Desde febrero pasado, 50 genocidas condenados por los crímenes de la dictadura fueron enviados de la cárcel a sus casas (Clarín, 24/7). “Es cumplir la ley”, lo defendió el ministro de Justicia Garavano. Por los crímenes de la dictadura hay sólo 500 represores presos en cárceles comunes. La política oficial es mandarlos a todos a sus casas.

 

Está claro que la presencia de Aldo Rico y los “veteranos” del Operativo Independencia en los desfiles del Bicentenario no fueron casuales. Forman parte de una política. El gobierno apura la "prisión domiciliaria" a los genocidas, al mismo tiempo que refuerza el reequipamiento de las fuerzas armadas y los acuerdos de cooperación con los servicios de inteligencia imperialistas.

 

Ya bajo el kirchnerismo, el 40 por ciento de los represores condenados fueron enviados en sus casas, por "razones de salud" o por haber superado los 70 años de edad. Actualmente, los represores presos tienen en promedio 73 años. Entre los beneficiados más recientemente se encuentra el ex comisario Miguel Etchecolatz.

 

Según datos del CELS, actualmente hay 292 represores condenados cumpliendo prisión efectiva; 205 milicos en "prisión domiciliaria"; 279 cumpliendo prisión preventiva en la cárcel y otros 226 cumpliéndola en sus domicilios.

 

 

 

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