Sindicales

20/11/2021

Garbarino: la desidia y el abandono patronal se cobró una vida

Falleció Gabriela Molinero de leucemia en un hospital público, sin cobertura médica hace un año.

Gabriela sufría de cáncer de mama y desde hace un mes también de leucemia. El jueves 18 de noviembre, falleció en un hospital público abandonada por la empresa a la que brindó servicio durante 23 años, y por la burocracia sindical que no dio respuesta a la infinidad de reclamos presentados por los trabajadores de Garbarino en cada una de sus movilizaciones.

En agosto denunciamos en esta Prensa la suspensión de la cobertura médica a los trabajadores de Garbarino, por falta de pago de la patronal. Desde julio del 2020 cuando realizaron la compra de la empresa Carlos Rosales y Mariana Casares, dejaron de pagar aportes jubilatorios, obras sociales y prepagas y avanzaron en un vaciamiento de la empresa, suspendiendo también el pago de los salarios de 4.000 trabajadores.

Sin ingresos durante 8 meses, cobrando solo un repro de 20 mil otorgado por el gobierno, y unas chirolas más por el cobro por parte de la empresa de lo retenido por AGIP, sin cobertura médica ni aportes jubilatorios, los trabajadores de Garbarino desarrollaron una lucha incansable movilizándose al Ministerio de Trabajo, al sindicato, a las puertas de la empresa de seguros de Rosales, y a la Plaza de Mayo.

Con su lucha perseverante obligaron a las partes a sentarse en una mesa de negociación, y audiencia tras audiencia el ministerio, la patronal y el sindicato, no llegaron a nada. No fue más que una bicicleta de promesas y de dilatación de la lucha. Los trabajadores de Garbarino llevaron adelante acampes e incluso se reunieron con Alberto Fernández después de las Paso. El presidente en persona y el recién nombrado jefe de gabinete Manzur, prometieron a los trabajadores de Garbarino investigar el estado de la empresa para dar una respuesta a los trabajadores. ¿Y qué pasó? Un día antes de las elecciones generales, la respuesta llegó en forma de telegrama de 1.500 despidos. Ninguno de los reclamos levantados por los trabajadores, fue escuchado. Se presentaron cartas al Ministerio y al sindicato en cada movilización reclamando no solo por los salarios adeudados, sino especialmente por los casos particulares de compañeras embarazadas, a término o de riesgo, y de compañeros y compañeras con tratamientos oncológicos.

Entre ellos estaba el de Gabriela Molinero, de Monte Grande, que sin cobertura médica durante más de un año terminó internada en un hospital público donde falleció el pasado 18 de noviembre.

Rosales y Casares, Cavallieri y Alberto Fernández se cobraron la vida de la compañera. Son responsables y cómplices directos del abandono al que son librados los trabajadores de Garbarino. Reina la desidia.

El conflicto de Garbarino es un botón de muestra de la avanzada antiobrera de los que nos gobiernan, que se llenan de promesas electorales pero que a la hora de actuar defienden los intereses de la clase a la cual representan, la clase capitalista.

Desde la Naranja de Comercio, en la Coordinadora Sindical Clasista, enviamos toda nuestra solidaridad a la familia y compañeros de Gabriela en este doloroso momento. Y acompañamos en esta lucha a los trabajadores de Garbarino hasta el final. Llamamos a toda la clase obrera a unificar la lucha en un frente único de clase, por la salud, la defensa del salario y la continuidad laboral de todos los compañeros y compañeras.
Enfrentemos el ajuste y la avanzada antiobrera del gobierno sobre nuestros derechos y reivindicaciones, de la cual la burocracia sindical es cómplice.
Basta de ajuste, no la reforma laboral, ningún despido y cobertura médica total e inmediata para todos los compañeros.

Compartimos datos de la cuenta de la hermana de Gabriela, para todo aquel que pueda colaborar para ayudar a su hijo de 17 años.