Como corolario de una vasta jornada nacional de lucha convocada por el sindicalismo combativo, organizaciones piqueteras y conflictos obreros en curso, se desarrolló una gran movilización desde el Obelisco a la Plaza de Mayo.

Los reclamos salariales, por vacunas y la defensa de los puestos de trabajo tuvieron antes expresión en múltiples acciones: tercerizados de distintas empresas que desde temprano cortaron el Puente Pueyrredón y sufrieron la represión del gobierno, compañeros del programa Potenciar Trabajo que marcharon a Desarrollo Social, las trabajadoras de casas particulares que fueron al Ministerio de Trabajo, la docencia que paró y se concentró ante el Ministerio de Educación con los Suteba Multicolor y Ademys, y confluyeron finalmente con el resto de los sindicatos nucleados en el Plenario del Sindicalismo Combativo como el Sutna, la Unión Ferroviaria de Haedo y la AGD-UBA. Se realizaron también acciones en todo el país.

La jornada condensó así los principales procesos de lucha del momento. Trazó un contraste nítido con todas las alas de la CGT y la CTA, y de las organizaciones sociales integradas al gobierno, que le dan la espalda a los reclamos vitales de los trabajadores en medio de una profunda crisis social y sanitaria. Por eso los protagonistas enmarcaron esta acción en la pelea por una nueva dirección del movimiento obrero.

En el acto que se llevó a cabo en Plaza de Mayo, Alejandro Crespo, secretario general del Sutna clasista, manifestó que marcharon “por el derecho a aumentar el poder adquisitivo y contra toda precarización y ataque a los convenios colectivos. La defensa de los protocolos obreros en cada uno de los lugares de trabajo, que son la expresión de la organización en lucha de los trabajadores”. Agregó que en las paritarias también debe colocarse el reclamo por la vacunación de todos los trabajadores, y denunció que “las patronales que fueron quienes pidieron constantemente que se mantenga la producción en marcha”.

Romina Del Plá, secretaria general de Suteba La Matanza, desarrolló las demandas de la docencia y luego destacó que la jornada tuvo “la virtud de haber podido conjugar un conjunto de procesos de reclamos. Hemos escuchado a los despedidos de distintas empresas, a los trabajadores municipales de la salud de La Matanza, que están denunciando agudamente el ajuste y vaciamiento de la salud en el distrito peronista por excelencia de Fernando Espinoza. Y hemos también conjugado la lucha de las trabajadoras de casas particulares, el sector más explotado de la clase obrera argentina, que están presentes aquí”.

Finalmente, concluyó: “Desde este acto y esta movilización llamamos a redoblar este proceso de organización independiente de las burocracias sindicales que se han arrastrado ante cada uno de los gobiernos, pero que especialmente bajo este gobierno de los Fernández son los que están llevando adelante el trabajo sucio de firmar estas paritarias de ajuste. Por eso, esta enorme jornada de lucha nos plantea al PSC la tarea incansable y rigurosa de pelear por la recuperación de nuestras organizaciones sindicales”.

Desde las 7:00, se concentraron en el Puente Pueyrredón trabajadores tercerizados de EMA (Edesur), ferroviarios de MCM (Línea Roca) y telefónicos de Polymont (Claro) que luchan contra despidos y por el pase a planta permanente, y los trabajadores de la Clínica San Andrés de Caseros que enfrentan el cierre del centro de salud en plena pandemia. Se toparon con un importante operativo policial, que reprimió cuando se realizaba el corte en uno de los accesos al puente.

Las trabajadoras de casas particulares, un enorme sector de la clase obrera -y de los más feminizados del país-, desarrollaron grandes acciones de lucha por sus sentidas reivindicaciones en todo el país signada por una movilización desde las 10:00 desde el Obelisco al Ministerio de Trabajo, donde se reunían funcionarios y sindicatos burocratizados para fijar aumentos por debajo de la línea de inflación cuando alrededor de un millón y medio de mujeres percibe un salario de indigencia. La enorme concurrencia, con la presencia en los distintos puntos de la Agrupación de Trabajadoras de Casas Particulares, verifica la disposición a la lucha de las trabajadoras de uno de los rubros más precarizados del país.

Por su parte, los trabajadores del programa Potenciar Trabajo gritaron presente. Desde las 10:00 concentraron en todo el territorio nacional, ya que no solo el gobierno encubre la relación laboral que sostiene con los beneficiarios de este programa que prestan tareas en condiciones de precariedad por un salario de $12.000, la mitad de la línea de indigencia; ahora también les niega el derecho a cobrar un aguinaldo y a un verdadero plan de vacunación. Las acciones de lucha protagonizadas por la Unidad Piquetera, integrada por el Frente de Lucha Piquetera y el Polo Obrero, tuvieron epicentro en una concentración en 9 de Julio e Independencia, en CABA, para movilizar luego al Ministerio de Desarrollo Social y luego al ministerio de Trabajo.

La docencia tuvo en la jornada convocada por el Plenario del Sindicalismo Combativo un rol destacado. Las seccionales de Suteba conducidas por la multicolor y Ademys en la Ciudad de Buenos Aires resolvieron un paro y concentración en el Obelisco a las 9:00, partiendo con una caravana y movilización al Ministerio de Educación, el palacio Pizzurno, donde desarrollaron un acto. También hubo caravanas y movilizaciones docentes en numerosas provincias. Reclamaron que se garanticen dispositivos tecnológicos y conectividad para estudiantes y docentes, dado que las condiciones epidemiológicas hacen insostenible la presencialidad. Mientras la jornada se desenvolvía, trascendía la noticia de que el gobierno bonaerense de Axel Kicillof avanza hacia la vuelta a la presencialidad.

 

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