Políticas
9/5/2025
BUENOS AIRES
Kicillof manda un paquetazo de ajuste a la Legislatura
Serruchando el futuro.

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Axel Kicillof.
Con el paquetazo de Axel Kicillof en escena, se cayó la sesión en Diputados que debía tratar la condonación de deudas a los municipios por el “Fondo Covid”, proyecto impulsado por el kirchnerismo y los radicales en la Legislatura bonaerense. En danza están unos 8200 millones de pesos que recibieron las comunas en pandemia y cuyas cuotas había empezado a retener el gobierno de Kicillof, y otra suma millonaria adelantada a los intendentes para pagar los sueldos municipales.
El motivo que detonó la sesión fue el proyecto de “contragolpe” enviado por el ejecutivo provincial al Senado. Esta nueva crisis -con Carlos Bianco, jefe de Gabinete de Kicillof, tronando contra la ley que iba a tratarse en la Cámara Baja sin el aval del gobierno bonaerense- se dio en simultáneo con la firma de todos los presidentes de bloques en el Senado a favor de los nuevos plazos electorales propuestos por la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires. La tregua (precaria) quedó otra vez bajo fuego y abre más de un interrogante sobre lo que pueda pasar en la próxima sesión cuando se ponga a votación el adelantamiento de la presentación de candidatos, alianzas y boletas a 50 días antes de la votación desdoblada de setiembre.
Kicillof, pagador serial de deuda externa
Mientras los tiempos corren, Kicillof envió su “ley ómnibus” al Senado, a la que el Diario El Día de la Plata calificó de “mini presupuesto”. En verdad se trata de un paquetazo de ajuste, endeudamiento, tarifazos, salarios de pobreza y reforzamiento de la Bonaerense. El corazón de esta iniciativa es el reflote del pedido de endeudamiento por 1.045 millones de dólares y de otros 250 millones en Letras de Tesorería. Kicillof pretende salvar lo que le vetó la Legislatura al rechazar el Presupuesto y la Ley Fiscal 2025, y de paso pegarle al camporismo al que acusa de haberlo dejado sin la “ley de leyes” y sin financiamiento.
Los fundamentos de la nueva deuda no dejan lugar a dudas sobre el destino de estos 1.300 millones de dólares, claro está si el gobernador reúne los votos para aprobarlo en el parlamento provincial. Textualmente se señala que se destinarán a afrontar vencimientos financieros y deudas anteriores, especificando que la toma de deuda podrá hacerse en pesos u otra moneda por la suma equivalente. Resumiendo, mayor endeudamiento en dólares para “honrar” a los saqueadores de la deuda externa provincial usurera y fraudulenta. Esta es la política del gobernador que se jacta de ponerle ladrillos y pared a la motosierra de Milei.
Corruptela capitalista
Con el paquetazo viene también la prórroga del régimen de emergencia en distintas áreas de gobierno extendiéndolo hasta el 31 de diciembre del 2026. Los “superpoderes” que Kicillof no quiere perder lo facultan para formas “más laxas de contratación” y la revisión de las tarifas energéticas en la provincia. En referencia a los intendentes, hay un punto específico de rescate para que se aprueben los balances municipales cuestionados por el Tribunal de Cuentas.
La piedra de la discordia, que formalmente hizo caer la sesión del martes pasado en Diputados, tiene que ver con las deudas contraídas por los municipios en pandemia (Fondo Covid). A diferencia del kirchnerismo, que promueve la condonación de esas deudas para disputarle los jefes comunales al Movimiento Derecho al Futuro (MDF), Kicillof propone la suspensión -no la cancelación- del pago de los préstamos hasta fin de año junto a la devolución de las cuotas retenidas. El gobernador habla por boca de la clase capitalista y de los parásitos de la deuda externa que quieren que los recursos del “estado presente” estén al servicio de sus negociados e intereses.
La puja por el alineamiento de los intendentes es un factor clave para las facciones de Unión por la Patria. Por eso, el kicillofismo funge como vocero de la reelección indefinida de los jefes comunales y denuncia la ley vigente que las prohíbe como proscriptiva. Esta ley fue impulsada en su momento por Sergio Massa, hoy aliado circunstancial de la Cámpora y Cristina. Axel Kicillof es el caballo de Troya de viejos y nuevos barones del conurbano. Para comprar los votos del “territorio”, el gobierno incorporó al proyecto de ley que se derive el 8% del nuevo endeudamiento a un fondo de fortalecimiento de los municipios.
