Políticas

24/9/2020

Devaluación y arbitraje de la Corte, dos clásicos de las grandes crisis

Editorial. Impulsemos la intervención de la clase obrera.

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El ministro Martín Guzmán se oponía a agravar el cepo por temor a un salto en el dólar blue. Tenía razón. El presidente del Banco Central empujó el supercepo porque se quedaba sin reservas, también tenía razón. La tendencia a devaluación está inscripta en un fracaso de todo el régimen, incluidas las distintas alas del peronismo y las distintas alas de la oposición cambiemita. Porque todos acompañaron el eje del canje de deuda como punto de partida de la salida a la crisis. Y el canje ha sido un fracaso incluso para los bonistas que arrancaron todas sus exigencias. Porque el famoso “valor presente” de los nuevo bonos ha caído un 22% desde el canje y están de nuevo a tiro de fondos buitre que ya calculan el nuevo default a cinco años. De la mano del “riesgo país” a 1.400 puntos, Argentina está tan afuera del mercado financiero como antes.

En rigor, no está funcionando tampoco el supercepo. Porque hay un feriado bancario no declarado por el cual no hay tal venta de dólar ahorro con el nuevo impuesto del 35% encima del viejo 30% del “impuesto país”. Como marcamos en Prensa Obrera se pasó del default de la Nación al default de las provincias, que no logran cerrar sus canjes ni obtienen dólares para pagar sus vencimientos, y a un default compulsivo de las corporaciones que no obtienen la totalidad de los dólares para sus vencimientos con proveedores y de sus obligaciones negociables, que son su propia deuda externa. Por otro lado la no prefinanciación de exportaciones agrava el parate del capital agrario que retiene cosechas, justamente para forzar la devaluación. En este cuadro la escalada del dólar financiero (contado con liquidación) a $147 llevó la brecha cambiaria al 95%, a pesar de las minidevaluaciones diarias del Central que no para de vender dólares.

https://prensaobrera.com/politicas/el-supercepo-otro-salto-en-la-crisis/

De la crisis cambiaria se está pasando a una amenaza de corrida bancaria solo frenada por el “barbijo” bancario que no permite transferencias en dólares entre bancos y solo otorga turnos para el retiro de divisas físicas con destino al colchón, a las cajas de seguridad o a otros destinos que las sacan del circuito financiero y de las reservas del Central. No obstante, los retiros han superado los u$s100 millones diarios (La Nación, 23/9). La diferencia con el 2001 es la cantidad de dólares en garantía de los depósitos, en la cajas de los bancos y que los préstamos en dólares se han hecho a las empresas exportadoras que se supone los devuelven contantes y sonantes. Pero en dos años, los depósitos en dólares han pasado de 31 mil millones a 17 mil y en la pandemia han caído otros 1.500 millones.

Lo cierto es que las reservas líquidas disponibles tienden a cero lo que paralizaría al país y, para evitar la quiebra del Central, se apela a un cepo altamente recesivo. Muchas empresas ya calculan costos y precios con el dólar financiero. La mesa está servida para otro golpe devaluatorio contra las masas trabajadoras.

La “sarasa” del presupuesto “peronista”

El ministro Guzmán tuvo a cargo la “sarasa” –según su micrófono indiscreto- para explicar en el Congreso un presupuesto con el dólar a $101. Siempre fue un dibujo el presupuesto argentino, pero se trata de una obra pictórica que siempre algo indica. En este caso prevé un crecimiento del 5,5% del PBI en 2021 que no tiene nada de “´productivista” ni de “nacional y popular”. Esto porque el propio presupuesto parte de la base de una caída del 12,1% en el presente año, luego de las caídas macristas de 2018 y 2019. Ya empezó a hacer ruido incluso adentro del peronismo, porque el “rebote” de menos de la mitad de la caída de este año significa que no hay tal despegue pospandemia. El “guzmanista” Ámbito Financiero lo resumió: “la promesa de Guzmán es que habrá menos gasto público (y emisión) en 2021… achicar el déficit, respaldar la emisión monetaria y fortalecer las reservas”. El camino del ajuste fondomonetarista. No fueron casuales las flores de Alberto Fernández en su primer discurso en la ONU: “el FMI no pondrá en riesgo la reactivación”.

