Políticas

7/10/2021

Editorial

Sin grietas en el podio mundial off shore

El resonante fracaso de la convocatoria a la sesión de diputados del martes puso en evidencia todas las artimañas de oficialistas y opositores para desligarse de la crisis y el ajuste que caen, cada vez más fuerte, sobre el hombro de la clase trabajadora. La crítica del oficialismo a la ausencia de la oposición en la sesión oculta que ni siquiera ellos trataron de garantizar el quórum, bancando la ausencia de varios de sus diputados, y dejando de lado la posibilidad de aprobar alguna ley que vaya en contra de intereses que comparten con la oposición, como la ley de etiquetado frontal, resistida por las grandes patronales alimenticias y el propio Manzur. Lo que trata de ocultar el gobierno, principalmente, es la intención de avanzar en un alineamiento con los sectores patronales de mayor peso mediante el impulso de ley agroindustrial redactada por el capital agrario y la ley de hidrocarburos, con beneficios impositivos y facilidades de giro de divisas al exterior.

Problemas de caja

Los “Pandora Papers” pusieron de manifiesto, en todo el mundo, el carácter del vaciamiento financiero que lleva adelante toda la clase capitalista a lo largo de todos los países. La fuga de capitales en guaridas fiscales revela el carácter parasitario de los principales capitalistas, involucrando a algunos de los principales políticos, empresarios y un largo etcétera de evasores fiscales o lavadores de dinero. Esta “plata en negro” es la consecuencia de fraudes fiscales y financieros, prostitución, narcotráfico, trata de armas y personas, coimas y evasiones fiscales varias. Las guaridas fiscales son la expresión de este régimen en descomposición y de fraudes generalizados, pero lo que más llama la atención es que este es un sistema legal de evasión de impuestos. La contracara es el 40% de pobreza en la Argentina y su crecimiento en todo el mundo.

No es casualidad que Argentina, entonces, figure en el tope, entre los primeros tres lugares de todo el mundo después de Rusia y Gran Bretaña, delante de economías gigantescas como EE.UU., China, Alemania o Japón, porque la fuga y el vaciamiento financiero son los mecanismos privilegiados de la burguesía argentina y de todos sus bloques políticos: el fallecido secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, o el financista del expresidente, Clarens, así como el asesor estrella de Macri y su banda, Duran Barba, etc. Quienes piden sacrificio y ajuste al pueblo trabajador para acordar con el FMI no solo son millonarios, sino que son evasores y fugadores seriales de la riqueza nacional. Resulta de nota que los poderosos dueños de los laboratorios mABxience y Richmond, Hugo Sigman y Marcelo Filgueras, son también nombres del “Pandora papers”, lo que demuestra que negocian con el Estado y exportan (dosis que no volvieron por casi un año) para llevarse al exterior sus colosales ganancias que aumentaron un 75% durante la pandemia.

Pero no es solo en nuestro país, Los gobiernos capitalistas de Latinoamérica comparten la misma podredumbre. El presidente proyanky Lasso de Ecuador aparece en las nóminas; el ultraliberal ministro de Economía de Brasil, Guedes, también aparece -complicando aún más la situación de Bolsonaro que cae cada día más en las encuestas- y ahora fue llamado por el congreso de su país a dar explicaciones. En Chile, la aparición de Piñera ha producido un tembladeral en medio de una situación que sigue siendo convulsiva, potenciando los reclamos de su renuncia.

Las consecuencias de este mecanismo de fuga y evasión fiscal las venimos sufriendo ahora, cuando tenemos una nueva corrida al dólar. Las nuevas restricciones cambiarias anunciadas por el Banco Central y la CNV (Comisión Nacional de Valores) desnudan el vaciamiento sistemático de las reservas y del fracaso de la política del gobierno que se comió los dólares de las exportaciones, para sostener los dólares paralelos y pagar la deuda. La corrida se está llevando puesto el superávit comercial, empuja una devaluación que todo el mundo apuesta si será antes o después de las elecciones generales y refuerza la bancarrota producto de la deuda. La salida es nacionalizar la banca, no pagar la deuda y atacar a fondo todo este régimen de vaciamiento nacional.

Esta corrida está detrás de los límites insalvables de las medidas del gobierno después de su derrota electoral, porque el gobierno cuida el ajuste fiscal no solamente por la perspectiva de pacto con el FMI, sino, además, para no alimentarla. El resultado es la continuidad de la política de ajuste y la inflación que todas las consultoras ubican para septiembre arriba del 3%. Guzmán, confirmado en su cargo por propios y ajenos, impulsa un ajuste en los hechos, para hacer pasar el acuerdo con el fondo.