La Bonaerense en “caja”
El gobierno insiste con la “inversión histórica en Seguridad". Kicillof tiene como pilares de su Movimiento Derecho al Futuro (MDF) a los 44 intendentes que le reportan, a las burocracias de la CGT y de las CTAs que le lavan la cara al ajuste y también quiere granjearse la fidelidad de la corrupta y podrida policía de la provincia de Buenos Aires. En el paquetazo se coloca en “emergencia” al área de Seguridad para seguir incorporando efectivos, patrulleros y otras yerbas. Estamos frente a un rescate de la Bonaerense y de la impunidad de la maldita policía, o, para decirlo con las palabras del gobernador en un acto en Mercedes: “en seguridad no habrá ajustes”.
Paritaria ajustada
La sesión en Diputados no fue lo único que se cayó en la semana. Gobierno y sindicatos pactaron levantar la paritaria y pasarla para el lunes 12/5. Con esta postergación, le dieron una mano a Kicillof, y de paso la burocracia de Baradel se ahorró el trago amargo de convalidar un acuerdo miserable en la semana del 5 al 9 de mayo de elección cuando se votan los delegados de Suteba en todas las seccionales de la provincia. La maniobra permite presuponer que la “nueva oferta” salarial será igual o casi la misma que la oferta "rechazada" quince días atrás. En defensa del aumento salarial y de las condiciones de trabajo, la Multicolor docente marchará a la paritaria denunciando a las burocracias del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) que concurren sin mandato y se aprestan a ponerle el gancho a salarios de pobreza e indigencia.
El ajuste es una de las garantías de pago de la deuda externa y también de disciplinamiento laboral como lo son los descuentos a los docentes que paran contra los salarios de hambre y son sancionados por Kicillof con el beneplácito de las burocracias del FUDB. En la misma onda, el gobernador “amigo” le descontó el día de paro a los judiciales que adhirieron al paro de la CGT y las CTAS de principios de abril.
Crisis política
La dispersión, fragmentación y apatía del escenario preelectoral traduce la crisis política, económica y social nacional y provincial. Kicillof tiene poco y nada que “plebiscitar” en una provincia que paga los peores sueldos docentes del país y ajusta a los estatales y trabajadores de salud, y en municipios que se financian con impuestazos y sueldos de indigencia. La caída de“ Ficha Limpia” en el Senado -pacto con Milei mediante- agrega incertidumbre a la paralizada campaña electoral en la provincia con Cristina recalculando si se presenta como candidata a legisladora provincial o a diputada nacional encabezando la boleta peronista. La aprobación de los plazos que quería Kicillof –siempre y cuando se concrete- no despeja las posibilidad de una ruptura en Unión por la Patria.
La fragmentación no es privativa del peronismo, aunque sí determinante por su condición de oficialismo gobernante en la provincia con mayor peso electoral del país. La afiliación de Patricia Bullrich a la Libertad Avanza y con ella de cinco diputados bullrichistas recalentó la disputa con el macrismo que los acusa de “comprados”. Irónicamente Sebastián Pareja, armador de Karina Milei, le retrucó a Mauricio Macri que “nadie los compró porque estaban regalados”. La división de la derecha le pone un freno a las aspiraciones de los “ libertarios” por polarizar. Los exmileístas que se fueron de la Libertad Avanza en la Legislatura formaron Unión, Renovación y Fe, y se declararon cercanos a Pichetto y a una “tercera vía” en el peronismo. Más oferta por derecha.
Para el Frente de Izquierda Unidad, la prioridad es empujar las luchas y pelear la dirección del movimiento popular contra el ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores. Es lo que ratificó el Partido Obrero en la tribuna del 1 de Mayo en Plaza de Mayo. El paquetazo y las paritarias de miseria confirman que Kicillof y el peronismo están en el bando de los ajustadores. Un Congreso del Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) contrastaría con la rosca burguesa y sus partidos, sirviendo además como instrumento de movilización política de cara a las elecciones de setiembre y octubre en la provincia de Buenos Aires.

