El gobierno nacional anunció un bono de $20.000 en dos cuotas para aquellas personas que perciben prestaciones por desempleo. Se trata de un nuevo intento por disimular el impacto de la devaluación y del ajuste más general de Massa sobre el ingreso de un sector importante de trabajadores.

Las cuotas del bono se pagarán en septiembre y octubre, y los fondos para financiarlo saldrán de la Anses. Massa viene lanzando bonos y medidas para intentar encubrir las consecuencias del ajuste fondomonetarista que está aplicando y también para ganar algunos votos hacia las elecciones de octubre. Ninguna de estas políticas altera el proceso de degradación social que está teniendo lugar en Argentina. El bono por desempleo, además, tiene un carácter restrictivo.

La prestación por desempleo es cobrada por trabajadores que fueron despedidos sin causa justa o por fuerza mayor. Su monto es de miseria; actualmente, la prestación mínima es de $32.771 y la máxima de $54.628. El monto se calcula de acuerdo a los ingresos y a los meses trabajados (con aportes) durante los últimos tres años. O sea, el monto máximo (junto con el bono) que podría cobrar un trabajador no superaría los $75.000.

Acceder a este subsidio tiene límites. Los trabajadores permanentes deben tener al menos 6 meses de trabajo con aportes en los últimos 3 años anteriores al despido o finalización del contrato. Y los trabajadores eventuales deben haber trabajado menos de 12 meses en los últimos 3 años y más de 90 días en el último año antes de la finalización del trabajo. Por esto es que el bono tiene un carácter limitado.

El desempleo en Argentina es ocultado por el gobierno. En primer lugar, porque no cuenta en la estadística a aquellos trabajadores desocupados que dejaron de buscar trabajo, resignados por la situación de incertidumbre que les impone la propia crisis capitalista. Y, en segundo lugar, porque toma en el cálculo de ocupados a aquellos que perciben planes como el Potenciar Trabajo. Es una política histórica de los gobiernos capitalistas y en particular del kirchnerismo.

El gobierno nacional dice que el desempleo está disminuyendo y que en algunas regiones del país incluso reina el pleno empleo. No solo oculta lo mencionado anteriormente, sino que también encubre que lo que ha crecido es el trabajo precario, la sobrecarga laboral y la búsqueda de dos empleos. Para los precarizados (el 50% de la población), Massa anunció un bono miserable de $20.000. Se trata, de conjunto, de una política de distribución de la miseria.

En este marco, es clave apoyar la lucha del movimiento piquetero por trabajo genuino y distintas reivindicaciones. Más en tiempos donde el oficialismo se propone profundizar el ajuste y crecen las posibilidades de que Milei gane las elecciones para redoblar la ofensiva antiobrera en curso. Este miércoles saldrá a las calles nuevamente para reclamar un salario mínimo que cubra la canasta básica. Es una pelea contra la precarización laboral y el desempleo, y en defensa del salario de toda la clase trabajadora.

Organicémonos y luchemos por un aumento de salarios que los equipare al costo de la canasta básica familiar, por el reparto de horas de trabajo para terminar con el desempleo y por el blanqueo del conjunto de los trabajadores.

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