En Plaza de Mayo, organizaciones de jubilados llevaron adelante una jornada de acción de fin año que incluyó la realización de una radio abierta y un brindis con pan y agua. En el marco del “Brindis del hambre”, pusieron de manifiesto las consecuencias gravosas que trajo para los adultos mayores la política de ajuste del gobierno de Milei y la necesidad de enfrentarla.

La convocatoria fue abierta a sindicatos, agrupaciones de lucha, centros de estudiantes, organizaciones piqueteras y asambleas barriales. Algunos de los reclamos de los jubilados son el aumento de la mínima a 980.000 (canasta calculada por la Defensoría de la Tercera Edad), movilidad automática por inflación y sueldos, restitución de los medicamentos con cobertura al 100% y ampliación del listado, un rechazo al intento de Milei de privatizar las jubilaciones, entre otros.

En un año, Milei sumió a más de medio millón de jubilados en la pobreza e implementó medidas que profundizaron el desguace del Pami. Su política de vaciamiento de la Anses y de promoción de la precarización laboral es, por otro lado, un ataque a los jubilados del futuro, que si no se derrota esta política se verán cobrando una mera pensión a la vejez. Esto forma parte de una política más amplia de ataque contra toda la clase obrera, sacudida por la reforma laboral y las paritarias a la baja.

El gobierno es incompatible con las necesidades de los jubilados. Debe irse.

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El 20 hubo movilizaciones a Plaza de Mayo y todas las plazas por un plan de lucha para derrotar a Milei. –

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