Políticas

21/9/2022

inflación

Aumentos de hasta el 85% en las primeras dos semanas de septiembre

Se deriva de un relevamiento del gobierno, que evidencia el fracaso de su política de precios.

La Secretaría de Comercio publicó un listado con los 30 productos que más aumentaron.

La Secretaría de Comercio a cargo de Matías Tombolini publicó un listado con los treinta productos que más aumentaron en las grandes cadenas de supermercados durante la primera quincena del mes. El índice arranca ya en el piso de aquellos que subieron en torno a un 20%, lo que da cuenta de la magnitud del descontrol inflacionario. El gobierno, que armó este relevamiento posando una vez más como combatiendo la escalada de los precios, termina autoincriminado con semejantes cifras.

El “ranking” lo lidera un bronceador de Nivea, que entrando en la primavera subió un 85% y llega ya al 450% interanual. Luego, al relevamiento le sigue toda una variedad de rubros. Se destacan aumentos en vinos y espumantes, aguas y bebidas sin alcohol o mermeladas con cifras por encima del 40%, pero por encima de un umbral del 20% también se figuran productos para el hogar, galletitas, comidas procesadas, lácteos, infusiones, conservas y otros bienes que son también del día a día.

Se suma a ello el caso de productos de consumo masivo como el pan, que no rankea por marca, que aumentaría como piso un 6% en el mes pero que podría dispararse hasta un 25% según la Federación Industrial Panaderil a partir del vencimiento del fideicomiso con el que el gobierno subsidiaba a las firmas molineras para atenuar el precio de la bolsa de harina.

Si se atiende al Índice de Precios al Consumidor del Indec del último mes, de un 7% de aumento reportado en agosto, se destacó la suba de frutas y verduras entre los alimentos. Y pese a las promesas electorales de “la vuelta del asadito”, un ritual ya inconcebible para la enorme mayoría de las familias trabajadoras ya que el consumo sigue cayendo a mínimos históricos, otras carnes como el pollo o el cerdo también vienen aumentando por encima del promedio general.

Esto demuestra a las claras la falsedad del planteo de que “todos pierden con la inflación”, ya que mientras los alimentos se disparan, el gobierno insiste con poner topes a las paritarias, aumenta el salario mínimo y las jubilaciones muy por debajo de la inflación y aboga por un acuerdo entre el empresariado y la burocracia sindical para maniatar el bolsillo obrero; consagrando así un cuadro en el que los trabajadores siguen perdiendo y los capitalistas que aumentan los precios conservan sus márgenes de ganancia.

A fin de cuentas, la inflación le reporta al gobierno un negocio redondo. Por eso, a pesar de los palabreríos oficiales contra los “formadores de precios”, las alimenticias, las farmacéuticas y las empresas que producen bienes de consumo aumentan semana a semana los valores en las góndolas, a la par de los supermercadistas, sin tener que probar los motivos de aumentos de hasta un 80% en una quincena como vemos a la luz de los hechos.

Y es que el Ejecutivo es el primer “formador de precios”. Toda la política económica oficial, supeditada a los mandatos contemplados en el pacto con el FMI para el pago de la deuda, es inflacionaria por sí misma. De hecho, es la inflación el mecanismo que le permite licuar el gasto público y a la vez aumentar la recaudación fiscal por la vía de los impuestos al consumo, como reclama el Fondo.

A medida que no solo se vuelve más caro llenar el changuito, sino también el transporte o los servicios, la tarea urgente que tenemos los trabajadores es pelear por la recomposición del salario y por paritarias que superen el aumento de la inflación, apoyando a la docencia que lucha en todo el país o los compañeros del neumático que tampoco aflojan en su pulseada con las patronales.

Es un contraste total con lo que hace todo el arco de la burocracia sindical, que apoya al gobierno en su presunta cruzada “contra los formadores de precios” sigue descartando cualquier medida de lucha. Son los mismos los que firman acuerdos. Para graficar de qué lado están las conducciones oficialistas basta con ver que mientras Massa todavía estaba en Washington reuniéndose con el FMI Pablo Moyano, Hugo Yasky y Roberto Baradel saludaron al embajador estadounidense Marc Stanley, demostrando que están en la vereda del ajuste del gobierno.