En medio de la fuerte tensión cambiaria, el gobierno prepara nuevas medidas para afrontar la situación con el dólar. Por un lado, ante la escasez de divisas para fortalecer las reservas en línea con la meta impuesta por el FMI; y por otro por el impacto inflacionario que genera el dólar blue en niveles récord, como lo hizo en el último cierre de la jornada cambiaria, a $317. En este sentido, el gobierno apunta a atraer los dólares del turismo al mercado formal garantizando un precio por cada dólar al valor del CCL o dólar MEP. Otra devaluación en puerta.

El procedimiento, que tendrá un tope de US$5000 por persona, será reglamentado por el Banco Central (BCRA), que este jueves tiene su habitual reunión de directorio. Con este desdoblamiento el gobierno busca paliar los efectos de la brecha cambiaria en las divisas del turismo, concediendo un precio más próximo al blue. Es una devaluación encubierta, o en cuotas, porque deja planteado avanzar con el desdoblamiento para otros sectores de la economía, que también especulan o se paralizan por la brecha.

Es el caso de las patronales del agro, que se encuentran al frente de la evasión impositiva y la fuga de divisas del país, y pugnan por un salto en el tipo de cambio y una quita de impuestos, a pesar de haberse beneficiado enormemente por los altos precios internacionales, reteniendo la cosecha y, por lo tanto, las divisas. También de las patronales exportadoras e importadoras, a las cuales el gobierno le otorga vía libre para girar sus dividendos al exterior, como es el caso de las petroleras o el permiso a las hidrocarburíferas para que exporten en lugar de abastecer la demanda interna, beneficiadas por los altos precios internacionales. Esto último ni siquiera parece ser algo positivo para cumplir con la meta de acumulación de reservas, como esperaba el gobierno, ya que se estima que la balanza del sector energético terminará el año con un déficit de aproximadamente USD 5.000 millones.

La depreciación del peso, así promete seguir, pero sin que eso resuelva la incapacidad de acumular reservas. El BCRA ya vendió en lo que va de julio USD 638 millones y lleva emitidos $980.000 millones destinados a la compra de títulos del Tesoro para revalorizarlos. Financiando la corrida con los dólares del Central, el gobierno hecha nafta al fuego de la depreciación de la moneda local.

El incentivo al dólar turista no es una idea innovadora ni brillante, ya en octubre de 2021 el Banco Central intentó captar más divisas de los viajeros mediante la creación de la “caja de ahorro para turistas”. Una cuenta bimonetaria para atraer los dólares del turismo receptivo con el objetivo de aumentar la oferta en el circuito formal de cambios. Aquella herramienta no tuvo el resultado deseado y fue un fracaso rotundo: no se abrió ni una sola cuenta.

Salir de este laberinto solo es posible, rompiendo con el FMI y creando una banca única en manos de los trabajadores, en función de terminar con la fuga de capitales incesante y destinar el ahorro nacional en un ciclo de inversiones productivas inspiradas en el interés mayoritario. A su vez, es necesario nacionalizar el comercio exterior bajo control obrero para reabsorber la renta exportadora y redirigirla a una planificación económica al servicio de las necesidades populares. Esto solo será posible bajo una planificación económica dirigida por los trabajadores, dado que es la única clase social interesada en terminar con semejante oprobio. Por eso, la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha reviste carácter de urgente.

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