Se sabe, si hay devaluación todas las cifras del presupuesto sufren ese desagio, especialmente las que están referidas a un porcentaje del PBI, porque una devaluación produce una caída de igual proporción en el PBI, que se mide en dólares. Es el caso de la prometida inversión en obra pública del 2,2% del PBI. Algo que no revertiría ni a gancho la caída histórica de la inversión privada que está en el piso del 14% del PBI, en el subsuelo de la castigada América Latina de las rebeliones populares que ronda el 20%. Con U$S 4.700 millones de vencimientos con el FMI y el Club de París, la dependencia del gendarme financiero mundial y del imperialismo en su conjunto de los Fernández y su historia de “honrar las deudas” fraudulentas –en este caso tomando nuevas- será dominante. El presupuesto solo promete “renegociarlas” a sabiendas de quién tiene la sartén por el mango.

El otro dibujo antiobrero es el de la inflación del 29%. El único propósito que persigue una previsión así es deprimir las paritarias que, efectivamente, de la mano de la burocracia sindical se están firmando en ese orden, donde las hay, y en otros casos alguna cifra no remunerativa hasta fin de año y gracias.

No hay en el que será el primer presupuesto “nacional y popular” nada para rescatar desde el lado de los trabajadores. De la comparación surge que no se mueve el amperímetro y tengamos en cuenta que la principal obra pública que necesita el país es la vivienda, que ha desatado una ola de ocupación de tierras. El presupuesto de salud cae y el de educación tiene un aumento que no llega a la mitad de la inflación real prevista. De allí que la propuesta salarial del Estado patronal en la paritaria correspondiente fue del 15% en cuatro cuotas hasta marzo del año que viene. El FMI está al comando de este presupuesto, después que gobernaron el 2020 con el de Macri. Peronismo del siglo XXI.

https://prensaobrera.com/politicas/impuesto-a-la-riqueza-mutilado-y-licuado/

Teléfono para la Corte

La devaluación y la crisis fiscal son un clásico de las grandes crisis. Pero ya tenemos otro: al arbitraje de la Justicia y de la Corte en particular. Finalmente el desdibujado presidente Rosenkrantz convocó a reunión de urgencia para tratar el per saltum contra el traslado de los tres jueces que el Senado capitaneado por Cristina volvió a sus juzgados anteriores a Macri. La cosa no es solo con Cristina porque el Presidente en cuestión de 12 horas firmó el decreto confirmando la resolución del Senado. El sonado caso de los cuadernos y varias otras causas están en juego.

Pero la tendencia al arbitraje de la Justicia en la crisis política dio otro salto en estos días. Juntos por el Cambio presentó nota reclamando mayoría presencial en la sesión que trate el devaluado impuesto a las fortunas. Se salen del acuerdo de caballeros por el cual solo serían presenciales las sesiones de Reforma de la Justicia, Presupuesto y Reforma Previsional. ¿Por qué el cambio? Toda la burguesía, incluyendo la Came, la UIA, los bancos y la Rural y sus socios, se ha opuesto al impuesto. Así las cosas su mentor, el banquero exestalinista Carlos Heller postergó el tratamiento en comisión de la iniciativa que es un taparrabos de la política en curso que descarga sobre la masas el peso de la crisis capitalista. Los cambiemitas reunificados por esta presión del capital presentarán dictamen de rechazo. Recordemos que la última sesión que aprobó dos leyes está apelada en la Justicia.

A estos fallos de alto voltaje en la crisis se agrega la presentación de Larreta contra la quita de la coparticipación para darle el aumento a la amotinada Bonaerense. Se acumulan causas que llevan a la Corte a arbitrar en la crisis. Por algo la comisión de juristas con mayoría cristino-albertista quería ampliar el número de cortesanos. Tal vez empiece otro capítulo que sea el de la crisis política de la propia Corte, hasta ahora paralizada en estos ríspidos temas. Cristina acusa a la oposición de intentar paralizar el Congreso. Suena a amenaza para lograr mañana una mayoría abrumadora que le permita seguir adelante sin tropiezos.

