Políticas
13/6/2024
El apoyo peronista para aprobar el Rigi
Como ocurrió en Diputados, el régimen de beneficios al gran capital tuvo votos a favor de Unión por la "Patria".
Seguir
Guillermo Andrada, senador de Catamarca.
Tres senadores de Unión por la Patria votaron a favor del Rigi, el régimen de prebendas impositivas y cambiarias para los grandes capitalistas incluido en la Ley Bases, dando el apoyo necesario para su aprobación en la votación en particular. Fue un aval al gobierno nacional, que logró hacer pasar su paquete antiobrero en el Senado luego de que en los alrededores del Congreso las fuerzas represivas que comanda Bullrich reprimieran brutalmente a quienes se movilizaron rechazándolo.
Los congresistas del peronismo son Guillermo Andrada (Catamarca), Sandra Mendoza (Tucumán) y Carolina Moisés (Jujuy). Se trata de elementos que responden a gobernadores de provincias en las que operan sectores del capital que se verían beneficiados por el Rigi. Ya había ocurrido algo así en Diputados, cuando seis representantes de UxP votaron a favor del régimen. No son traidores, como se dice desde el peronismo; son senadores –y diputados– que simplemente defendieron a fondo los intereses de los capitalistas provinciales que representan.
Para que saliera favorablemente, el oficialismo debió aceptar modificaciones en el régimen para limar asperezas con sectores capitalistas que se veían perjudicados. En primer lugar, si antes podía anotarse cualquier rama, ahora lo podrían hacer inversiones de los siguientes sectores: agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología. De esta manera se atendió un reclamo de la UIA; las patronales industriales señalaban que con el Rigi se fomentaba una competencia desleal en su contra y en beneficio de enormes multinacionales.
En segundo lugar, estipula que los proyectos deberán asignar al menos el 20% de su inversión a la compra de productos a proveedores locales, si los hubiera. Es una forma de promover que un sector de la burguesía argentina pueda sacar una tajada de los negocios del gran capital, fungiendo como socia menor. Cristina Kirchner puede ponerse contenta porque sus sugerencias fueron escuchadas.
Por otro lado, se estableció que los proyectos exportadores quedarán totalmente exentos de liquidar divisas en el mercado oficial de cambios pasados cuatro años de su puesta en marcha –los primeros tres años irán dejando de liquidarlas progresivamente. En el caso de los proyectos de exportación estratégica –aquellos que implican la apertura de nuevos mercados o segmentos–, estos podrán dejar de liquidar divisas a los tres años. Es el modelo del acuerdo secreto de Cristina con Chevron, que le permitió a la empresa norteamericana esquivar el cepo cambiario. Por último, se liberan de todo control los negocios con las acciones, cuotas o participaciones sociales de las inversiones adheridas al Rigi.
Se trata de un régimen que agravará la expoliación de Argentina por parte de los grandes capitalistas. Ha quedado en evidencia una vez más que la burguesía criolla es una clase social parasitaria, que va a la rastra de las grandes multinacionales que hacen negociones saqueando el país.
Tampoco sorprende la posición adoptada por los congresistas de UxP porque el peronismo gobernó la Argentina para el gran capital y los fondos buitre ladrones. Ahí están los gobiernos de Menem, de los Kirchner y de Alberto-Massa-CFK para demostrarlo. La dependencia nacional se profundizó bajo esas experiencias.
Mientras se debatía este régimen de entrega nacional y toda la reaccionaria Ley Bases, las fuerzas policiales que dirige Bullrich reprimían con gases y palazos a los manifestantes que se congregaron en la Plaza de los Dos Congresos. Ni la CGT ni las CTAs, todas de conducción peronista, llamaron al paro y organizaron una lucha real contra el plan Milei, abandonando a los trabajadores que sí salieron a poner el cuerpo en defensa de sus derechos. El peronismo no solo colabora con Milei en el plano parlamentario.
Los trabajadores tenemos el desafío de organizarnos para salir a batallar de nuevo contra el gobierno criminal de Milei.
