Este fallo no solo libera a cuatro condenados, sino que sigue dilatando la investigación hacía arriba, es decir, hacia el poder político y judicial, que de conjunto protegen a instituciones centrales como el aparato policial provincial.
Para Otoño la verdad.