Impulsemos la intervención de la clase obrera en la crisis

En los últimos días las calles de la capital empezaron a registrar la presencia de la clase trabajadora. Marchas importantes de las y los enfermeros y médicos –luego reprimida por la policía de Larreta- y de los ocupantes de tierras, con Guernica a la cabeza, fueron la noticia del día de la primavera. Cuatro días antes, el Plenario del Sindicalismo Combativo movilizó miles de compañeras y compañeros en una movilización y acto que congregó en el marco de una jornada nacional a las principales luchas del país, de ocupados y desocupados incluidas las ocupaciones de tierra.

https://prensaobrera.com/sindicales/por-paritarias-libres-y-aumento-del-40-de-salarios/

La docencia misionera autoconvocada le arrancó al gobierno un adicional del 10% al aumento miserable que había firmado la burocracia ceterista de la provincia. Se trata de una victoria, aunque un porcentaje importante de la asamblea general –que acompañamos- rechazó la propuesta aceptada. Otra victoria parcial fue la postergación del desalojo arrancada por la emblemática, masiva y crecientemente organizada toma de Guernica que ha adoptado los métodos de clase para su defensa. En Chubut se suceden los piquetes de viales y de la salud. El movimiento ambiental ha crecido en su movilización en plena pandemia de la mano de los grandes cortes rosarinos y la movilización contra las granjas chinas y otras reivindicaciones. Los jubilados autoconvocados reunidos en la masiva audiencia convocada por Romina Del Plá se movilizaron aún en las dificilisimas condiciones de la pandemia en distintas provincias del país y el Congreso, contra la reforma previsional en marcha.

El Sutna movilizado arrancó una paritaria del 37% hasta marzo que ha hecho ruido en el movimiento obrero, mientras la Came le pudre la paritaria respetuosa de las pautas a Cavalieri. Conadu Histórica resolvió un paro de 24 horas –contra la moción del clasismo de 48 horas y plan de lucha- contra el aumento salarial cero y por los reclamos de la virtualización forzosa. La cuestión de las paritarias libres, con mandato y actualización por inflación, se hace más perentoria aún por la devaluación en marcha que ya anticipa el tercer tarifazo en las naftas en 45 días.

Tenemos el desafío, como corriente obrera y socialista, de promover la intervención de la clase obrera en la crisis, de allí la importancia de la política de frente único expresada por el Plenario del Sindicalismo Combativo que marca una orientación contra el pacto social de hecho que practican desde Daer hasta Godoy, pasando por el moyanismo y Yasky.

La burocracia sindical y la burguesía, con todo, están muy preocupadas ante un escenario que tiene tantos componentes en común con el 2001. No debe sorprender por eso el llamado de Marcelo Bonelli a un gobierno de “unidad nacional antes de que sea tarde”, siguiendo los pasos de Duhalde. Daer y los gobernadores planifican un 17 de octubre de “apoyo al gobierno” contra los banderazos. Tal vez haya un sutil mensaje albertista en la interna del pejota, pero con toda seguridad es un expediente para encubrir que es el gobierno de los Fernández y Massa el que aplica la política del FMI y la agenda antiobrera del capitalismo criollo, en lo que coinciden con la burguesía opositora por encrespada que esté.

El Frente de Izquierda tiene que ganar la calle para contribuir con su programa y su alternativa política a la intervención de la clase obrera en la crisis. Se agotan los tiempos, el Partido Obrero insiste en levantar esta tribuna movilizada y movilizadora de la única referencia que desafía a los bloques políticos dominantes, responsables del hundimiento nacional y social.

https://prensaobrera.com/politicas/faltan-dolares/

https://prensaobrera.com/politicas/mucho-mas-que-una-crisis-judicial/