El consejo directivo de la CGT ratificó este jueves, en el edificio de Azopardo al 800, la movilización que anunciara para el 17 de agosto, la cual será “contra la inflación” y en la perspectiva de pedirle “definiciones” a la “clase política”. Luego de meses en los cuales el gobierno estuvo desarrollando una ofensiva en toda la línea contra los trabajadores, con el movimiento piquetero combativo dando la nota con una enorme pelea callejera y distintos sectores obreros en lucha, la movilización de la CGT, que no movió un dedo mientras ocurría todo eso, no tendrá bajo ningún punto de vista el objetivo de derrotar el ajuste en curso.

En la reunión, que tuvo a Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) a la cabeza, se expresó que la burocracia está tomando nota de que los reclamos obreros crecen, como ocurre en la UOM, y que por lo tanto debe jugar el papel de contención pero en las calles. A su vez, se ha manifestado en las diferentes posiciones de los cegetistas la división que reina en el gobierno del Frente de Todos.

La organización de la movilización y los lugares en los que tendría lugar fueron nuevamente motivo de un acalorado debate. El kirchnerista Sergio Palazzo, secretario de La Bancaria, y Pablo Moyano, plantearon marchar hacia la Unión Industrial (UIA) y la Asociación Empresaria (AEA). Esto que aparenta ser una pose más o menos “radicalizada” tiene el objetivo de encubrir, por un lado, la responsabilidad del gobierno nacional en el proceso inflacionario y en la licuación salarial, y, por el otro, el hecho de que la burocracia sindical no organiza en sus propios gremios la pelea por quebrar los techos paritarios y contra las patronales (de hecho vienen firmando junto a ellas paritarias muy por debajo de la inflación). Por su parte, la mayoría de los elementos de la burocracia sindical, entre ellos Daer y Andrés Rodríguez (UPCN), rechazaron esa posición y terminó aprobándose la idea original, a saber, que la movilización parta del Obelisco y termine en el Congreso.

La convocatoria no tendrá acto ni oradores y solo difundirá un documento cuyo contenido se desconoce. Como novedad, contará con la adhesión de centrales como la CTA yaskysta y de organizaciones sociales como el Movimiento Evita. Su culminación en el Congreso tendría como propósito darle un mensaje a la “clase política”; en ese sentido, uno de los cegetistas dijo que si la oposición de Juntos por el Cambio pretende ser gobierno tendrá que prestarse a una conversación. Lo cierto es que ni al Congreso le van a reclamar algo. La burocracia quiere evitar que los trabajadores intervengan de conjunto en la crisis por la conquista de todas sus reivindicaciones. Todo esto es una demostración de que en la central no existe ningún vestigio de combatividad, solo colaboracionismo antiobrero con el gobierno.

La burocracia sindical dispara sus quejas contra los grupos capitalistas que encarecen las mercancías pero oculta que el principal formador de precios es el gobierno nacional con el manejo de resortes económicos claves. Esto lo volvió a probar el aumento del boleto que recientemente dispusiera el Ejecutivo. Daer ha dicho que la CGT va a resistir contra las maniobras especulativas de las empresas y contra cualquier intento de devaluación, pero nunca pasa a la acción. La central no ha convocado a ninguna medida de lucha para defender el salario, y la devaluación, un proceso que se desarrolla hace tiempo, es una consecuencia de la política económica del gobierno, el cual, asimismo, deja que los “formadores de precios” hagan lo que quieran a través del control del comercio exterior.

A diferencia de la conducción burocrática y traidora de la CGT, que es cómplice del ajuste, sindicatos como el Sutna están desenvolviendo importantísimas luchas en defensa del salario. El movimiento piquetero, a su vez, copará las calles otra vez este 27 de julio con una movilización a Plaza de Mayo, como debe ser. Estas expresiones de lucha le marcan el camino a toda la clase obrera del país.

Para defender el salario de los trabajadores hay que ir hacia un paro nacional y un plan de lucha.

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