El acuerdo firmado por el gobierno, las patronales y la federación portuaria consagra un retroceso en las condiciones de trabajo de 600 trabajadores del Puerto de Buenos Aires que serán todos tercerizados, a la vez que deja en la calle a 200 trabajadores y trabajadoras que estaban fuera de convenio.

El acta firmada por la Administración General de Puertos, en la órbita del Ministerio de Transporte, TRP y APM Terminals -las poderosas patronales que mantienen la concesión de cuatro de las cinco terminales-, junto a la Fempinra, la federación de gremios portuarios que reúne a la mayoría de los sindicatos, es un ataque frontal a las condiciones y puestos de trabajo de los portuarios que vienen dando una fuerte lucha estos últimos meses.

El fin de concesión de la Terminal 5, que deja afuera de la operatoria a la empresa Bactssa a partir del 15 de mayo, ha sido la oportunidad que encontró el gobierno de Alberto Fernández para avanzar con un achique del personal portuario y un fuerte ataque a las condiciones de trabajo y salariales.

El acta no dice todo lo que implica, por ejemplo, el despido de 200 trabajadores que se encontraban fuera de convenio (muchos durante años) en diferentes tareas dentro del puerto. Por otra parte, el personal bajo convenio portuario -alrededor de unos 600 trabajadores- será absorbido por las empresas tercerizadas Dompra y Gestión, que prestan servicios para las concesionarias TRP y APM Terminals; esto implica la reducción salarial de alrededor de un 40% para los casi 400 trabajadores que hasta ahora son de planta permanente en Bactssa.

Esto no queda ahí ya que la garantía de 18 jornales pagos, que venía siendo un piso siempre superado por los tercerizados en Bactssa, podría transformarse en un techo para el conjunto de los tercerizados del puerto, debido a que con el traspaso se superponen trabajadores en los mismos puestos de trabajo. Tampoco hay ninguna claridad respecto a la continuidad de la operatoria de Terminal 5, lo que deja planteado que estamos ante una verdadera destrucción de puestos de trabajo, es decir un achique del personal.

El gobierno de Al berto Fernández y Cristina Kirchner, en este caso con la dirección de Massa que tiene personal propio en Ministerio de Transporte, están imponiendo la política de ajuste ferzo que Macri no pudo llevar adelante cuando intentó dejar una solo concesionaria. Los nacionales y populares lejos de plantear la nacionalización del puerto en post de defender la soberanía, se entregan por completo a las exigencias patronales, manteniendo la privatización del puerto y avanzando contra los derechos laborales.

Se trata de un objetivo estratégico del gobierno que viene cumpliendo con la agenda del FMI, de ataque a los salarios y a las condiciones de trabajo. Por eso desplegó las fuerzas represivas en el desalojo del bloqueo en el puerto, y este miércoles militarizó la movilización l Ministerio de Trabajo, protagonizada por distintos trabajadores. Obviamente ha contado con la Policía de la Ciudad  de Larreta, ya que en este punto de ataque antiobrero no tienen mayores diferencias.

El acta

Lo firmado señala varios de los puntos que mencionamos en Prensa Obrera sobre un borrador que venía girando entre los portuarios. Además de anunciar la tercerización en masa de todos los trabajadores de convenio de T5, fija un tope de 10 años de antigüedad para la contabilización de las vacaciones, pero no para el reconocimiento salarial. Por otra parte, no menciona explícitamente si los 600 trabajadores recibirán las indemnizaciones (que deberían ser dobles), frente a lo que es en los hechos el despido de todos ellos.

Este avance de la precarización laboral en el puerto debe ser comprendido por el conjunto de los portuarios como un avance que intentará alcanzar a todos los compañeros. El otorgamiento de $350 mil a todos los trabajadores del puerto, en concepto de “gratificación extraordinaria por única vez por traspaso”, que será abonado en 12 cuotas, busca contener alguna respuesta de conjunto contra esta avanzada antilaboral.

Por otra parte, el “ofrecimiento” de jubilaciones anticipadas, junto al retiro forzoso de quienes no acepten los términos, es otro modo de destruir los puestos de trabajo.

Por una asamblea general del puerto y un plan de lucha

La ausencia de todos los sindicatos portuarios durante este conflicto que lleva meses se consagra con la firma de este acta de forma inconsulta, sin poner a debate ni votación por parte de los afectados y menos aún del conjunto de los portuarios.

Por eso debe ser rechazada de plano, y convocarse a una asamblea general de todos los portuarios para enfrentar esta avanzada del gobierno y las patronales, como viene sosteniendo la agrupación Naranja Portuaria, en cada instancia de deliberación, en cada bloqueo y en cada movilización.

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