Si bien la acusación del Municipio parece un enfrentamiento con la empresa Edesur, la estrategia es cruzada. Desde el año pasado la concesionaria del servicio de energía eléctrica quiere instalar la subestación Rigolleau. Frente a la gran resistencia de los vecinos, el Municipio no tuvo opción que obrar con algunos gestos en favor de éstos, pero nunca actuó directamente para frenar las obras en la estación eléctrica, que se ubica en 21 y 145, en pleno barrio residencial. Las principales críticas de los vecinos apuntan contra la obra por la contaminación que generaría en pleno centro del distrito. A pesar de que todavía no se instaló, la empresa intentó avanzar para la conclusión de la obra y amenazó al Municipio con bajas de tensión y cortes en varios puntos. Es así que desde el parque industrial de Plátanos salieron a denunciar que Edesur no proveía del servicio especial necesario para producir, y de este modo la empresa presionó para que se finalice la obra, asegurando que no podían prestar el correcto servicio. Pero, en lugar de instalar la subestación en alguna zona rural, desde la concesionaria insistieron en establecer la obra a pocas cuadras del centro de Berazategui, y los cortes continúan para presionar a los vecinos a aceptarla.