La corrida se conecta con factores internacionales de fondo: la suba de tasas de interés, la quiebra del gigante chino Evergrande y la tendencia a la caída de los precios de las materias primas. El alza de los precios del gas y la electricidad, que bate récords, está poniendo en riesgo la cadena de producción principalmente en Europa y anticipa un parate productivo, además de aumento general de los precios y quiebre de la demanda. Este panorama, para nuestro país, presenta tensiones explosivas.

La campaña electoral

Este es el cuadro en el cual se desarrolla la campaña electoral. Mientras no llega nunca el IFE, absolutamente limitado, se achican las partidas a los comedores, el bono por única vez a los jubilados ya no fue en octubre, aumentan la pobreza y el desempleo, el gobierno quiere avanzar en el subsidio a las patronales por vía del empalme de movimientos sociales, promoviendo la inclusión de una prestación de los trabajadores que cobran planes sociales en las empresas. Lo que ya realiza el propio Estado, particularmente en los municipios, con trabajadores que realizan tareas de empleados municipales por un pago mucho más bajo y fuera de cualquier convenio. Esto acentúa el paquete de subsidios para diferentes sectores patronales, mientras sigue el torniquete a los salarios y las jubilaciones.

La oposición derechista fortalece su línea de atacar las conquistas laborales. Carrió esta semana fue punta de lanza pregonando por la eliminación de las indemnizaciones, mostrando que no pone la otra mejilla cuando se trata de su bolsillo y el de la clase capitalista. La queja de Carrió por haber tenido que indemnizar a dos empleadas impulsa el trabajo no registrado y la evasión hacia las guaridas fiscales a la que es tan proclive el conjunto de su agrupamiento político. Vienen a fortalecer a la línea derechista de Larreta y Lousteau para avanzar en una reforma laboral en regla en el próximo periodo mediante la prerrogativa de transformar al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad en un obstáculo de los juicios, en particular laborales, que tendrían que ir a la Corte Suprema para quedar firmes. El ataque de Carrió a las trabajadoras de casas particulares no podría ser más cínico: es de los sectores más precarizados y maltratados del régimen laboral.

Sin embargo, quien avanza en reformas es el propio gobierno con la inestimable colaboración de la burocracia sindical. En Toyota, se acaba de aprobar el trabajo obligatorio en sábado contra el convenio colectivo imponiendo el franco móvil firmado por el propio Smata y con la venia de Kulfas y Moroni. Mientras la burocracia que apoya al gobierno hace campaña para la tribuna contra la reforma que impulsa la derecha, se encarga de ir avanzando contra los convenios colectivos.

En contraposición con esta perspectiva, el fin de semana se realizaron plenarios de la Coordinadora Sindical Clasista en el Amba, Neuquén y Córdoba que discutieron la intervención de los trabajadores, delegados clasistas y sindicatos de lucha en esta etapa y su participación en la campaña electoral. Referentes de los sindicatos combativos del Suteba, AGD-UBA, Ademys, Sutna, Sipreba, municipales, Aten, o representantes de las recientes luchas de EMA, Gri Calviño, Textilana debatieron y se comprometieron a llevar adelante una agenda que trate de colocar en esta etapa estratégica después de la derrota del peronismo una agitación contra la reforma laboral, la reapertura de las paritarias y la recomposición del salario en al menos 500 fábricas. También los plenarios contaron con la presencia representantes de la Mesa Nacional del Polo Obrero que protagonizaron un ollazo en el obelisco este miércoles para protestar por el crecimiento de la carestía y la pobreza que tiene como hechos concretos la caída en la provisión de alimentos a los comedores populares que cada día se llenan más de familias trabajadoras.

Está claro que la campaña electoral que llevará adelante el Partido Obrero, como parte del FIT Unidad estará atada a las reivindicaciones y las luchas de estos sectores, por lo que será una campaña de lucha para conquistar el voto contra el ajuste y por la organización independiente de los trabajadores. Como hemos reiterado desde estas páginas propusimos una vez más a la mesa del FIT-Unidad un Congreso que convoque a todos los luchadores y vamos a un gran acto para copar la Plaza de Mayo, que sería en principio el 30 de octubre. Una Plaza por una salida de los trabajadores a la crisis, contra el ajuste y los políticos del FMI.

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