Políticas

29/12/2024

Kicillof «se llevó» el Presupuesto 2025 a febrero

El gobernador bonaerense cierra el año con una dura derrota política a cuestas.

Después de sucesivos cuartos intermedio se levantó la sesión en ambas cámaras

Por segunda vez fracasaron los intentos del kicillofismo por hacer aprobar el Presupuesto 2025, la Ley Fiscal y la autorización de un nuevo endeudamiento por más de mil millones de dólares. El paquete de leyes pasará para febrero en medio de la rosca preelectoral.

A pesar de que el gobierno de Unión por la Patria (UxP) aseguraba haber reunido los números para hacer «triplete”, las sesiones legislativas del pasado viernes 27 no fueron más allá de sucesivos pedidos de cuarto intermedio hasta que finalmente se levantaron en ambas cámaras. Un bis agravado de la fracasada sesión del pasado 19 de diciembre.

Confirmando el sapo, Axel Kicillof denunció un golpe a la provincia de Buenos Aires y el presidente de la Cámara de Diputados, el massista Alexis Guerrera, anunció la formación de una mesa de trabajo entre el Poder Ejecutivo y la oposición para que «la redacción del Presupuesto 2025 contemple todas las necesidades». Una forma de marcarle la cancha a Kicillof. Que el propio gobierno sea invitado a una «mesa de trabajo» delata la crisis interna de Unión por la Patria y su debilidad en la legislatura bonaerense.

Para febrero pasó también la rosca por la designación de 205 jueces y fiscales (pliegos. judiciales). La crisis política involucra a todo el Estado bonaerense, se traslada al Poder Judicial y paraliza la «gestión» con la que Kicillof pretende diferenciarse de Cristina para apoyar sus aspiraciones presidenciales. Como fuere, el kicillofismo se prepara para convalidar las exigencias de la oposición de derecha y de La Cámpora para que no se caiga el endeudamiento para pagar a los acreedores externos y la emisión de Letras de Tesorería para financiarse. 

En la «mesa de trabajo» de Alexis Guerrera entran los fondos para los municipios, la supresión del artículo 163 que faculta a Arba a aumentar impuestos provinciales hasta un 100%, la coparticipación a los municipios, la equiparación a la baja del inmobiliario rural con el urbano, el 5% para los municipios con puerto, el Fondo para Seguridad y hasta la autarquía de Ioma. Está por verse qué sale de esta bolsa de gatos.

Las acusaciones cruzadas por la caída de las leyes económicas incluyeron conferencias de prensa paralelas del peronismo y de la oposición derechista achacándose mutuamente el haber puesto palos en la rueda. No es sólo la oposición, La Cámpora de Máximo, metida en una guerra de desgaste contra Kicillof, le pidió al kicillofismo -por boca del titular del bĺoque de diputados de UxP- que se deje de «boludear». En realidad, el kirchnerismo quiere morder en el aparato de intendentes peronistas encabezando el reclamo de 200.000 millones de pesos para el Fondo de Seguridad. En danza siguen otros 400.000 millones de pesos para «obras» que los jefes comunales reclaman como fondos frescos e inmediatos para afrontar el «año electoral».

De nada sirvieron las fotos de Axel Kicillof con el burócrata millonario de Upcn Andrés Rodríguez, ni el apoyo de la «CGT de Milei» al presupuesto del «Kici» como parte de su disputa con Cristina y el kirchnerismo. Todo lo contrario, la identificación de Kicillof con una burocracia desprestigiada, corrupta y pactista con la derecha es lo más parecido a un lastre y a un presente griego. El apoyo al presupuesto de ajuste y mayor endeudamiento encolumnó también a las CTAs en «proceso de unificación» y a sus principales sindicatos, Suteba y ATE. 

Kicillof va a explotar la crisis con las leyes rechazadas para seguir ajustando los salarios como lo hizo en diciembre con el cero aumento para los estatales, docentes y trabajadores del Estado bonaerense. Las amenazas de mayores ajustes («no se puede hablar de gastos sin recursos», intimó Kicillof ) están dirigidas, en primer lugar, contra los reclamos de los trabajadores por salarios y jubilaciones, salud y educación, y prolonga las nulas inversiones productivas en un Astillero Río Santiago paralizado. 

El fracaso de la ley de leyes y de sus complementos patea para más adelante la reforma electoral bonaerense pero a la vez la acicatea. Kicillof quiere desdoblar la elección provincial para despegarse de Cristina; el kirchnerismo, por su parte, rechaza el desdoblamiento de la elección en el que ve un intento de Kicillof por vaciar la candidatura de CFK a primera diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. «Axel» posterga el momento pero no ha renunciado a la «reforma» ni a adelantar la elección provincial. Son sus propios intendentes quienes le reclaman que deje sin efecto la limitación por ley a la reelección indefinida de los jefes comunales.

El debate sobre el desdoblamiento de las legislativas tomó un nuevo impulso con lo ocurrido en CABA donde Jorge Macri adelantó la elección para la legislatura porteña en una maniobra para frenar las arremetidas de Milei, que están llevando al PRO a su liquidación como ocurriera con Juntos por el Cambio. En paralelo, el macrismo de la provincia torea a Kicillof para que desdoble y suspenda las Paso bonaerenses mientras amenaza con ir a las elecciones con listas propias y separados de La Libertad Avanza. Las elecciones de “medio término» van a estar cruzadas por la crisis política.

El kirchnerismo acusa a Kicillof de no querer enfrentar a Milei «provincializando» la campaña electoral mientras baja la orden de no patalear para darle gobernabilidad al «libertario». La división del peronismo -sobre todo si se suspenden las Paso- es más que una posibilidad. Tampoco se puede descartar una escisión electoral entre el macrismo y La Libertad Avanza, que divida a la derecha, en una prueba de fuerza con vistas al 2027. La crisis política en la estratégica provincia de Buenos Aires tiene un impacto nacional. El mileísmo quiere jugar con la figura de Karina Milei comprometiendo directamente a Javier Milei y a la camarilla presidencial.

Una quiebra de Unión por la Patria aceleraría la disputa por el liderazgo del peronismo que, de conjunto, derechiza su agenda a tono con las exigencias de la clase capitalista que apoya la ofensiva antiobrera del gobierno «libertario». Para el Frente de Izquierda Unidad, esta descomposición del peronismo es una oportunidad política si la clarifica y actúa en consecuencia en una provincia de Buenos Aires que sigue siendo un polvorín explosivo de reivindicaciones populares después de cinco años de gobierno «nacional y popular».

Rechazamos el presupuesto de ajuste que es un botín de reparto de los partidos patronales. No al pago de la deuda externa fraudulenta y usurera. No al endeudamiento que asfixia a la provincia y a sus trabajadores.

Kicillof y una “ley de leyes” de ajuste para pagar la deuda externa bonaerense
prensaobrera.com