En la planta de Ford, Sergio Massa anunció una serie de nuevos beneficios arancelarios para las empresas automotrices. El plan habilitará la importación de unidades incompletas a las que se les sumarán partes nacionales para luego exportarlas en la región. El objetivo es atraer nuevas inversiones, en pos de paliar la crisis de reservas y acercarse a la meta del FMI.

Economía le concede a las automotrices una reducción en los Derechos de Importación Extrazona para vehículos totalmente desarmados e incompletos. Esta nueva disminución de impuestos se combina con el acceso al dólar oficial para importar y las exenciones tributarias que el gobierno ya les ha ofrendado, como la eliminación de los derechos de exportación. Así, las patronales automotrices podrán exportar las unidades a países como Brasil sin pagar impuestos y recibiendo pagos en dólares, que luego pueden cambiar al blue, o venderlas en el país, donde los precios están acoplados a los tipos de cambio paralelos. “En el caso de los automóviles se verifica que el precio actual en dólares oficiales está 68% por encima del precio promedio observado entre diciembre de 2016 y abril de 2018” (Ámbito, 4/6). Un negocio redondo a costa de los recursos nacionales y la brecha cambiaria, que desnuda el carácter parasitario de los capitalistas.

Cabe destacar que la industria automotriz es una industria deficitaria en términos cambiarios, en tanto y en cuanto depende exclusivamente de autopartes importadas. Según el Indec, el sector automotriz dejó un saldo negativo de 1.052 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2023. Con la reducción de impuestos, el gobierno incentiva estas importaciones y, por lo tanto, la salida de dólares del país a un precio muy barato, favoreciendo los negocios con la brecha cambiaria y desfinanciando al Banco Central.

Massa anunció estos beneficios con actos en las plantas de Toyota y de Ford asegurando que “Argentina tiene que vender trabajo al mundo”. Lo que está confesando es que el principal anzuelo que ofrece a las multinacionales de las más grandes del mundo es la enorme desvalorización de la mano de obra argentina medida en dólares.

Estas empresas, además, son las principales impulsoras de la reforma laboral flexibilizadora destinada a abaratar el costo laboral. Es el caso de Toyota, cuyo poderío dentro del mercado automotriz creció exponencialmente a costa de la explotación obrera y va a ser una de las empresas más beneficiadas por esta medida, puesto que exporta el 80% de producción.

Queda claro entonces que el Estado garantiza que estas patronales continúen engordando sus bolsillos a costa de sus arcas, mientras implementa un ajuste fiscal que confisca salarios, jubilaciones y presupuesto público, y apoya toda la carga impositiva sobre las espaldas de quienes trabajan.

Hay que echar a los políticos capitalistas para que gobierne otra clase social, la que genera la riqueza, la clase trabajadora, y poner todos los recursos nacionales al servicio de las necesidades populares.

https://prensaobrera.com/politicas/cinco-razones-para-participar-del-plenario-de-la-izquierda-y-los-luchadores