Políticas

2/6/2023

Prepagas: aumentos constantes y recortes de prestaciones, eso es la privatización de la salud

En julio, el incremento de la cuota será del 8,49%, el más elevado desde que se implantó el sistema mensual indexado.

Prepagas.

Los aumentos en las prepagas no frenan y anunciaron que el de julio será del 8,49%, el más elevado desde que se implantó el sistema mensual indexado. Así, el gobierno le continúa asegurando a las prepagas un negocio seguro, mientras estas recortan cada vez más las prestaciones a los usuarios. En tanto, los salarios no aumentan al mismo ritmo.

Con este incremento, la suba acumulada en los primeros siete meses del año llegará a 52,8% para quienes se les aplica el índice de costos de salud, y para quienes perciben menos de seis SMVM será de 42,7%. Esto significa que el gobierno viene garantizando la recomposición de las ganancias de los capitalistas de la medicina privada, puesto que viene autorizando que aumenten su cuota incluso por encima del índice inflacionario, algo que sucedió también el año pasado, donde acumularon aumentos del 114% y se vieron beneficiados además con exenciones en los aportes.

En paralelo, pone topes paritarios del 60% para todo el año. Queda claro que las políticas de gobierno defienden los intereses de los capitalistas, no de los trabajadores que solo cuentan con su salario para acceder a una atención médica básica.

Con los aumentos de junio (5,49%) y julio (8,49%), un plan familiar medio de un matrimonio con 2 hijos menores podrá rondar entre los $ 110.000 y los $ 150.000 mensuales (Clarín, 31/5). El último índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores), publicado en marzo, ubicó al salario promedio en $239.882,73, lo que significa que, en una familia tipo, más de la mitad de un salario se destina solamente a cobertura médica. Ni hablar de aquellos trabajadores que trabajan de manera informal, por lo que tienen que acceder a un plan de salud privado y pagarlo de su bolsillo, con un ingreso muy por debajo de cualquier salario promedio.

En este contexto, cada vez más usuarios se ven imposibilitados de seguir pagando la cobertura por lo que son derivados al sistema de salud público, el cual viene siendo víctima de enormes recortes presupuestarios esgrimidos por el gobierno nacional para pagarle al FMI. Aunque, para colmo, mientras beneficia con rebaja de los aportes patronales a la medicina privada. Esto se manifiesta en deficiencias de infraestructura en los hospitales, falta de personal, salarios de miseria e incluso se han expresado en el colapso del Hospital Garrahan, que depende del Estado nacional. Más acentuado es en los sistemas sanitarios provinciales, con un cuadro de vaciamiento y de enorme lucha de los trabajadores de salud. Larreta fue enfrentado por huelgas de residentes y hay denuncias por problemas edilicios en hospitales como el Elizalde o el Gutiérrez; mientras Kicillof también afrontó paros de profesionales y ahora fuertes luchas en el Hospital de Niños de La Plata y en Bahía Blanca.

Sobre esto se monta Milei para plantear que la salida es una privatización total de la salud. Como vemos en el caso de la privada, los laburantes no pueden hacerle frente a la incesante estampida de aumentos. La situación deja sin cobertura médica a una enorme capa de la población, algo que se agravaría profundamente con la propuesta que quiere llevar adelante Milei, porque busca limitar totalmente el acceso a la salud solo para quienes puedan costearlo. Si además tenemos en cuenta el plan de dolarización que tanto promociona el liberfacho, el cual necesita de una megadevaluación y pulverización de los ingresos de la población para llevarlo adelante, el cuadro es tanto más alarmante.

Para garantizar el acceso pleno a la salud, hay que echar a los políticos capitalistas y luchar por la apertura de los libros de la empresas y por una cobertura única e integral, de acceso a toda la población, particularmente a quienes más lo necesitan, sin filtros ni exclusiones. Necesitamos una izquierda que se plante.