Políticas

28/6/2022

La muerte del camionero en Daireaux y la crisis de gasoil

Recrudece el desabastecimiento de gasoil. Foto: Télam

La muerte de un camionero en Daireaux tras recibir un piedrazo luego de querer evitar una protesta de transportistas es una demostración de que la crisis energética se encuentra en un punto álgido. El desabastecimiento de gasoil sigue pegando duro en Argentina; ante esta situación, distintas entidades patronales del transporte emprendieron hace unos días cortes y protestas por tiempo indeterminado. Los “camionazos”, que ya se extendieron a casi todo el país, llegarán hoy al Obelisco, y agregarán más leña a una caldera social que ya está en ebullición.

Guillermo Andrés Jara era camionero de la firma Transporte Segovia y por su crimen, hasta el momento, hay 3 detenidos. El piedrazo, que impactó con todo en su cabeza, bastó para que pierda el control del volante y vuelque.

El hecho saca a relucir el carácter marcadamente patronal de las protestas, mientras los trabajadores que están al volante de los camiones y que cobran por entrega deben cumplir con las labores que sus empresas les asignan. Por ello, los exponentes del poder político que atacan a la población más pobre cuando acampa y corta las calles, para pedir alimento y trabajo, no han dicho nada sobre estos sucesos. Ni siquiera los más antipiqueteros de derecha, mientras que Juntos por el Cambio y Milei apoyan los cortes de la burguesía transportista.

En el marco del desabastecimiento de gasoil, una serie de rutas de la provincia de Santa Fe amaneció hoy con cortes para el tránsito de camiones. A los puertos del Gran Rosario ingresaron alrededor de 1.600 camiones, lo que marca una diferencia con respecto a los 2.300 que hicieron lo propio en la campaña pasada. Los cortes se replicarán en diversas provincias del país, como Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, entre muchas otras.

Las entidades del transporte no han concurrido a la reunión que tuvieran pactada con el gobierno nacional días atrás. Desde el Ministerio de Transporte se dijo que los dirigentes (del transporte) no se presentaron al encuentro porque “no pudieron ponerse de acuerdo entre ellos con quiénes iban a asistir a la reunión en representación del grupo” (Clarín, 22/6), mientras que los transportistas justificaron su rechazo a la reunión ya que los ministros con poder de decisión (Martín Guzmán de Economía, Alexis Guerrera de Transporte y Darío Martínez, secretario de Energía) no se iban a hacer presentes en ella.

Mientras tanto, la única provincia en la cual se registró un aprovisionamiento normal de gasoil fue en Tierra del Fuego. En el resto, priman las colas para su compra y los sobreprecios. En provincias como Corrientes, Córdoba, Tucumán y Formosa, el precio máximo de gasoil común por litro (al 22 de junio) superó los 250 pesos. En la mayoría, por otro lado, el precio mínimo se ubicó en los 140 pesos.

Uno de los principales reclamos patronales, además del otorgamiento de mayores subsidios estatales, es un ajuste de las tarifas que empate la suba de gasoil. El gobierno respondió que “no puede intervenir en la libre contratación entre privados” (Infobae, 28/6). Detrás de esta disputa asoma el compromiso que asumió el Ejecutivo nacional con el FMI. Los transportistas piden mayores subsidios y una suba de las tarifas, y el gobierno se mueve entre pagar la deuda externa (para lo cual necesita recortar subsidios) y evitar un descalabro hiperinflacionario (que sería provocado por una liberación total de las tarifas).

Lo que está en el fondo del problema son los negocios privilegiados de las petroleras, que se hallan exportando el crudo para aprovecharse de los altos precios internacionales, lo que vacía el mercado interno y acicatea la inflación. YPF debe importar a pérdida para cubrir la demanda, lo que agrava la fuga de divisas. La petrolera estatal, por ejemplo, importará durante los próximos 45 días alrededor de 500.000 metros cúbicos de gasoil (Télam, 27/6). Este esquema de saqueo tiene como corolario la huelga de inversiones de las compañías del sector, lo que de no revertirse augura sucesivas crisis por desabastecimiento de combustibles.

El gobierno es responsable del vaciamiento energético, ya que permite a las petroleras operar en el mercado más o menos como ellas quieren. No solo les autoriza los despachos al extranjero, sino que también les da vía libre para que giren divisas al exterior, a la vez que mantiene rebajadas las retenciones del sector.

La concentración de hoy en la Capital, que fue resuelta por la Mesa Coordinadora de Transporte de Cargas Generales, contará con el apoyo de la CTA Autónoma. La burocracia sindical dirigida por Ricardo Peidró y Hugo “Cachorro” Godoy, que hace un mes se movilizaba bajo las banderas del kirchnerismo ajustador, se suma ahora a los reclamos patronales de mayores tarifazos y subsidios a favor de las empresas de transporte.

No está en el horizonte de la CTA Autónoma organizar a los trabajadores contra el ajuste del gobierno y por un salario equivalente a la canasta básica familiar. Es que en esta situación, cuyos responsables son el gobierno y los empresarios, los que terminan pagando los platos rotos son los trabajadores con un aumento de los precios de todas las mercancías.

Para ponerle fin al desabastecimiento, la política energética debe estar dirigida por los trabajadores. La nacionalización del sistema energético y del comercio exterior, no bajo el control del actual gobierno, que los utiliza para satisfacer los intereses de los acreedores internacionales, sino bajo el mando de los que trabajan, es una medida fundamental para reorganizar el país sobre otras bases, que atienda los intereses de la mayoría.