Políticas

20/8/2023

La izquierda ante el triunfo de Milei: el análisis de Gabriel Solano y Vanina Biasi

Los dirigentes del Partido Obrero en el Frente de Izquierda abordaron en un Twitch el panorama que se abre tras las Paso.

Nueva edición de "Mano a mano con Solano".

Gabriel Solano y Vanina Biasi no dejaron punto sin abordar en su transmisión de Twitch en la que analizaron, a partir de las preguntas del público, la situación del país tras el triunfo de Milei en las Paso y cuáles son las tareas que plantea para la izquierda. Repasemos algunos puntos.

Solano definió a la elección como una derrota de las coaliciones con las que gobernó la burguesía argentina los últimos 40 años. Calificó como histórico el retroceso del peronismo, con la candidatura de Massa respaldada por todos los gobernadores y la burocracia sindical de la CGT; y sostuvo que los más derrotados fueron los de Juntos por el Cambio, que quedan con una fuerte división interna y sin ángulos adecuados para combatir a Milei.

También consideró como una mala elección la cosechada por la izquierda, especialmente por el costo de oportunidad de lo que podría haber ganado canalizando el rechazo al cuadro actual, cuando eso lo ganó un enemigo de los trabajadores. Explicó como un límite que, por fuera de la elección, el Frente de Izquierda no actuó como un bloque unificado organizando las luchas, impulsando congresos, peleando juntos por recuperar los sindicatos, como un polo político.

Dicho eso, agregó que el panorama actual es el de un gobierno debilitado por el resultado electoral que deberá pilotear una crisis enorme, con una derecha en ascenso pero con una estructura política endeble para lidiar con los choques sociales que se vienen.

Por su parte, Vanina Biasi, candidata a jefa de gobierno porteño del Frente de Izquierda tras imponerse en las Paso de CABA, planteó que el triunfo de Milei impactó porque los políticos capitalistas trataron todo el tiempo de ocultar la realidad social del país. Incluso agregó que “lo que no se podía barrer abajo de la alfombra se lo demonizó, como pasó con el movimiento piquetero”, y que los mismos responsables de la pobreza echaron la culpa al síntoma de esa situación, pero ellos también fueron derrotados en las urnas ya que el voto a Milei expresó un repudio popular.

Destacó que en todo momento fue caracterizado que podía ocurrir este ascenso, contando que inició su campaña electoral debatiendo en asambleas con pibes de Villa Soldati por qué este supuesto libertario no era una opción para sus expectativas, y sostuvo que el Partido Obrero puede hacer eso justamente por su presencia en los barrios. Puso de relieve que cuesta desbloquear esta situación en parte porque el racismo y la xenofobia están muy instalados en un sector de la población. Retrató con una anécdota de una actividad en el Bajo Flores, en la que constató que el presidente ultrarrepresor Bukele de El Salvador era conocido por el doble de jóvenes que Lula, la distancia social que separa al progresismo de la clase media y a los pibes de los barrios.

Respondiendo a las preguntas que hacían llegar los usuarios de Twitch, Solano recogió el guante acerca de si la derecha y el facismo están ganando la “batalla cultural”. Dijo que todavía no hay una derrota física de los trabajadores como la que dio paso a Hittler y Mussolini en Europa, pero que si se apoya en la burguesía que domina la economía del país Milei puede dotarse de los recursos políticos para avanzar. También manifestó que como “la cultura se basa en la materialidad” los argumentos políticos tienen el límite que les fija la correlación de fuerzas concretas entre las clases sociales. Así, tras años de retrocesos y caída del salario, el trabajador va a votar en un cuadro de atomización y desmoralización en que desenvuelve su vida cotidiana.

Así, consideró que la derechización tiene como punto de partida el fracaso de los partidos tradicionales, como se vio en la elección de más del 40% que recogió Milei en Jujuy atrayendo el voto de sectores populares. Recalcó que los partidos de la burguesía no pueden dar una batalla cultural contra esto porque las diferencias del programa “libertario” con el resto son sólo de grado, no de esencia; y que la tarea es organizar al movimiento obrero y popular para salir a pelear.

Vanina se metió luego con los ataques al derecho al aborto y las conquistas del movimiento de mujeres. Cuestionó al gobierno peronista que tras la sanción del aborto legal en 2020 reboleó la agenda de las mujeres: “¿así se da la batalla cultural?”, interrogó, y remató que “un gobierno que aprueba todo lo que dice el FMI no puede contemplar las necesidades de las mujeres”. Se refirió también al cuadro crítico del sistema educativo como base para los planteos privatistas como la instauración de vouchers, cuando la población de las barriadas no tiene vacantes donde llevar a sus hijos a la escuela; por eso no se trata de “defender una educación que está hecha pelota sino de dar una salida socialista y revolucionaria”.

Ahondando en estos problemas, Gabriel Solano enfatizó que por el momento no hay un movimiento facista en Argentina, como vemos en que las brigadas antipiqueteras que promovía Marra no pasaron de una cuenta de Twitter, o que en Jujuy fracasó la contramarcha que había convocado Gerardo Morales para buscar quebrar la rebelión popular contra su reforma constitucional reaccionaria. Insistió en que para enfrentar a Milei hay que enfrentar el ajuste en marcha, y refutó las presiones de quienes llaman a hacerlo votando a Massa preguntando: “¿vamos a derrotar a la derecha con el Fondo Monetario?”.

En este punto Biasi remató graficando que la campaña del peronismo hace eje en que “se meten con nuestros derechos, pero ¿de qué derechos me hablas?”, cuando hambrean a la población o en el caso del aborto las mujeres de los barrios ni siquiera tienen acceso a las salitas con misoprostol. Y enfatizó en la importancia de rodear de solidaridad la movilización piquetera que volverá a reclamar por los alimentos para los comedores, de ganar a la progresía a defender al atacado movimiento piquetero, a abrazar a la Unidad Piquetera y fusionarse con su lucha. Es un problema que incluso de presenta al interior del Frente de Izquierda por el rechazo del PTS hacia esa pelea.

Por último, Solano planteó que pelearemos por el voto a Miryam Bregman en octubre, pero que será con nuestras posiciones. Explicó que cuando se decidió ir a las Paso “sabíamos que partíamos de abajo” pero que existía un claro debate y fueron rechazadas otras formas de encararlo, como hubiera sido un congreso del FIT-U, una instancia movilizadora que por sí misma hubiera implicado “un principio de solución”. Por eso la izquierda tiene parte de las responsabilidad en haber llegado a las elecciones en un terreno de desmoralización. El hecho de que no sea un canal para el descontento popular muestra que “estamos obligados a ser críticos” y que el resultado electoral no agota el problema sino que lo pone de manifiesto, por lo que valoró la crítica realizada por el Partido Obrero como un punto de donde “agarrarnos para seguir”.

https://prensaobrera.com/politicas/a-donde-va-la-argentina-luego-del-triunfo-de-milei-y-la-devaluacion-de-massa-y-el-fmi

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